Only Fans |BKDK|

Extra.- 13,05

— Punto de vista de Izuku del último capítulo. —

El llanto de Izuku cesó, hipos y jadeos se oían provenientes de él, se sentía tan usado, tan malditamente usado que solía.

Pensó en apagar su teléfono, pero rápidamente llamó a su amiga, necesitaba un consejo y lo necesitaba ahora.

— ¿Izu? — Se escuchó la suave y somnolienta voz desde el otro lado de la línea.

Un silencio inundó al pecoso antes de romper en llanto.

Ochako asustada y tratando de calmarlo le dijo que le contara todo lo que había sucedido.

Izuku le contó con lujo y detalle.

— Ese desgraciado infeliz hijo de su-

— Chako. — Interrumpió el pecoso, su voz se escuchaba acuosa mientras sorbeteaba su nariz ruidosamente.

El corazón de la castaña se apretó.

— Cariño porque no das una vuelta, caminas un poco, te despejas. — Decía suavemente. — Luego vas a casa y duermes un poco.

— Él sabe dónde vivo Chako, me da miedo.

— Bebé.

— Iré, pero si encuentro que estuvo ahí, lo asesinaré.

La castaña afirmo con entusiasmo prometiendo que ayudaría a enterrar el cadáver de ser necesario.

Se levantó del suelo frío, la noche helada hizo sus mejillas y su nariz enrojecer.

Caminó.

Salió del bosque y caminó tranquilamente intentando despejar su cabeza de horribles escenarios.

De horribles sentimientos que crecieron dentro de él.

Sentimientos que no eran nada aptos pues Katsuki no era otro si no más que un simple fan enfermo y acosador.

Sentía impotencia.

Lágrimas saladas cayeron por sus mejillas nuevamente y las secó con las mangas de sus brazos.

Sorbetió ruidosamente su nariz mocosa gracias a las lágrimas.

Caminó y caminó hasta estar en la calle de su casa.

Levantó la vista y jadeo ruidosamente, un miedo surcó su espina dorsal, quería correr, quería huir y nunca volver.

Katsuki estaba sentado con la cabeza agachada en la acera frente a su casa.

Se calmó al ver que el otro no se movía más que su pecho al respirar.

¿Estará dormido?

El clima no era el mejor para dormirse de esa forma en la calle, menos en la acera tan fría.

Con cautela y miedo se acercó, iba a entrar sin mirar hacia atrás dentro en su casa cuando un susurro lo alertó helándole la sangre.

— Izuku...

Era Katsuki.

Katsuki había susurrado su nombre, lo miró con temor para luego calmarse al ver que seguía durmiendo.

¿Soñaba con él?

Genial, ¿Así o más espeluznante?

Bufó y luego su mirada se posó a lo que tenía Katsuki entre sus manos.

¿Papel y lápiz?

De seguro ya sabía que lo mataría si lo volvía a ver y había hecho un testamento.