Hace siglos atrás, existió una historia muy poca conocida, una historia de amor de dos amantes que se enamoraron, sin importar el castigó que podría caer sobre sus cabezas.
Un Rey que no elegía a quien entregar su corazón, se enamoró de su sobrina...
"Cuándo el destinó toma las riendas de tu futuro, no puedes hacer nada más que esperar el final".
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__ 15 de Mayo del 1325 __
__ ACTUALIDAD __
No pasó mucho tiempo, cuando Yoongi comprendió por completo el consejo que había oído por parte de Jung Hyeok, el mismo que traicionaba a su Reino, llevándose algo valioso del palacio.
El diario personal de la Reina había desaparecido, que contenía las últimas palabras de la muerte y según rumores, contenía los nombres de los traidores que se habían levantado contra su Reino, junto a eso el diario de registro de los exámenes que se había hecho hacia la mujer el último día, antes de que falleciera. Muchos documentos habían desaparecido, el registro de entrada y salida de los extranjeros hacia el Reino Sur, también había sido rodaba, aquel libro que contenía los nombres de todos los que hacían ingresos al Reino, y sobre todos los bienes que habían sido entregados ilegalmente a los ministros de alta posición.
─Señor, ¿Cuál será nuestro último movimiento? ─Preguntó, un hombre que vestía de traje militar.
─Ministro Park, dijiste que Jung Hyeok, cuida de tu hijo ¿Verdad?
─Si
─Entonces es hora de que los busques, si hallamos su paradero, también lo haremos con Jung Hyeok. Recupera a tu hijo y el diario de la Reina.
─Si, señor. ─Hizo una reverencia, sin antes entregar una mirada filosa al hombre que vestía de telas finas, el tutor Real del Rey del Sur.
─Ministro Park. ─Detuvo el paso del ministro que salía, para cumplir las órdenes del cuñado y tutor Real del palacio. ─Traeme vivo a todos los que traicionaron al Reino.
─Si, señor. ─Hizo una reverencia más y salió de la gran casona, donde realizaban la reunión.
Park Jongseong, sujetaba su espada con fuerza, pensando la manera de cómo hallar el paradero de su hijo, las órdenes directas eran claras. Cumplir con aquella misión, le ayudaría a ganar la confianza principal tutor del Rey y le ayudaría a sumar más poder.
Caminaba por algunos pasillos amplios, hasta ver la presencia del Rey, caminando hacia su dirección, detuvo el paso y se hizo un lado, bajando la cabeza.
─Majestad. ─Saludó, haciendo una reverencia.
─Profesor Park. ─Saludó Yoongi, deteniéndose, mirando al hombre que llegaba a ser intimidante. ─¿Qué le trajo hasta aquí? ─Preguntó, bajando levemente la mirada, evitando mirar diferente a los ojos del pelinegro.
