Pensamientos impuros

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Ola
Pero no de mar, ola de saludo

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—¿No crees que espiar está mal? –susurró Pibe mirando con un rostro amargado a Fujoshi, quien estaba pegada a la puerta.

—Shh, deja escuchar como florece el amor –le dijo ella, emocionada por lo que se estaba imaginando que estaba sucediendo en el cuarto a base de lo que se oía.

—¡Hey!, ¡ustedes dos! –les habló Admin desde la cocina mientras les hacía una seña indicando que fueran donde él.

Ambos obedecieron y se fueron a sentar al comedor, para luego ser acompañados por el mayor.

—Ay, me siento tan metiche... ¿les está yendo bien?

—Bastante diría yo, de hecho, ellos están...

—No necesito saber nada más –la interrumpió Admin, a lo que ella frunció el ceño.

—Ay, ¿por qué?, íbamos a echar chisme.

—Jaja, no.

—De acuerdo, señor amargosidad.

—Yo no creo que sea amargado –reclamó Pibe, molesto y con los brazos cruzados.

—Bueno, ah, sólo estaba bromeando –exclamó ella un poco nerviosa, la presencia de aquél individuo estaba comenzando a incomodarla, pero no había que hacer.

—Oye Fujoshi, ¿por qué aún no quieres que sepan que estás aquí? –cambió de tema el otro al darse cuenta de la situación.

—Porque quiero que estén a solas para que hagan lo suyo, ¿no es obvi?

—Bueno, pero ya no espiarás.

—¿Y entonces qué se supone que haga?

—Ay no lo sé, ¿qué podrá ser?, ¿platicar conmigo quizá? –le dijo Admin de manera divertida a modo de invitación y ella le sonrió en respuesta, pero todo esto estaba siendo observado por el tercero y no le gustaba en lo absoluto.

—¡Hey!, ¡estoy aquí!, ¿¡saben!? –se metió Pibe poniendo una silla entre el pequeño espacio entre ambos y sentándose en ella, con toda la intención de fastidiar y separarlos lo máximo posible.

Admin rodó los ojos molesto y Fujoshi bufó incómoda, pero ninguno de los dos le quiso seguir el juego al muchacho, resignándose a tenerlo ahí.

De vuelta a la habitación del panafresco, el par por fin se separó del abrazo y se detuvieron un momento para apreciarse el uno al otro, con sólo uno de ellos logrando descifrar los sentimientos ocultos en la mirada ajena.

Papulince sonrió con suma dulzura y una emoción indescriptible ante su aparente descubrimiento, sin embargo, ahora estaba un poco nervioso y sin saber que decir.

—Oye –habló el panafresco, llamando la atención del otro.

—¿Sí?

—¿Aún estoy rojo?

—Mucho, diría que te va a reventar la cara en cualquier momento –se burló el chico pacman por lo que el contrario se molestó —pero te sigues viendo bonito.

—Ya párale, que un hombre me diga eso me destruye el alma –pidió el de tez blanca fingiendo un tono afeminado y dramático, lo que hizo reír al Papulince.

—¿Por qué?, es un halago.

—Sí, pero eso debería venir de las viejas, no de otro tipo.

—¡Jaja!, ¿y si no me detengo cuáles serían las consecuencias? –preguntó Papulince intentando resaltar que no pasaría absolutamente nada.

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⏰ Última actualización: Jul 22 ⏰

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¡No puedo amarte! ~Papulince :v × Panafresco 😳~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora