¡No puedo amarte! ~Papulince :v × Panafresco 😳~

Algo

—Él y yo fuimos amigos desde muy niños –comenzó el Papulince a lo que Panafresco puso atención —recuerdo que nos decíamos "perro" y "garrapata" porque siempre andábamos juntos, yo era la garrapata.

—Eso es tan... ¿lindo?

—Jaja, tal vez, cómo sea, todo estuvo muy bien durante mucho tiempo, hasta que entrando al bachillerato una amiga me acusó a mí y a un tipo de difundir fotos íntimas de ella –continuó explicando, su voz estaba impregnada con una especie de resentimiento.

—¿Así de la nada?

—Sí, y nunca entendí que fue lo pasó en realidad, pero hoy Otaku me contó todo, porque él siempre supo el porque –por un momento, su voz se quebró para luego volver a su tono anterior casi al instante, cosa que Panafresco logró notar, por lo que dejó una pausa para dejar que se calmara un poco antes de volver a preguntar algo.

Pero eso último fue contraproducente porque el moreno parecía ponerse peor conforme avanzaban los segundos.
Ante esto, retomó la conversación de manera nerviosa:
—¿Por qué no te había dicho?

—Ya entro en eso, bueno, esta chica tenía un novio, quien era un reverendo pendejo, recuerdo que era muy arrogante y se la pasaba presumiendo que era hijo de un sicario, aunque claro, nadie le creía y nunca lo demostró, además, Otaku me contó que obligaba a la chica a pasarle fotos... tú sabes a que me refiero.

—Qué mierda, ¿y entonces fue él?

—Si, resulta que ella se tomaba las fotos en una app diferente y luego las enviaba en montones, así que en una de esas también me las mandó a mí por accidente.

—¿Y eso cómo provocó lo otro?

—Supuestamente, cuando el novio le revisó el teléfono la mañana siguiente, se dio cuenta de las fotos, entonces la dejó y publicó todas las que tenía en las redes de forma anónima, luego, ella pidió ayuda y las autoridades intervinieron.

—No me hace sentido, o sea, ¿está ardido porque piensa que le mandó fotos a propósito a otro y para vengarse las difunde para todos? –exclamó él, intentando conectar una cosa con la otra, mientras que el Papulince lo miraba con atención.

—Supongo que en su cabeza tenía sentido, pero si de por si las cosas no cuadraban del todo, con todo lo demás simplemente empeora –se detuvo unos instantes mientras se acomodaba en la silla, tomó aire y regresó al relato —ellos volvieron a ser novios, en algún punto entre ella pidiendo ayuda y los primeros interrogatorios.

—¿Por qué crees que fue?

—No tengo ni idea, Otaku dijo que ella le confesó todo, y que también había borrado las fotos para ambos en el chat y por eso nunca se encontró algo que me inculpara.

—¿Cómo no te diste cuenta?

—Creo que me las mandó muy por la noche, yo ya estaba dormido y en ese entonces casi no usaba el teléfono por la mañana antes de ir a la escuela, supongo que todo ese desastre pasó en ese lapso de tiempo, tengo recuerdos vagos de entrar al chat y ver muchos mensajes eliminados.

—Entiendo –exclamó el Panafresco creyendo en la explicación, por lo que cambió de tema —dijiste que acusaron a otro tipo, ¿lo conocías?

—No, pero Otaku me lo explicó, en el post pidiendo ayuda se habló en plural sobre los responsables, contradecirse es de lo peor que se puede hacer en una investigación, se les hizo fácil buscar a quien culpar para sostener su estúpida mentira, además de mí, tenían que buscar a otra persona, y según Otaku, él era el típico chico que no habla con nadie, supongo que creyeron que no se iba a defender.