El error de subestimar a Ben Tennyson

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Capítulo 4 – El error de subestimar a Ben Tennyson


Proctor: en persona, viejo amigo. Estuve mucho tiempo intentando establecer bases en el sistema Anur, pero ya te imaginarás que no hubo muchos frutos para cosechar en esos suelos. Que me convirtieran en híbrido me dio ventajas para negociar con los oriundos, eso sí.

Patelliday: por mucho que me alegre ver que te reúnas con otro de tus viejos amigos, tengo que recordarles que tenemos a un cadete en El Vacío – Servantis de inmediato mostró interés

Proctor: ¿un cadete en El Vacío? ¿Y va solo? Eso no es protocolo estándar de los Plomeros. Pero, si esta base está bajo tu mando, confío plenamente en quien sea que esté allí – Dijo, antes de mirar la pantalla que comprobaba el estado de Ben a través de su placa - ¿Tennyson? ¿Es uno de tus nietos? Gwendolyn resultó ser toda una niña maravilla, pero no esperaba de los demás que quisieran unirse.

Max: es una historia un poco larga. Te la contaré cuando terminemos con esto.


En El Vacío


La experiencia de estar en esa dimensión de bolsillo era muy distinta ahora que tenía 16 años que cuando había entrado con Gwen y el abuelo teniendo 10 en las viejas aventuras... Incluso si, para ese punto, ya había absorbido la energía del omnitrix, y, por ende, ya podía usar sus poderes en la tecnología.

Para empezar, ahora podía volverse indetectable ante las criaturas moradoras de El Vacío (y para su tecnología también, claramente), y, gracias a su relación con Kevin, que era lo bastante profunda como para formar un vínculo, podía seguir el camino correcto sin tener que arriesgarse a volverse detectable para pedir direcciones.

El camino lo guiaba a un refugio mal construido en medio de la nada de una dimensión que era la nada misma... Se veía sospechosamente vacío por fuera. Quien quiera que fuera el posible nuevo gran enemigo, sabía tejer trampas.


Ben: sentire vitam.


Sus ojos se iluminaron de verde, y pudo ver las marcas de mana (marcas/firmas que todo ser vivo poseía, brujo o no, y eran más fiables para buscar la vida que usar firmas de calor), de cada forma de vida ahí adentro; estaban los 3 ahí, vivos, junto a una forma de vida de cuerpo pequeño (posiblemente el niño del cual Argit había hablado), y alguien más grande, quien, con toda seguridad, era el jefe... Era extraño reconocer la firma de mana del jefe.


...Era alguien a quien ya había enfrentado antes, pero era difícil saber exactamente quién, porque, pese a que la reconocía, algo había cambiado...


Ben se acercó sólo un poco más al refugio, hasta que pudo ver hacia adentro, a sus compañeros atados, y al niño, que resultó ser un híbrido leptidopterrano/humano (básicamente, un Insectoide humanoide).


Pero, ¿cómo era eso posible? Las formas de reproducción de ambas especies no eran compatibles


Sacudiendo la cabeza para dejar de pensar en ello, Ben apuntó con los ojos hacia adentro de la casa para ejecutar otro tipo de teletransporte, independiente de las balizas mágicas que era capaz de poner en diferentes localizaciones: el salto.

Ben 10: las aventuras de un brujo alienígenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora