En un pequeño pueblo perdido entre el bosque más frondoso que podías encontrar en Alemania, un hermoso bebé acababa de llegar al mundo, con la curiosa peculiaridad de que sus cabellos eran de un color verde menta muy especial y brillante.
De tez blanquecina y rosadas mejillas, el bebé deslumbró a sus dos padres que fueron bendecidos con una criatura mágica entre las pocas que se encontraban ya, porque poco a poco la mala mano del hombre se fue haciendo con estos bellos seres que solían llevar en su interior dones relacionados con la naturaleza, que eran delicados como la más bella flor o tiernos como un bonito animalito del bosque.
Más nunca supieron qué don le había tocado a su pequeño bebé, puesto que el día que lo dejaron a cargo de su abuelito para poder ir a recolectar frutos y algún que otro animalito para celebrar la llegada de su hijo, un lobo les arrebató la vida.
Decir que ese bosque era seguro, no era del todo cierto, normalmente las personas que vivían no tenían problemas con los grandes predadores, pero de vez en cuando, un lobo blanco como la nieve aparecía y arrasaba con las personas que habían tenido la desgracia de salir ese día.
El abuelo del bebé, destrozado por la muerte de su hija y de cómo encontraron los cuerpos, abandonó al chico en casa de tres hermanos también huérfanos que residían en una casa pegada al límite donde empezaba el bosque, yéndose a vivir solo en mitad de éste para así poder cazar al maldito lobo que había arrancado de su lado a su hermosa pequeña y había dejado huérfano a su nieto.
La única prenda que le dio tiempo a la buena mujer a tejer fue una bonita capa roja como el mismísimo fuego, con una bonita caperuza, en el mismo color, que protegería a su bebé de cualquier mal.
El hermano mayor de estos tres, cuando lo tuvo dentro de su cabaña, se la colocó con cariño, casi gritando emocionado por lo hermoso que se veía el bebito con esa prenda y asegurándose en ese mismo momento que cuidarían de ese niño que ahora mismo estaba desamparado en el mundo.
Sus dos hermanos pequeños, observaron cómo el pequeñito se removía en los brazos del mayor, para luego ponerse a llorar, martilleándole los oídos a los tres.
- ¿Tendrá hambre? – Pregunta el más pequeño, tapándose con las manos.
- ¿Y qué come? ¿Carne? ¿Pescado? – Pregunta el mediano.
- No seáis brutos, toma leche y dentro de un tiempo comerá poco a poco cosas más sólidas – Les explica, meciéndolo con lentitud – Taehyungie, anda, ve a poner leche a calentar, pequeño.
El lindo chico de apenas nueve años asiente divertido y corre hasta la cocina, cogiendo un cazo donde vierte la leche que le ha indicado su hermano mientras tararea feliz por tener un nuevo miembro en su familia, jugueteando con los rizos castaños de su cabello y mordiéndose de vez en cuando de la emoción.
- Namjoonie, sube a la habitación que nos queda libre y prepárala, será la habitación de nuestro nuevo huésped – Sonríe con cariño, mirando al bebé – Aunque en principio dormirá conmigo hasta que sea más grande.
- Claro, Seokjin hyung – Asiente el mediano, de doce hermosos añitos.
- Y tú, mi bebé, serás como mi hijo – Le susurra al bebé entre sus brazos – Te cuidaré de todo mal, serás un cachorro más en mi manada, mi pequeño Yoongi.
Un destello azulado pasa por sus ojos en cuestión de un segundo, pero si alguien lo hubiera visto, solo seguirían viendo el profundo negro de su mirada.
El bebé sonríe, calentándole el corazón a ese chico de quince años que lleva cuidando de sus dos hermanitos pequeños desde que hace nueve les arrebataron a sus padres y tuvieron que huir de los cazadores corriendo, para acabar llegando a este pueblo, con un hermanito de tres años de la mano y su hermanito recién nacido en los brazos.
Tuvo que aprender a hacerlo todo por él mismo y a educar a los cachorros que tenía como hermanos para que no saliesen por ahí a devorar gente y mucho menos a mostrarse como los majestuosos lobos que son.
Kim Seokjin un lobo grande y feroz de pelaje negro y fuerte cuerpo con una mirada tan azulada como peligrosa, al que le sigue Kim Namjoon, un hermoso y gran lobo gris centellea verde en su bonita mirada cuando está transformado y, por último, su menor y más peligroso hermanito.
Kim Taehyung, un lobo joven y aventurero que adora desgarrar cuerpos a escondidas de su hermano, aunque siempre lo acaba cogiendo, su mirada roja como la caperuza de Yoongi es tan aterradora que paraliza en el momento a cualquier humano que lo vea acercarse, y eso, es lo que más le gusta.
El mayor siempre sospechó que su hermanito menor no era como cualquier persona peculiar, le cuesta tenerlo vigilado constantemente y teme por la seguridad del pequeño bebé si en algún momento se transforma.
El menor acude corriendo con uno de los biberones que usaba él cuando era un bebé y se lo tiende a su hermano con una gran sonrisa divertida, para mirar después al bebito que ha abierto los ojos y ha clavado su mirada oscura como la noche en Taehyung. Un sonrojo acude a las mejillas del mayor de ambos y una risa de bebé sale de la boca de Yoongi, que alza una manita en dirección del castaño.
- Es muy lindo, Seokjin hyung – Murmura el menor, acercando su rostro - ¿Me lo puedo comer?
- ¿Cómo puedes decir eso? – Le riñe, yendo al sofá a sentarse – Es tu hermanito menor, Taehyungie, por favor.
- Decía a besos, no comérmelo de verdad – Hace un puchero, sentándose a su lado – Es muy bonito como para hacerle daño.
Seokjin ve con confusión el rostro de su hermanito menor sin saber exactamente qué obtener de esa expresión que es a la vez tierna y aterradora, porque Taehyung mira con una sonrisa y un sonrojo al bebé, pero la expresión de sus ojos es aterradora hasta para él, porque de verdad parece, que se lo quiere comer.

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Little red hidding hod ❣ TaeGi
Fanfic⌜Nunca nos contaron la versión oscura y macabra del cuento de caperucita roja⌟ ⇝ Taehyung top ⇝ Yoongi bottom