Capitulo 11

355 36 2
                                    

Millie Kimora

Paul.

—Mills—sentí mis ojos aguarse—. No llores, ven aquí.

Nuevamente sus brazos me trajeron seguridad. Jamás podía estar más de un día sin hablarle. Empezó a sonar una canción bastante movida y Paul nos empezó a mover al ritmo. Yo me empecé a reír por su estupidez y le seguí los movimientos hasta no sé como terminamos en la pista de baile.

Bailé por no se cuanto tiempo pero se que mi padre termine yéndose. No tomé mucho, pero si cuide de Paul, el cual si llego al estado de embriaguez mas seguía consiente dentro de lo que cabe. Creo.

Deje a un Paul bastante feliz en una silla sentado mientras buscaba mis cosas para poder regresar al hotel. Agarré a Paul y comencé a caminar hacia afuera. Allí me encontré un Arvid hablando por teléfono y se veía bastante mal. No quise interrumpir así que intenté sacar mi teléfono pero Aron, el cual se aguantaba de mi pequeño cuerpo, tenía otros planes.

—Mira, ahí está Arvid—señaló hacia el chico.

El mencionado se despidió y vino a donde nosotros.

—¿Todo bien aquí?—pregunto viendo al rubio.

—¿Si?—contesté yo dudosa—Arvid, ¿me ayudas a pedir un Uber? Paul pesa.

El chico, en lugar de tomar mi teléfono, saco el de él.

—Tranquila, yo lo pido.

—Arvid...

—Tranquila Millie, además ya me iba.

El tecleo algunas cosas en su teléfono y luego de unos segundos lo guardó.

—Estará aquí en unos minutos.

—Bien, gracias—el chico hizo un leve asentimiento—. ¿Todo bien? Te veías frustrado hablando por teléfono.

—Si, estoy mejor que Paul seguramente.

El mencionado apenas y podía mantenerse de pie. Nos quedamos en silencio hasta que llego un auto blanco. Nos montamos y fuimos al hotel, todo el camino en silencio a excepción de los comentarios raros del estoniano. Al llegar a donde nos quedábamos, Arvid me ayudó a llevar a Paul a su cuarto. Yo entré con este a su cuarto mientras que Lindblad se iba al suyo.

Yo acosté al rubio en la cama y le empecé a quitar los zapatos.

—Millie, sabes que te quiero mucho, ¿cierto?—comenzó mientras se le trababa la lengua un poco—. Me agradas, Kimora, pero no en una manera sentimental, sino que eres una hermana para mi.

Me fui a buscar una camisa más cómoda y al regresar ya estaba dormido.

—¡Oh, Dios! Dame paciencia... y fuerzas—Me acerqué al chico—. Paul—lo llamé—. Paul.

Le comencé a quitar el chaleco y la camisa con las quejas de Paul diciendo que era menor y que no debía verlo sin camisa. Hice caso omiso a sus quejas y le puse con mucho esfuerzo la camisa para que esté más cómodo. Lo arropé y me fui a mi habitación. Me di una larga ducha y me puse mis pijamas. No me
dormí, solo me quede acostada en la cama viendo el techo.

Escuché como mi teléfono sonaba y miré el mensaje.

Escuché como mi teléfono sonaba y miré el mensaje

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¿En donde estas? Ven
a mi habitación porfa.

¿Estas vivo o muerto?

Estupida. Solo ven a mi
habitación.

Yendo.
visto

Con un poco de pesadez de salir de la comodidad de la cama, me puse mis zapatos y caminé nuevamente al cuarto de Paul

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Con un poco de pesadez de salir de la comodidad de la cama, me puse mis zapatos y caminé nuevamente al cuarto de Paul. Al llegar me di cuenta que estaba media abierta. Entré al cuarto y me encontré al chico con el cabello mojado y con solo un pantalón puesto. La camisa que le había puesto estaba en su mano.

—No me dejes tomar nunca más—dijo con la voz un poco ronca.

—¿Vomitaste?—pregunté sentándome a su lado.

—Poco después que te fueras.

—¿Cómo sabías que estaba despierta?

—Eres como un búho. Casi nunca duermes de noche o sola. Lo haces si tomas melatonina.

—Lo hago para...

—Evitar las pesadillas—terminó por mi.

Fue en cuestión de segundos que escuché como roncaba. Yo me acomodé a su lado y me arropé y continué con mi actividad de mirar al techo.

—¿Hablaste con Kimi?—me sobresalté y se empezó a reír.

—Pensé que estabas en el quinto sueño ya.

—Tus pequeños movimientos me despertaron—se pego a mi buscando un poco de calor.

—Lo siento—respondí y comencé a jugar con mis dedos—. No, no he hablado con él.

—Lo piensas hacer, ¿o...?

—No lo sé.









n/a

q creen que pase?

also, estoy un poco triste porque Paul lleva varias carreras que no completa :( (DNF) y ya bajo al 3er puesto en el campeonato

Slut!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora