¡No puedo amarte! ~Papulince :v × Panafresco 😳~

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Era un día bellísimo, los gatos se peleaban en los techos, el sol era tapado por las nubes mezcladas con smog y hacía mucho aire así que en el cielo volaban bolsas de Cheetos, así es, se acercaba una tormenta.

—Qué clima más raro –se quejó Otaku mientras veía a su amiga sacando ropa del clóset a lo loco —ayer estaba haciendo un calor que dan ganas de quitarse el suéter.

—El calentamiento global, supongo –respondió tomando las prendas que usaría y casi que corrió al baño de la habitación en donde se encerró.

«¡Hazme un favor y guarda la ropa que saqué!» Se le escuchó gritar a la Fujoshi desde el otro lado. Otaku observó el desastre.

—No.

Fujoshi lo abucheo y comenzó a cambiarse.

—¿En serio vas a ir con este clima?, Puede que te agarre la lluvia –cuestionó un tanto preocupado.

La Fujoshi se tardó en contestar, al parecer se había quedado pensando en algo.

«¡Toma mi teléfono y llama a Panafresco!»

—Uy, tu novio –se burló y siguió la indicación dada, el ya se sabía la contraseña —¿cómo lo tienes registrado?

«Ahhh... ¡Mierda!, ¡No tengo su número!» dijo terminando de ponerse el pantalón, salió del baño y fue donde su amigo.

—Tarada.

—Ahhh, bueno, ni modo, voy a ir dónde le dije que lo encontraría y sí no va, iré a su casa y lo cagaré a trompadas –comentó a la vez que buscaba que ponerse en los pies.

—¿Te llevo?

—Sí, por favor.

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—¿Cómo me veo? –le preguntó Panafresco al Admin mientras hacia una T-pose, quería verse de lo más fresco y fachero ante el Papulince.

—Igual de maricón que siempre –respondió con la pura intención de hacerlo enojar.

—¿Insinuas que soy marica?

—Si, y mucho.

—Tsk, yo soy una persona normal, no como esos "lgtv" –respondió de forma orgullosa, defenderse a la vez que insultaba a otros le parecía lo máximo.

—Si, si, como sea, no te enojes –exclamó tranquilo, y guardó un pequeño silencio hasta que se percató de algo —¿y por qué te interesa verte bien?, las únicas veces que te ha preocupado fueron cuando ibas a intentar ponerla –le dijo para luego reírse, lo cuál hizo que el otro se pusiera rojo, quién sabe sí por la vergüenza o por la furia, o tal vez ambas.

Panafresco se dió cuenta que lo que su amigo le estaba diciendo era cierto.

—¡Ya!, primero; quiero verme bien ya que hoy comienzo a hacerlo pedazos, cuando llegue el día, ya verás cómo me vestiré, y segundo, ¿me veo fresco sí o no? –explicó ya un tanto harto de la situación, cosa que se notó en su voz de pito.

—Claro que sí mi rey.

—Al fin –soltó aliviado y luego checó la hora —ya me voy.

—Adiós, suerte poniéndola.

—Mierda, ya cállate.

Panafresco salió y se dispuso a irse en su bici, ya no estaba, maldijo a gritos un buen rato mientras Admin sólo lo escuchaba desde dentro, eso hasta que pana se dió cuenta de que se tendría que ir en autobús, a pie o conseguir que alguien lo llevara y entonces se apuró.

Definitivamente llegaría tarde.

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—¡Gracias! –dijo Fujoshi bajándose del auto para encaminarse y entrar al parque.