Lo de Kevin

126 20 5
                                    

Capítulo 6 – Lo de Kevin


Tras terminar de entrenar, el pelinegro osmosiano pensó que sería una buena idea sorprender a Ben llevándole algo de comer. Se enteró por un cadete chismoso que nadie le había visto ir a desayunar, por lo que llevaba horas y horas sin probar bocado, y después de una noche muy intensa.

Además, necesitaban más tiempo a solas. Sabían que se gustaban mutuamente, pero sólo eso. Debido a la interrupción que reveló lo que hacía el dichoso chip, Ben no pudo decirle qué lugar se le ocurría para tener una cita.


Además, ¿no eran esas las clases de atenciones que se daban las parejas?


A su líder de equipo no pareció gustarle la idea de dejarlos solos de nuevo, y parecía tener asuntos pendientes con Ben más allá de saber si se quedaba, o no, en el equipo, pero Kevin no era conocido por importarles los pensamientos ajenos... No fuera de las misiones, al menos.


Kevin: un chismoso alienígena me dijo que no te vieron ir a desayunar.


La mente de Kevin era mucho más aguda de lo que muchos le daban crédito, pero Ben no esperaba que dejara pasar que se veía hasta más cansado que cuando despertó. Por suerte, se había recuperado lo suficiente como para ejecutar su próximo movimiento contra Proctor; uno que se aseguraría de mantener a Kevin lejos de esa guerra fría todo lo que pudiera.


Kevin: ¿hiciste algo que no fuera dormir?

Ben: ¿confías en mí? – Preguntó, mirándole a los ojos, y haciéndole dejar en la mesa de café las bandejas

Kevin: con cada célula osmosiana de mi cuerpo – Afirmó, con una mirada seria, poco común de ver en él – Pero, ¿por qué preguntas?


Sin darle tiempo a responder, Ben puso sus dos manos en su cabeza, y Kevin vio activarse la runa magna de protección, que, más allá de servir de escudo permanente, amplificaba todos los hechizos de... Bueno, protección, y de resistencia.


Ben: protectorem psiquis al runia magna et al vinculia – Kevin sintió como una sacudida de poder verde - protectorem psiquis al runia magna et al vinculia, ad invasorem protectorem al runia magna et al vinculia.


Kevin no sabía una mierda de magia, pero sabía lo suficiente para interpretar las intenciones detrás de las palabras más comunes de los hechizos, que había aprendido entre Ben y Charmcaster.


Pero, ¿de qué invasor mental quería protegerlo?


Kevin: ¿de qué se trata todo esto? – Preguntó sobresaltado, cuando Ben retrocedió de él – No, no, no. No más hechizos, te ves muy...

Ben: al canalis activarem – Sus ojos brillaron en verde, grietas verdes se empezaron a ver, y parecía que le costaba respirar - Al canalis, apperta vinculia, apperta vinculia ad psiquis cognisiorem, Kevin Levin.


Cuando su propio hechizo pudo volverse en su contra, dándole un choque de energía verde, Ben supo que había funcionado. Proctor no podía invadir su mente, y, si ya lo había hecho, ya no tendría influencia.

Ben 10: las aventuras de un brujo alienígenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora