Millie Kimora
Luego de mi segunda vez en pista, me fue mejor. Al bajarme y ver mis datos me sentí más satisfecha. Sasha me estaba hablando sobre la fiesta de celebración de los 40 años de prema y sobre los premios de la FIA.
—A los premios de la FIA no quiero ir—mencione yo.
—¿Por qué?
—El premio para la chica sobreviviente es para Millie Andrea Kimora—dije haciendo una voz graciosa e imitando como si estuviera en los premios. Sasha se echó a reír.
—Algún día podrás hablar de ello. Creo en tí piccola.
Yo le ofrecí una pequeña sonrisa. Me di la vuelta para ir a ver a Ollie para poderme ir al hotel a descansar, pero casi me choco con una persona. Al mirar hacia arriba por la diferencia de altura, vi a la persona que buscaba.
—A ti te iba a buscar—dije para darle un pequeño abrazo de felicidad al que me correspondió al instante—. Mejore mi vuelta, no es mucho pero algo es algo.
—Te lo dije.
Seguido de esto me agarro la mano para comenzar a caminar hacia donde estaba Kimi usando su teléfono. Ellos dos se pusieron a hablar mientras yo disociaba mirando a la nada pensando literalmente en nada. Mente en blanco. Unas manos moviéndose en mi campo de visión me sacaron de mi trance.
—Dios mío, te distraes más que yo cuando estaba en la escuela—dijo Ollie—. ¿Con quién iras a los premios de la FIA?
—¿Sola?—dije, mas sonó como una pregunta—. ¿Y si no voy? No hago ninguna diferencia.
—Podrías pasarlo bien—comentó Kimi.
—¿Y si me llevo un libro?
—Ni lo pienses—dijeron al unísono.
—Puedes ir conmigo—se ofreció Kimi. Yo miré a Ollie.
—Yo no iré, ademas Kimi no te va a comer.
Miré a ambos por varios segundos.
—Me quedo con la oferta de llevarme un libro.
—Lo que digas.
Yo asentí y me fui a darme una ducha y cambiarme. Quería ir al hotel. Al salir, vi que mi teléfono tenía 3 llamadas perdidas de Paul. Le devolví la llamada y al instante me respondió.
—Eres una chica muy ocupada—dijo cuando me contestó—. ¿Donde estás niña? Llevo semanas sin verte.
—Exagerado, me estaba dando una ducha. Estoy en el box de prema, ven para acá.
La línea murió y a los segundos un Paul Aron entró gritando mi nombre. Yo corrí donde él y pase mis brazos por su cuello mientras que él pasaba los suyos por mi cintura.
—¿Por qué a ellos si los abrazas y a mi no?—Dijo Oliver interrumpiendo el momento. Yo solo le saque el dedo del medio y el se rió.
—Maldita, no te veo desde antes del accidente y apenas y contestabas—dijo apretándome aún más.
No lo culpo. Si desaparecí un poco luego de todo.
—Te extrañé—admití. Poco a poco nos separamos ambos con una sonrisa. Paul ha sido un gran amigo para mi estos años que llevaba en Fórmula 3 y Fórmula 2, a pesar de los 3, casi 4 años de la diferencia de edad.
—¿Te crees que yo no?—dijo con una sonrisa—. Cuéntame, ¿como has estado?—dijo invitándome a caminar por el paddock.
—Dentro de lo que cabe, he estado mejorando. Se que le debo al mundo una explicación del por qué desaparecí, pero no soy capaz de enfrentarme a eso—le conté yo.
—¿Por qué no?
—Por que tengo miedo de ser juzgada por ser tan débil.— Sentí el nudo en la garganta.
—No, no fuiste débil. Fuiste bastante fuerte por enfrentarte a ese tipo de situaciones y lo peor de todo es que tuviste que hacerlo tú sola. Lamento que no tuvieras el apoyo necesario, Millie, pero aquí estoy—a este punto las lágrimas bajaban por mis mejillas; Paul me abrazó—. Dios, no sabes como perdí la cabeza cuando me dijeron la noticia. Me asusté tanto. Sabes que conmigo puedes contar al cien.
Me quede ahí en sus brazos. Ollie llegó a donde nosotros y también se unió al abrazo. Se sentía bien tener con quienes contar después de casi morir.
—No puedo crees que después de tantos meses no lo haya superado—dije yo luego de unos minutos.
—Eso no se supera de un día para otro.—comentó esta vez Oliver.
Luego de un rato, ellos dieron la idea de ir a comer helado. Yo acepté porque iba a ser la última vez que los vería hasta los premios de la FIA y la fiesta de los 40 años de prema.
Al día siguiente estaba en un avión de camino a Milan, Italia, mi hogar desde los 5 años. Mi madre estaba en un viaje de negocios y el que me recibió fue mi padre, quien había regresado un día antes para limpiar la casa para cuando yo llegara. Estaba terminando de guardar mi ropa cuando una videollamada grupal me interrumpió. Contesté al ver quienes eran.
—Ustedes no pueden vivir sin mi—fue lo primero que dije.
—Sabes que no—contestó Paul.
En la videollamada estaba Franco, Oliver, Sasha y Paul.
—Me comentaron que irás a los premios de la FIA con Kimi—dijo Franco subiendo y bajando las cejas.
—Oliver, eres un chismoso—el británico se rió—. La realidad es que no quiero ir.
—Si te sientes incómoda me avisas y nos vamos—se ofreció Sasha.
—¿Tu vas?—pregunté confundida.
—Lamentablemente.
Esa noche seguimos hablando por un rato hasta que me dio sueño y me fui a dormir no sin antes despedirme de mis amigos. Mi cama se sentía cómo el cielo. ¿Es normal extrañar tanto una cama?
Parece que sí.
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Slut!
Fanfiction"Todos lo quieren, ese era mi crimen. El lugar incorrecto en el tiempo indicado..."