Laura se tumbó boca abajo en la camilla de masajes.
-¿Te importa si pongo música?
-Claro que no.
Rachel encendió el radio cassette que encontró en el comedor y puso a sonar "(I just) Died in your arms tonight".
Rachel empezó a mover el cuerpo al ritmo de la música. Laura la miró riendo.
-Me encanta ese culo.-Dijo dándole una palmada.
-Au.
-No te quejes o será peor.-Dijo con una sonrisa traviesa.
-¿En serio?-Le tentó mientras se mordía el labio.
Luchó por contenerse, lo que divirtió a Laura.
-¿Y? Mucho ruido y pocas nue...-Se calló al sentir el aceite caer en su espalda.
-Mmmm.-Se le escapó.
-Sabía que te gustaría.
Empezó a extender el aceite en movimientos circulares: Primero en los hombros, luego en los brazos, los laterales de sus pechos oprimidos contra la mesa, bajó por su espalda y acabó de extenderlo por el trasero.
Dejó escurrir un poco más del bote sobre su parte baja de la cintura.
Más que masajear lo que hacía era sobar su trasero y Laura sabía que no era casualidad.
Volvió a subir a su espalda dando pasitos con los dedos.
Se subió encima de ella con suavidad y le masajeó los hombros. Laura gimió.
-Quiero oírte.-Dijo con voz ronca de excitación.
Gimió más fuerte.
-Así me gusta.
Laura la notaba gotear sobre su espalda.
-Parece que tú también estás disfrutando.
Rachel pegó su entrepierna a la curva de la espalda y empezó a rozarse.
-Muchísimo.
Rachel se levantó y giró a Laura para ponerla boca arriba.
Se volvió a sentar esta vez en su estómago.
Le agarró los pechos y empezó a pasar los pulgares por sus ya erizados pezones, pinzándolos y mordiendolos.
Soltó un pecho y bajó la mano.
Recogió sus espesos fluidos con el dedo índice y se lo puso frente a la cara.
-Mira quién está mojada.
Laura chupo su dedo.
-Oh, sí.-Dijo mientras le mordisqueaba el dedo.
Cuando soltó su dedo Rachel se levantó y se sentó en sentido contrario sobre la boca de Laura y se empezaron a lamerse entre sí.
Cuando terminaron, ya exhaustas, se ducharon, vistieron y se dirigieron al pasillo donde dividieron sus caminos.
Laura fue a la habitación de Sancho.
Picó a la puerta e introdujo la llave.
Este estaba arrodillado rezando.
Su hermana carraspeó.
Sancho se dio la vuelta sobresaltado.
-Pecadora.-Dijo y empezó a rezar otra vez.
-Solo quería decirte que esta noche también hay fiesta, por si te apuntas. Te prometo que no habrá nada de sexo.
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Sangre Y Placer Bajo Tierra
Tajemnica / ThrillerLaura y Madeleine forman una hermosa pareja. Por su aniversario ellas van a celebrar una fiesta de intercambio de parejas durante una semana en un bunker en las montañas. Dicho bunker, abandonado desde la guerra fría y ahora convertido en un oasis d...