Mi mejor cumpleaños

Capítulo 2: "Coincidencia"

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Kakashi se alejó de la joven para darle su espacio, no estaba seguro del por qué había hecho esa travesura, pero en el fondo se alegraba de la reacción que demostró Sakura, le manifestaba que esa barrera maestro-alumna estaba cediendo, sin embargo, debía andarse con cuidado, ella era una persona frágil que aún pasaba por la transición de superar todo el destrozo que dejó Sasuke.

*****

La noche transcurrió lenta y agradable, las calles de Konoha se encontraban baldías por la alta hora, el jounin procuró llevar a la kunoichi a su apartamento.

—Gracias por el paseo Kakashi-sensei, me ayudó mucho a distraerme —Sakura fue la primera en romper el mutismo que comenzaba a crearse.

—No es nada, me alegro que te haya ayudado, porque también me ayudó a mí —le comentó en un momento de confianza.

— ¿De verdad? ¿de qué modo?

Él sólo se rió entre dientes, antes de responder.

—Estuve haciendo informes toda la mañana y tarde, ni siquiera tuve un descanso de leer un poco, como sabrás es algo tedioso pasar el día metido entre papeles —Con expresión agotada y las manos en los bolsillos, el pobre shinobi narró la faena del día.

— ¡Pero, Kakashi-sensei! ¿Por qué no me dijo? De haber sabido, no hubiese permitido que me acompañara hasta tan tarde.

—Tranquila, tranquila, el trabajo de oficina no es tan agotador como el de una misión —Sacando las manos de los bolsillos intentó calmarla —, además estaba seguro que, si te lo contaba, te negarias al paseo. Me alegro de no habértelo dicho antes.

La chica resopló mientras negaba con la cabeza en silencio, no había manera de que su antiguo sensei se sintiera mal por lo que acababa de hacer. En fin, él era el perjudicado después de todo.

—Bueno, ya tengo que irme a dormir —zanjó la Haruno, con un encogimiento de hombros apenas visible.

Kakashi la observó por un instante y suspiró para sus adentros, lamentaba que no pudieran seguir paseando, la había pasado bien, como hacía mucho no la pasaba. Ni siquiera esas noches con Genma cuando lo arrastraba a los discretos sitios de acompañamiento, le llegó a resultar tan grato como le había parecido éste simple pero ameno paseo con su antigua alumna. Estaba claro que nada más allá podía ocurrir. Ella era mucho menor y él catorce años mayor y por si no fuera poco, su antiguo sensei. Sin duda lo mejor era mantener el margen que siempre cuidó y no entrar en terreno prohibido. ¡Vaya! El simple hecho de estar pensando en algo más con Sakura era un absoluto absurdo.

—Buenas noches Kakashi-sensei, me agrado salir con usted —Suaves y delicadamente, las palabras salieron de sus labios, articulando sólo lo necesario para que cada sílaba fuera entendible —. repitamos otro día —Una sonrisa de labios unidos hizo que sus pómulos se inflaran y le dieran ese intrínseco aire de candor que siempre destilaba cuando estaba feliz.

Con las manos en los bolsillos y una pose relajada, el hombre entornó la mirada y sonrió bajo su máscara.

—Claro... Cuando quieras repetiremos el paseo —respondió con gran serenidad y un dejo de agrado ante la idea en sus palabras.