Capítulo 7

3.2K 159 62
                                    

Llegué a mi habitación después de la conversación con Matías y lo único que hice nada más llegar a mi cama fue llorar.

Parecía una tontería porque lo conocía de hace nada, pero pasar un mes entero junto a una persona que te gusta pues hace enamorarte aún más de ella. Y después de una decepción como esta, enterarme de que tiene novia, es como si me hubiese estado mintiendo todo este tiempo y me duele. Y lo peor es haberme dado cuenta tan tarde que me gustaba. 

Así pasé la noche, súper deprimida.

Al día siguiente amanecí igual, ni siquiera salí de mi habitación de hotel en todo el día, no me apetecía ver a nadie ni hablar con nadie, necesitaba estar sola.

Puede que al estar en la pijamada no me diese el tiempo suficiente para pensar que necesitaba, y al estar con tanta gente me distraía e ignoraba mis pensamientos. Pero eso ahora me estaba pasando factura.

Notaba vibrar mi móvil encima de la mesita de noche, seguramente fuese Juani y sus mensajes positivos o papá preguntándome porque no fui al rodaje hoy.

Después de todo lo sucedido con Matías, le conté por mensaje a Juani. Así que podría ser él. Ayer se empeñó en venir a verme para apoyarme. Yo le dije que quería estar sola, pero él decidió apoyarme aunque fuera por mensaje, si no podía de una forma pues de otra.

De un momento a otro escuché un ruido en mi puerta, alguien picaba, seguro que era Juani que se habría pasado por el forro lo de venir a animarme.

Ni siquiera me arreglé para abrir, ya que o era Juani o había una baja probabilidad de que fuese mi padre, así que me daba igual arreglarme.

Me levanté de mi cama perezosamente con cara de pocos amigos, pasé por el pequeño comedor y abrí la puerta.

— Hola T/n, has visto a Mat... ¿Qué te ha pasado? — No podía ser, era Enzo. ¿Que probabilidades había de que él viniera? Y encima me tenía que ver así.

— No. — Dije y le cerré la puerta en sus narices.

Desde el otro lado de la puerta se escuchó su voz. — T/n, abrime la puerta. — Dijo sonando lo más tranquilo posible desde el otro lado de la puerta.

— Ya te he dicho que no he visto a Matías, ahora vete. — Le dije, aclarándole que me dejase tranquila.

— T/n por favor. — Dijo como último intento. Yo resoplé frustrada, ya tenía suficiente con lo de Matías.

Después de unos segundos de pensarlo, decidí abrirle la puerta.

— Menos mal. — Dijo. — ¿Me dejás pasar?

— Adelante. — Dije rendida. Al entrar cerró la puerta dejándonos a los dos solos. Yo me senté en el sofá y me quedé mirando un punto fijo dejándome llevar por mis pensamientos. Enzo seguido de mí se sentó en el sofá y se quedó mirándome intentando descifrar mis pensamientos, pero no dijo nada respetando mi silencio. Entonces suspiré y entendí que yo tenía que empezar a hablar.

— Gracias por contarme que Matías tenía novia, Enzo. — Dije, intentando estar de lo más tranquila posible.

— Ay perdón, me sabe tan mal T/n... — Creo que entendía por dónde iba. Respiré hondo para seguir hablando pero no pude. — Pensé que ya lo sabías.

— Fui tonta, me dejé llevar por mis sentimientos sin saber primero nada. — Dije agachando la cabeza y apoyándola en mis manos.

— Vos no sos tonta, solo te dejaste llevar y él lo permitió, la culpa no es tuya. — Dijo tranquilizándome.

— Pero creo que no le sentó bien lo que le dije, y me siento mal por ello. — Dije dándole vueltas al asunto.

— Las cosas ya están hechas, y es lo que tú querés, no veo el motivo por el que debas estar triste. — La verdad sus palabras si que me estaban calmando, por fin veía que tal vez él sí que sabía tratar a la gente, y le había juzgado mal después de todo.

— Porque me gusta y me ha decepcionado mucho el no haberme enterado antes. Además si hubiese sido por él, habría sido infiel a su pareja.

— No digas eso. Matías puede ser muchas cosas pero nunca haría daño a nadie aposta. — Dijo. Eso no me ayudó mucho que digamos.

— Bueno, supongo que por estas cosas me gusta, pero hay muchas cosas que no entiendo de él.

— Alomejor es porque no lo conoces tanto como crees. — Dijo dándome un golpe de realidad, quizás tenía razón. Me quedé en silencio. No sabía qué decir. — Mejor me voy ya, te dejo sola para que pienses, creo lo que necesitás. Espero haberte ayudado algo.

Se levantó del sofá y se dirigió hacia la puerta.

— Espera Enzo. — Dije rápidamente levantándome también del sofá. — Gracias por ayudarme y hoy no ser tan insoportable. — Dije dando una sonrisa cerrada. Lo último le hizo gracia, sacándole una carcajada mientras miraba el suelo para contenerla.

— Sos tan estúpida. — Dijo cariñosamente.

Parecía que comenzábamos a llevarnos mejor. Y gracias a él veía las cosas desde otra perspectiva.

Enzo abrió la puerta y salió al pasillo del hotel, yo me recargué en la puerta.

— Enserio gracias. — Dije sinceramente.

— No hay de qué T/n, sabés que me podés llamar para lo que necesites linda. — Dijo sonriente. Yo negué con la cabeza mientras sonreía por lo de "linda".

— Adiós Encito. — Dije riendo.

Antes de que se fuera me salió abrazarle por todo lo que había hecho por mí esta tarde. Él correspondió el abrazo. Olía a la misma colonia que tenía en la pijamada, era bastante adictiva, la verdad es que olía genial.

Al separarnos nos dimos una última mirada y lo vi desaparecer por el pasillo.

Me quedé ahí durante unos instantes pero de golpe por el final del pasillo vi aparecer a Juani.

— T/n me podés explicar ¿por qué estaba Enzo sonriendo mientras se dirigía hacia el ascensor y encima venía de acá?


--------------------------------------

Otro capítulo listo. ¿Que os está pareciendo?

Preparaos que se viene  cositas muy MUY pronto.

Para los que decíais que ya se acababa la historia, me temo decirles que aún falta bastante por descubrir... jejeje

Besis.



Entre cámarasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora