EL COMIENZO 1

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El paso del tiempo es irremediable, después de la terrible separación de Luisa, mi vida cambió dramáticamente, al paso de año y medio y conocer a Adriana dejó de vestirme de marica, la fuerza de mi hombría se había apoderado de mi, en la escuela. . . . seguía siendo un chico malo y aprovechó, algunos de mis compañeros de grupo me tenían miedo y los que se llevaban muy bien conmigo se sentían protegidos de los otros porros, yo estaba repitiendo un semestre, esto hizo que en mi casa me restringieran los permisos y el dinero, por lo tanto me empeñé más en los estudios para salir directo a la universidad.

En ocasiones recordaba con mucha nostalgia el tiempo que pase con Luisa, Delia y Rafa, esos recuerdos me llenaban de una inmensa alegría, muchas veces le platicaba a Adriana lo bien que pasaba esos días, claro, sin decirle que yo me vestía de Marica y que por caliente deja de ser virgen. Con ella los días se me hacían cortos ya que se fue entrando poco a poco en mis sentimientos, pero a pesar de esto, como novios tuvimos muy seguidas discusiones al grado de que me dejó por casi siete meses. Esto se los contaré en otro capítulo.

Había terminado el semestre y salimos de vacaciones, adriana había terminado conmigo y yo me sentía muy solo y melancólico, ni siquiera la compañía de mis amigos evitaba que estuviera triste, hasta que nuevamente me salvó mi tía Emilia, quien llega a la casa a visitarnos. . . . por reunirse en un congreso de trabajo actual.

Mi tía había tenido que emigrar a Guadalajara debido a una oferta de mejora en el trabajo que desempeñaba como psicóloga. Ella al verme triste e inconsolable me invita a pasar unos días con ella a su casa, preguntándome cuál era el problema que tenía, le comenté lo sucedido entre adriana y yo. Ella no tenía conocimiento de mi nueva relación, así que mi tía insistió en que fuera con ella para olvidar los problemas de mi rompimiento con adriana, pero me tuvo una sorpresa que me dejó perplejo.

 Su propuesta fue que si iba con ella tenía que aceptar una condición, vestirme nuevamente de mujer e irnos en el avión, al principio lo pensé y le dije te doy la respuesta mañana, como tú  quieras dijo, Ese día pensé y pensé, de donde va a sacar ropa para mi, si vino en viaje de trabajo, además si esto llega a pasar cuál es el problema así que le hable al hotel donde estaba hospedada y acepté, me dijo excelente salimos pasado mañana, te vienes a dormir conmigo, y nos vamos al aeropuerto, ok tía, mañana estoy contigo, en que habitación estas, me da el número, esta bien, allá te veo, me dice, llaga mañana temprano toma en cuenta que es viernes, ok, como a Las 8:00 está Bien, perfecto. Me levanté muy temprano y me despedí de mi mamá, me comunico contigo cundo ya esté allá.

 Llegué al hotel y me fui a la habitación, toque y salió mi tía, pasa apenas me voy a bañar, salimos hasta las tres de la tarde, me dice abre la maleta rosa y saca lo que te vas a poner, ¿QUEEEE? contestó, y me dice ya habíamos quedado, o no, si, si p... pero, no hay peros que valgan, además quiero comprar algunas cosas que necesito y, quiero que me acompañe, se van a dar cuenta que soy hombre, ya no te acuerdas como la hacías antes, si bueno, pues hazlo, se mete al baño y abro la maleta, había ropa interior con un corce, unas faldas y varias blusas, dos pares de zapatillas y unas pantimedias oscuras, me grita desde el baño también hay maquillaje y todo lo demás, me quedé pasmada, no sabía que hacer, sale mi tía del baño con su bata y me dice apúrate, que el tiempo apremia, jia jia jia jia, es muy simple solo recuerda, ya vístete, p pero... bueno si te da pena entra al baño, así lo hice y comencé, al ponerme nuevamente la ropa interior, las pantis y el bra sentí como un toque eléctrico, fue ahí que tomé mi pene, lo jale y lo puse entre mis piernas y nalgas, recordé con un gran gusto lo que anteriormente hacía, no creí que fuera tan lindo, con que placer realizaba el ritual de vestirme, gozaba con cada prenda que me ponía y al maquillarme disfrutaba de tal manera que buscaba nuevas maneras de pintarme los ojos, los labios, mis mejillas, cambiar totalmente mi cara, convertirla en una imagen de mujer, salí del baño en ropa interior pero ya maquillada, al verme mi tía me dice sigues siendo toda una mujer, donde escondiste tu pajarito, está atrapado atrás ji ji ji ji, oye, tus caderas ahora son más anchas, ¿por qué? , creo que es por el ejercicio, no me había dado cuenta le dije, bueno ahora ponte el corce para achicar tu cintura, me lo pongo y ella comienza a jalar las correas hasta donde su fuerza le permitió y que fue bastante, mi cintura se afinó y eso hizo que mis bubis se inflaran, me ve mi tía y dice estupendo ponte la falda y la blusa y no se te olviden las pantimedias, al verme de cuerpo completo en el espejo vi a la deliciosa Rebeca,

Mi vida como mujer, segunda parteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora