Hospital

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Las horas pasaban y con ello el lazo que ambos habían creado se fortalecía cada vez más. Ambos seguían en el rincón de aquella oficina, abrazados mientras las feromonas de ambos se acumulaban en el lugar. El Alfa acariciaba el cabello del Omega con cuidado, tenía miedo de dañarlo de hacerle algo, pero todos esos sentimientos eran por parte de su lobo, no de su lado humano, su lobo era el que quería al Omega, aquel alumno.

El más pequeño en aquella habitación empezó a despertar, hizo algunas muecas, pues su cuerpo se sentía raro y tenía un fuerte dolor en su cuello, se sentía caliente y mareado. Intento estirarse pero el cuerpo del mayor se lo impido, eso lo hizo abrir los ojos y después de parpadear unas cuantas veces, sonrió, sonrió al ver a su alfa, por qué si, ese era su alfa, su alma gemela, la persona con la que pasaría el resto de sus días y en esa sonrisa le estaba diciendo que lo aceptaba, que aceptaba estar con el, sin importar que. Se acomodo y se acurrucó en el pecho del alfa, era increíble como sus cuerpos se acoplaban de manera perfecta.

Ahora que ambos estaban despiertos pudieron controlar mejor la cantidad de feromonas que liberaban y eso hizo que el calor y el ambiente cambiará. Poco a poco cada quien iba recobrando su conciencia, su parte racional y humana estaba regresando y con ella el caos comenzaría.

Se sentía como despertar de un hermoso sueño, aún tenía una sonrisa en su rostro y no se había despegado del pecho del alfa, se sentía tan cómodo por lo que no espero ser empujado bruscamente, cayendo de espalda y golpeando su cabeza contra el piso. Se quedó quieto aún en el suelo y solo soltó un quejido adolorido.

-Que mierda crees que haces?!—el Alfa ya no lo miraba como antes, ahora era una mirada de confusión e ira—

Se levantó con cuidado y sobo su cabeza, no quería hablar o tal vez no podía hacerlo, su cuerpo no parecía responderle de una manera correcta. Aún seguía un poco aturdido por las acciones tan repentinas.

-Que no me escuchaste?!!, Lárgate de aquí!!— el docente gritaba de forma histérica y al ver que no había respuesta por parte del menor, lo tomo de un brazo y lo jaloneo para sacarlo de la oficina, poco le importo dejarlo caer ya afuera de ahi—

El Omega de inmediato comenzó a llorar y unos minutos más tarde ya estaba rodeado por muchas personas, eran los paramédicos y policías, los cuales se habían quedado ahí para esperar a que salieran y atenderlos. Empezaron a revisarlo, y sin que el menor se diera cuenta, a causa de que seguía en un estado de shock, lo subieron a la ambulancia la cual no tardó en arrancar en dirrección al hospital. Todo estaba pasando de manera rápida, no podía procesarlo, lo intentaba pero su mente se distraía en algo más importante.

Cuando llegaron al hospital se dio cuenta de que el profesor de matemáticas iba junto a los policías en el auto, al verlo solo se sintió peor y el llanto aumento, uno de los paramédicos lo termino cargando por qué sus piernas no respondían. Lo llevaron dentro del hospital a una habitación bastante grande en la cual también entro el Alfa.

El Omega solo lloraba y el profesor nisiquiera lo veía, ambos eran atendidos por los y las enfermeras, a Dan le curaron los raspones que se había echo cuando el Alfa lo saco de la oficina, revisaron su marca y la cubrieron con una gasa para evitar infecciones. Al mayor solo le dieron una revisión rápida, para que después todos los enfermeros salieran y los dejaran solos.

Dan que estaba sentado en la camilla intento bajarse con intenciones de acercarse al mayor, jaekyung fue más rápido y se levantó, alejándose más de el.

-Vamos a aclarar algunas cosas— dijo el Alfa con una voz fría, una voz que hacia temblar a Dan— en primer lugar no le dirás a nadie sobre ésto—

El pequeño solo asintió, en señal de que lo aceptaba.

-Segundo, tu y yo no tenemos ninguna relación, esto no nos une de ninguna manera. Haci qué no te hagas ilusiones, jamás saldría con alguien de tu nivel— sus palabras parecían estar llenas de odio o rabia, Dan no podía distinguirlo muy bien, estaba pensando en cosas más importantes, y su corazón se apretaba de una manera dolorosa— y por último, buscaré la manera de que esté "lazo" se rompa, poco me importa si tienes que perder tu maldita glándula de olor, yo no pienso estar unido a ti de ninguna manera—

-Q-ue? No pu-ede ha-cer eso— Dan negó lentamente y el arrepentimiento llegó casi de inmediato al sentir que el Alfa lo tomaba bruscamente del pelo jalandolo hacia atrás, obliandolo a verlo directamente a la cata—

-Cres que no puedo?!! Yo hago lo que se me da la gana!! Incluso podría matarte con tal de no estar ligado a ti!!— ahora sí lo entendía, ese alfa lo odiaba, no sabía porque pero lo odiaba de una manera en la que Dan no entendía. Solo pudo llorar cuando el Alfa lo aventó a la camilla—

Escucho el azote de la puerta y cerro los ojos con fuerza, llevo sus rodillas hacia su pecho y las abrazo con fuerza, lloraba de una manera tan dolorosa que los enfermeros no querían acercarse a la habitación. Los llantos no cesaron hasta que escucho una voz muy familiar.

-Dan, mi pequeño— su abuelita había entrado a la habitación y la vio corre hacia el, de inmediato se levantó y la abrazo, volviendo a llorar— ya ya, ya estoy aquí.

-Abu-ela— el pequeño Omega se aferraba al abrigo de su abuela, y están intentaba consolarlo con suaves palabras—

Ya estás a salvo, nada malo va a pasar por qué yo estoy aquí— el pequeño solo asintió y su llanto bajo lentamente hasta que desapareció—

Dan había caído dormido, eran muchas emociones por un día, había recibido la marca de su alfa para que después este lo rechazara de la peor manera.




Mi destino es usted, profesor Joo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora