Intentando

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—Otaku, Otaku, Otaku, hay que ir por Papu –exclamó Fujoshi mientras se acomodaba el largo vestido estilo campirano que se había puesto.

—Si... –le respondió sin pensar, hasta que se dió cuenta de lo que le había dicho —¡digo!, ¡no!

—Si, y así de paso hablas con él.

—¡No!, ¡no puedo hacerlo! –chilló nervioso, no se sentía en lo absoluto preparado.

—Claro que sí, se lo debes.

—Fujoshi...

—Na-ah-ah, vas a hablar con él y vas a arreglar las cosas te guste o no –replicó ella poniéndose los zapatos, mientras que él sólo podía negar con señas.

—¿Y si lo vuelvo a arruinar?

—Pues no creo que seas tan pendejo –exclamó ella en son de broma para luego agarrar su teléfono y marcar un número.

—¿Qué estás haciendo?

—Voy a avisarle a Papu que vamos a pasar por él para que no vaya a agarrar camión –explicó la chica muy quitada de la pena mirando el teléfono, muy contrario de su amigo quien se estaba comenzando a alterar.

—¡Fujoshi!, ¡no!

—¿Bueno? –se escuchó decir a la voz del otro lado de la línea gracias al altavoz, por lo que Otaku se llevó las manos a la cara con sumo nerviosismo.

—¡Hola!, ¿cómo está el niño Pacman? –saludó Fujoshi y una risita inocente se hizo presente por parte de él.

—Yo muy bien, ¿tú?

—Bien, bien, cómo ya sabes vamos a ir con Pana, pero, te llamaba para avisarte que Otaku me va a llevar y vamos a pasar por ti, en unos veinte minutazos

—¿De verdad? –preguntó él con emoción, luego hubo un silencio en el que Fujoshi se le quedó viendo a Otaku y él a ella, diciéndose todo con la mirada.

—Si, así que, allá nos vemos –finalizó ella para después colgar, se puso de pie ya que se había terminado de alistar y se encaminó a la puerta de salida —come on baby.

—Creo que me voy a infartar –alcanzó a soltar Otaku antes de salir junto con ella.

Una vez fuera, se subieron a la carcacha y anduvieron un rato hasta llegar a la casa del Papu, ahí, Otaku se detuvo pero no pitó, le daba demasiado nervio, al notarlo, Fujoshi si lo hizo, pero fueron tantas veces que el chico pacman tuvo que gritar desde la ventana que ya iba.

—Mira, este es el plan, quiero llegar a comprar algo, así que te paras cerca de una tienda y mientras no estoy hablas con él –ordenó ella mientras Otaku la escuchaba sin dirigirle la mirada.

Él no pudo decir nada, pero asintió y eso le fue suficiente a Fujoshi, y, de un momento a otro Papu ya estaba al lado del auto abriendo la puerta

—Hola –saludó una vez estuvo adentro, la chica contestó de manera animada pero Otaku no dijo absolutamente nada.

Arrancaron y nadie se atrevía a hablar, de vez en cuando Fujoshi trataba de inciar una conversación pero se arrepentía incluso antes de soltar el primer fonema, el ambiente era cuanto menos pesado.

Miraba por la ventana en busca de una tienda adecuada, mientras que el chico pacman permanecía callado jugando con sus manos y tocando todo lo que le llamara la atención del auto.

—¡Aquí!, ¡aquí!, ¡aquí! –exclamó ella una vez encontró la indicada y Otaku estacionó —tengo que ir por algo, ya vuelvo.

Fujoshi se bajó dejando solos a ambos chicos, cómo Papu iba atrás, Otaku lo miraba por medio del retrovisor interior, notaba que seguía igual de inquieto que siempre porque no paraba de moverse y mirar por las ventanas, pero en efecto, evitaba direccionar su vista hacia el frente.
El tiempo estaba pasando y aún no habían hablado, el conductor dio un respiro pesado mientras sentía su corazón palpitar de forma que pareciese que le iba a reventar en cualquier momento, abrió la boca y apenas pudo soltar un muy nervioso:
—Oye, Papulince...

¡No puedo amarte! ~Papulince :v × Panafresco 😳~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora