ᴜɴ ᴀᴍᴏʀ ꜱɪɴ ᴅᴇꜱᴛɪɴᴏ [ᴛʜᴇ ᴜᴍʙʀᴇʟʟᴀ ᴀᴄᴀᴅᴇᴍʏ] ᴄɪɴᴄᴏ ʏ ᴛᴜ [De Tik Tok]

T1 CP6 Confusión de la realidad

Me encontraba en mi habitación practicando mi poder, cada vez se me hacía más fácil levitar cosas más pesadas, ahora mismo estaba haciendo que la cama flote, la baje al oír que tocaron la puerta.

- ¿Si? - al abrirla pude ver a Luther, él entró asustado y cerró la puerta rápidamente- ¿Pasá algo...? Sabés que a Allison no le gustaría que estés aquí conmigo

-Lo sé, pero estoy muy asustado, eres la única junto a Cinco que no han caído aún, y es gracias a Cinco que te salvó esa noche - habló rápido mientras movía sus manos.

-¿Eh? Luther no sé de qué hablás, pero lo mejor será que te vayas, no quiero problemas con las chicas, no ahora cuando estoy empezando a encargar.

-No Julia, escúchame atentamente lo que te diré, es algo muy arriesgado.- él iba a seguir hablando, pero una voz femenina lo interrumpió.

-Luther, mi amor, ¿qué hacés en la habitación de Julia? - se apoyo en el marco de la puerta. Miré los ojos de el rubio, se veía pálido.

-Linda - sonrió y fue con ella- si te digo no va a ser sorpresa, sabes que se acerca San Valentín - le guiñó el ojo y le dió un beso en la frente. Ella se sonrojo.

-Bien, pero ahora te necesito para que me ayudes en algo - sonrió y tomo su mano- Juli, por las dudas mi color favorito es el azul - me guiñó el ojo y se fue junto a Luther a su lado.

-¿En qué loquero me vinieron a adoptar? - suspiré y seguí practicando, pero nuevamente me interrumpieron.

-Juliaa - entro Vanya a la habitación.- hola linda

-¿No sabés pedir permiso y tocar la puerta? - suspiré- ¿Qué pasá?

-Nada, nada... solo quería saber si le haz hablado a mi Cinco de mí - se sentó en la cama y cruzó sus piernas.

-No, no pienso hacerlo.

-¿Qué? ¿Por qué?

-Mira Vanya, es tu problema si quieres ser pareja de él, ve y declárate, prepara algo especial para él, no sé - suspiré, la mire y a ella fue como que se le prendió el foco.

-Mira niña idiota - tomó de mi brazo con fuerza y me pego contra la pared- En primer lugar no me hablas así, solo eres una sucia, y si no haces lo que te digo y no le hablas a Cinco de mí, haré que Allison te haga el rumor, ¿quieres eso acaso? - apretaba cada vez con más fuerza hasta que soltó el agarre y se alejó- Por cierto, ¡Eres una genio! Ven, me ayudarás - tomó mi mano y me llevo a la azotea.

Al llegar empezó a planear todo, me pidió que le pidiera a mamá una mini torta de chocolate, galletas, y Espagueti en un solo plato para dos. Todo esto lo quería para San Valentín, le declararía su amor aquél día, y obviamente yo estaría ayudando, ¿cuándo era está querida fecha? En un mes, falta bastante, pero todos acá quieren lo mejor para sus parejas, o sea solamente Vanya, Allison y Luther.

-No te olvides de los globos rojos de corazónes, rosas rojas, el mantel, los pétalos, las velas, y la comida - ordenó. Asentí, sabía que era mucho, pero ayudaría a que al fin estén juntos.

Seguí ayudando a Vanya durante todo el día, a tal punto que ya me estaba dando sueño. Me encontraba sentada en el suelo de mi habitación mientras organizaba las cosas para la cena de aquella noche. No dormí toda la noche, Vanya me obligó a quedarme despierta organizando las cosas.

[...]

Era la hora del almuerzo, todos estábamos callados comiendo, era todo tranquilo, de fondo se escuchaba una música clásica.

-Niños, como saben se acerca el 14 de febrero en un mes, y quiero aclarar que ese día no estaré, fui invitado a una fiesta de unos amigos. Por lo tanto me gustaría que ese día mientras yo no esté, todos se comporten como debe ser.- Era perfecto que papá no esté, se podría celebrar entre nosotros San Valentín, bueno... solo ellos. Mis ojos cada vez pesaban más mientras comíamos, no podía ni mover el tenedor por el sueño que tenía, no di más que me quedé dormida.

Al terminar el almuerzo todos estaban yendo a sus habitaciones a buscar sus cosas para la clase de Historia.

-Ocho.- se acercó Número Cinco.- ¿Tienes mi libro de Historia?

-¿Qué? - reí leve.- No, no lo tengo, ¿por qué?

-Estoy seguro que se me olvidó anoche en tu habitación, ¿puedo ir a ver?

-Claro, vamos - sonreí. De un lado estaba feliz de que a él se le haya olvidado el libro aquél. Vanya me miró y su expresión no fue tan agradable.

Al llegar a mi habitación su libro estaba en mi escritorio, tal como él lo dejó. Al entrar él tomo mi mano, al sentir el contacto de él pude sentir un revoloteó en mi estómago, tenía mariposas en el estómago... al verlo a sus ojos su expresión era diferente a la que llegue por primera vez, tenía un lindo brillo en sus ojos. Él me sonrió levemente, su sonrisa era perfecta que enamoraba a cualquiera...

-Tú... - murmuró.- tienes una hermosa sonrisa, ¿lo sabías? - me dijo. Me sonroje de inmediato, las mejillas me ardían demasiado, empecé a sudar y más mariposas aparecían en mi estómago.

-¿Lo dices en serio...?- pregunté sorprendida. Él asintió, de a poco se fue acercando cada vez a mí, tomó mis dos manos, y cada vez estábamos cerca el uno al otro. Cinco cerró sus ojos, se estaba acercando, me estaba por besar, yo estaba por hacer lo mismo, sabía que estaba mal, pero algo me impedía detenerme, cuando estábamos a punto de besarnos...

-Número Ocho. - abrí mis ojos...

-¿Si? - hablé bostezando y tratando de tomar señal a la realidad. Al parecer me había quedado dormida mientras estábamos almorzando.

-¿Acaso no durmió anoche? Esté no es horario para estar durmiendo.

-Lo siento papá, no volverá a pasar.- baje la mirada a mis piernas, sentía la mirada de todos y esto me ponía nerviosa haciendo que tiemblen mis manos. Cinco me miró y tomó mi mano.

-¿Estás bien? - preguntó Número Cinco preocupado. Al verlo me sonroje, se veía tan lindo con el cabello húmedo, se notaba que se había bañado. Ya nadie nos veía, Cinco siguió comiendo y acarició mi mano con su pulgar.

-Si, no te preocupes - susurré.

Mientras comía no evitaba ver a Cinco, se veía tan hermoso, todo de él era perfecto, desde su forma de hablar, expresarse, hasta caminar. Me sentía segura, cómoda, acompañada a su lado. No podía evitar sonreir al verlo, no podía evitar sonrojarme. Él me vió y me sonrió leve, rápidamente aparte la mirada y seguí comiendo nerviosa.

Derrepente empecé a analizar la situación, desde el sueño, hasta las mariposas que sentía por él, el por que quería estar todo el tiempo con Número Cinco, porque me sonrojaba, porque su voz se me hacía más hermosa y perfecta que la misma lluvia. Porque no hallaba imperfecciones en él... al darme cuenta se me cayó el tenedor haciendo que todos me mirarán. Estaba inmóvil al saber que me había enamorado de Número Cinco...