Capítulo 12|Sorpresas navideñas

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25 de diciembre, Italia, Milán.

— Hoy es navidad, ¿No estás emocionada? — Le pregunté a Karla mientras le despertaba.

— ¡Sí! — Exclamó emocionada mientras saltaba en la cama. — ¿Y papi?

Vaya, ahora le llama papá y todo.

No veo a James desde ayer, se iba a quedar a dormir conmigo pero le llamó alguien de urgencia y se fue, supongo que hoy vendrá, le traerá una juguetería entera a Karla o algo así.

Salí del cuarto de Karla y me fui hacia la cocina, hoy Shanon tiene el día libre, se ha ido a Colombia a ver a su familia y eso solo significa que me voy a tener que encargar yo sola de la niña "Nalvida".

Sinceramente hoy va a ser mi último día de descanso en lo que viene siendo los próximos 60 años hasta que me jubile, porque he perdido la oportunidad de mi vida de trabajar en moda y además mi madre me odia y no me va a volver a dar dinero jamás, a esa amargada de mierda le dolió mucho que le dijera la verdad.

Pero bueno, le quiero igual, es mi madre.

Supongo que mañana me pondré a buscar trabajo, pero hoy es la 3ra navidad de Karla y NADA ni NADIE se la va a estropear.

O eso pensaba, que ingenua.

—¿Entonces, estás mejor, Rusli?—Le pregunté.

Bueno... Sí.—Me contestó.

Mi hermana Ruslana lleva ya unos días internada en el hospital, su condición le hace ser muy sensible a las enfermedades y virus y tiene las defensas súper bajas.

—Ya... No me mientas, parece que acabes de escalar una montaña de lo mucho que te cuesta respirar ¡Y tan solo has dicho 2 palabras!—Reproché.

Estoy bien, enserio.—Me repitió.

Ruslana y su manía de fingir que todo siempre está bien para que no nos preocupemos por ella.

—Bueno, vale, lo que tú digas enana.

Mmm... Harley... ¿Has vuelto a hablar con mamá?—Me preguntó con voz ronca.

—Oh... No... ¿Por que lo dices?—Le pregunté.

—Está muy triste y se enfada por todo... Es un rollo, pero bueno, ¿Porque os peleasteis?—Me preguntó bajando el tono de voz.

Ruslana se preocupa demasiado por todos y muy poco por ella, sobretodo en el tema de mis discusiones con mi madre, ella es consciente de que no nos llevamos muy bien y supongo que se hace alguna idea de que es por Karla, pero no tiene ni idea de que me he quedado sin trabajo y si se lo digo se va a poner triste y prefiero verle feliz con una mentira que sobre pensando por una realidad.

—¿Pelearnos? ¡Nada que ver!—Mentí—Bueno, a lo mejor sí... ¡Pero peleábamos para ver si me volvía a casa a veros el día de mi cumple o en el de Karla!

—¡¿Qué?! ¡Sí, sí, sí! ¡Va a ser el mejor día de mi vida!—Celebró.

Genial, otra mentira más que voy a tener que cumplir.

—Sí, va a ser genial...

Venid el día de tu cumple por si... Ya sabes...

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