Hace siglos atrás, existió una historia muy poca conocida, una historia de amor de dos amantes que se enamoraron, sin importar el castigó que podría caer sobre sus cabezas.
Un Rey que no elegía a quien entregar su corazón, se enamoró de su sobrina...
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─Majestad. ─Una radiante mujer, de apariencia joven, hermosa ante los ojos de los demás, hizo su presencia, saliendo de su residencia para recibir al Joven Rey.
─Alteza. ─Saludó Yoongi haciendo una reverencia.
─Es de gran alegría contar con su compañía el día de hoy. ─Animada hablo, entregando una sonrisa acogedora. ─El príncipe Jihoon, espera adentro.
─Perdoné que la interrumpa, alteza, pero~ ... ¿Para qué solicitó mi presencia el día de hoy? ─Preguntó, bajando la mirada, ocultando los sentimientos que provocaba compartir su tiempo con aquella mujer.
─Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que nos ha visitado Majestad. Esta residencia ha perdido su brillo desde que su Majestad dejó de frecuentar.
Yoongi, guardó silencio, mirando el lugar que hace mucho no había pisado, los árboles y las flores que adornaban el pequeño parque, traían a su mente recuerdos vagos de su madre, siendo doloroso recordar. Tal vez era por ese motivo que no visitaba la residencia de la mujer, después de todo, habían pasado 6 años desde la última vez que visitó la residencia de aquella mujer.
Cuando llegaron a la residencia, Yoongi entendió porque su presencia era solicitada, un gran banquete como desayuno había sido servido, su hermano menor, esperaba sentado en su lugar, vistiendo un traje azul.
Jihoon, era una de las personas con quién compartía pocas palabras, si no fuera por Hoshi, tal vez jamás se dirigirán la palabra. Ante Yoongi, su hermano menor era extraño, callado que jamás salía de sus aposentos, compartía la mayor parte de su tiempo con su madre.
─Majestad. ─Jihoon, el segundo hijo del Rey difunto se puso de pie haciendo una reverencia de 90°.
Yoongi no soltó ni una palabra y se dirigió a su lugar.
─Es bueno habernos reunido el día de hoy. ─Agregó la reina acompañado de una sonrisa─Oí que su Majestad acompañará en la detención de rebeldes ¿Irás? ─Cuestionó, acomodándose en su asiento.
─No puedo cuestionar las órdenes de mi tío. ─Respondió ─Se me ha ordenado encargarme de los fugitivos que han estado cruzando las fronteras del Reino Sur y Norte. ─Respondió con la mirada baja, esquivando la mirada de la mujer que mantenía una sonrisa amable en el rostro.
─Si es así, entonces te deseo mucha suerte Majestad, espero que su corazón se ampare y le dé una segunda oportunidad a las personas que han estado ingresando ilegalmente al Reino. ─Agregó, antes de tomar el té que estaba servido.
─Madre. ─Llamó Jihoon, interrumpiendo la conversación. ─Si me permite, no creo que esté sea un tema adecuado que tocar el día de hoy, su Majestad está de visita y hablar de los deberes, no creo que sea adecuado. ─Habló mirando a la mujer.