Capítulo 14| Viejos tiempos

25 3 20
                                    

Entonces ese hombre llamó a James, él no tardó en aparecer.

Estaba distinto, se había dejado crecer la barba y tenía el pelo más largo, un ojo morado y una brecha en el labio eran los pequeños detalles que llamaban la atención en su cara pero lo más notorio era su mirada.

Era distinta.

¿Más apagada? No... Simplemente parecía estar hasta el mismo sorprendido.

No dije nada, él no me estaba mirando a los ojos.

Antes de llegar pensaba que al verle le abrazaría, le besaría y le acariciaría, pero ver como no es capaz de mirarme me empieza a hacer pensar que mis peores pensamientos, los pensamientos que Isabella repite constantemente, son reales.

Él nunca cambió.

Me estaba usando para cubrirse, tener una tapadera o algo así.

—¡Lo sabía! ¿De verdad creías que te quería?
Que patética eres, y le vienes a ver y todo, él no apostaría ni un céntimo por ti.—Repite Isabella.

Bueno, puede ser, pero no voy a rendirme hasta comprobarlo.

Alcé la mirada tras haber estado varios minutos en silencio.

—James—Susurré.

No me miró, pero se recolocó en la silla.

—Harley, no lo hagas más difícil.—Espetó.

¿Más difícil? Tiene que ser puta coña, ¿Soy yo la que lo ha hecho más difícil?

—¿Qué dices? ¿James, qué estás diciendo?

—Harley, para.

—¿Qué pare? ¿Qué quieres que pare? James, no puedes ir por la vida haciendo esto.

—Me la suda, vete.

Mis ojos eran cascadas, tenia tanta rabia e impotencia acumulada.

—A-adios J-james.

Dije eso pero era lo último que quería decir, quería que él me parara, que me pidiera que me quedase.

—Adiós.

Bien, supongo que eso fue todo.

Ahora vuelves a ser tu sola.—Repetía Isabella.

Bien, de puta madre, no necesito a un capullo para ser feliz, desde luego que no.

Salí del centro penitenciario y me dirigí al coche, para mi sorpresa, Hunter y Shanon estaban liándose.

Yo no quería interrumpir pero Shanon debió notar mi presencia porque de inmediato colocó su mano sobre la boca de Hunter, provocando que este se quedara desubicado.

— ¡Oye! — Se quejó Hunter tratando de apartar su mano.

— ¡Callate! — Exclamó Shanon señalándome con la mirada.

— Anda, hola Harley, ¿Cómo ha ido todo con tu príncipe azul? ¿Habéis sido felices y habéis comido perdices o las perdices os han visto a vosotros comeros? — preguntó Hunter mientras se miraba en el retrovisor tratando de quitarse la mancha de pintalabios que Shanon había dejado sobre sus labios. — Aunque seguro que yo me lo he pasado mejor que tú.

Shanon le golpeó el hombro y luego se giró hacia mí.

— ¿Ha ido bien, cielo? — Volvió a preguntarme.

Entonces no lo pude evitar y me rompí.

— Lo hemos dejado. — Traté de decir entre sollozos. — Pero ¡eh! de puta madre. — Dije irónicamente.

Nuestra Primera VidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora