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Al par de días, la única solución factible hasta el momento seria estar fuera de la ciudad al menos dos semanas o menos para ver asuntos legales sobre el acosador al que descubrieron que Izuku no había sido su única víctima y fue la peor decisión de la compañía contratar a alguien así.

Izuku estaba triste.

Estaría semanas, días sin visitar a Katsuki, tampoco tenía su número de teléfono para poderse contactar, al menos en el caso hipotético de que aún le agradara al cenizo.

Con pereza y pena se levantó lentamente de la cama y se arregló para poder tomar un último café antes de marcharse por semanas, tenía que al menos conseguir su número o al menos decirle que no volvería a molestarlo por un tiempo.

Lo que le agrade más.

Mientras salía y caminaba por la acera se le ocurrió publicar algo en su feed cosa de que no lo ataquen después por no transmitir en lo acordado.

"¡Hola!

Por distintas circunstancias no podré transmitir estas semanas, pero para que no se desanimen, subiré un montón de fotos. ¡Gracias por su apoyo!"

No sería recomendable hacer transmisiones en lugares donde se puede ser oído con facilidad y realmente ya no quería más gente sobre él de lo recomendado.

Al entrar fue bienvenido con la dulce sonata de la campanilla al costado superior de la puerta de entrada, el olor dulce a cafés y postres inundó sus fosas nasales tal y como el primer día que encontró aquella sucursal.

Solo que esta vez no fue recibido con la bella apariencia del cenizo, no se vislumbraba por ninguna parte, en cambio se veía solo a su compañero de trabajo de cabellos raros.

Se acercó a él y preguntó.

— Disculpa, no es por ser grosero, pero ¿Dónde está el rubio de siempre? — El pelirrojo lo miró con una sonrisa. — Me gusta como prepara mis bebidas.

— Lo siento amigo, le dieron un par de días libres ya que quiso renunciar al trabajo. — La sonrisa del pecoso decayó. — Si al volver aun quiere irse, tendrán que despedirlo.

Así que sus sospechas eran aún peor, en vez de cambiar su horario para no verlo más, quiso renunciar.

Sintió como si mil agujas se clavaran en su pecho, su nariz picaba ligeramente mientras lagrimas querían salir desesperadamente.

— Puedo darte su número si quieres. — Dijo nuevamente aquel simpático trabajador. — Somos amigos desde antes así que no creo se enoje conmigo si hago eso.

Su sonrisa era tan deslumbrante, tan contagiosa que lo hizo sonreír tambien a pesar de querer llorar y culparse de todo.

— Gracias, me gustaría.

El pelirrojo alegremente le dio el número del cenizo, pero ¿Qué se supone que deba escribirle? No podría llegar y decirle "Oye soy el chico con el que te besaste la otra noche, al que le sirves café, solo quería saber si tu renuncia es por mi culpa o no"

No podría ser un torpe lame botas, él era mejor que eso.

Miró fijamente la pantalla de su teléfono, su dedo sobre el contacto de Katsuki, realmente no sabía que mensaje de texto enviarle, estaba tan malditamente nervioso, ¿Y si lo odiaba?

Optó tardíamente en algo y luego presionó enviar, ya no hay vuelta atrás.

Tú: Hola, soy Izuku. Obtuve tu número de tu compañero de trabajo en caso de que te lo preguntes ¿El de cabellos rojos? Solo quería saber si te encontrabas bien ya que siempre estás en el café y hoy no te encontré. Quiero decir, me encanta como lo haces.

Only Fans |BKDK|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora