llamada

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Dan estaba en un lugar oscuro y húmedo, había olores extraños ahí, sabía que otras personas estuvieron en ese lugar por qué había feromonas impregnadas en las paredes, feromonas que indicaban el miedo, desesperación y tristeza de las personas. No sabía exactamente cuánto llevaba ahí, al principio Despertó y estaba mareado a causa de algo que le habían dado, no recordaba mucho solo ver negro y después despertar ahí. Había estado pensando mucho, desde lo que pasó con Jaekyung hasta lo que le podría pasar, por qué aún no aceptaba que su alfa lo hubiera engañado tan fácilmente, no quería recordar los gemidos y jadeos que soltaba ese Omega al estar en los brazos de su alfa, el dolor que lo recorría al recordarlo era insoportable y no podía describirlo, solo sabía que dolía, quemaba cada parte de su cuerpo, lo hacía sentir débil. Después comenzó a pensar lo que podrían hacerle en ese lugar, lo más seguro es que lo venderían al mejor postor, no es como que sería la primera vez que abusan de el, solo que estaba vez no conocería a su agresor, podría ser cualquier persona y lo podría tratar peor que su alfa.

Estuvo pensando eso por lo que para el fue una eternidad, cada vez se sentía más devil, el miedo lo carcomía, su cuello se sentía frío y estaba temblando sin control. Nisiquiera podía pedirle ayuda a su alfa, llamarlo por medio del lazo por qué sabía perfectamente que el Alfa ya estaba con alguien más, sentía que en cualquier momento su lazo sería roto, por ello no quería pedirle ayuda al alfa, sabía que el no se significaba nada para jaekyung, solo era un trozo de carne en el que podía meter su pene para que se le diera la gana, Dan termino aceptando eso.

Estaba sentado en una esquina de la habitación, recargado en la fría pared manteniendo los ojos cerrados, contando del uno al diez solo para mantener su mente distraída, se sobresalto cuando escuela puerta abrirse y a un hombre entrar por ella, era algo y robusto se veía muy fuerte y daba más que miedo pero muy intimidante y más con las cicatrices repartidas por todos su cara. No dijo nada solo se acercó tomo a Dan de un brazo y lo arrastró por la habitación hasta sacarlo de esta. 

-Suelteme, me lastimas— Dan intentaba levantarse para ya no ser arrastrado por el asqueroso suelo—

-Quieta rata, te necesito tranquilo por ahora— soltó al Omega hasta que estuvieron en otra habitación, más grande que la anterior—

Dan que estaba en el piso intento levantarse pero fue pateado para que no lo hiciera, el responde de esto fue un hombre regordete que apestaba a sexo y por un momento pensó que ahora sería ese hombre el que cometería diversos actos sexuales con el, pero borro ese pensamiento al escuchar la conversación del otro hombre, al parecer no iban a venderlo por qué estaba marcado y no valía nada.

-Llámalo ahora, necesito que escuche todo—

El Omega no sabía que ese sería el inicio de su tortura.
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Jin y jaekyung iban en una camioneta los dos juntos, se separarían casi llegando a las bodegas, ambos estaban tensos y preferían no hablar aunque eso solo aumentaba la incomodidad en el ambiente, ambos se sobresaltaron al escuchar el sonido de una llamada entrante en el teléfono de Jaekyung, lo tomo y reviso el número aunque esté era uno totalmente desconocido.

-Deben ser ellos— dijo Jin mientras suspiraba— contesta—

Y así lo hizo el Alfa más joven contestó la llamada y coloco el altavoz por el cual la voz áspera de una persona se hizo presente.

-Buenas tardes, señor joo— aquella vos hablaba con total tranquilidad—hay alguien que quiere hablar con usted— algunos quejidos se escucharon y Jaekyung reconoció la voz de inmediato— vamos habla—

-Jaek-yung— se escuchó la voz de dan, una voz entre cortada y de la cual salían más gemidos de dolor que palabras, cosa que hizo hervir la sangre de jaekyung en rabia—

El hombre callo al pequeño Omega antes de que pudiera decir algo mas.

-Es mejor que no le hagas nada, lo quiero sano y salvo— eran más gruñidos que palabras en si, pero aún se entendía el mensaje—

-Y si no que?, Esta cosa es muy divertida, le das un golpe aquí y de inmediato grita— lo siguiente que se escucho fue un fuerte golpe seguido por un grito de dolor para después dejar salir pequeños jadeos adoloridos— vez?—

Jaekyung estaba temblando, escuchar los gritos de su Omega eran la peor tortura que pudo haber imaginado. Nunca pensó que escuchar algo así lo hiciera perder la respiración y la fuerza en todo su cuerpo, era como si los golpes los recibiera el.

-Ya no dices nada?— pregunto en un tono burlón — supongo que con que escuches es suficiente—

Jaekyung se silencio para que su voz no se escuchará, estaban apunto de llegar y necesitaban separarse.

-Me iré, ten cuidado y no te desconcentres tienes que salvarlo— le dijo Jin antes de que se fuera—

La camioneta siguió en marcha después de ese pequeño momento, la llamada seguía en curso y no sé escuchaba mucho, solo los gimoteos dolorosos de su omega. Pensó que eso seguiría al menos por uno minutos pero no, pronto los gritos de Dan se hicieron presentes, eran gritos desgarradores, llenos de dolor y pánico, no sabía en qué momento pero el sonido de los golpes había aumentado y con ellos los gritos de agonía del pequeño. Los gritos se convirtieron en un pequeño aullido de desesperación, un aullido especial para llamar a su alfa en busca de protección. Esto los hizo detenerse por un momento para poder reírse.

Jaekyung ya nisiquiera estaba consiente de lo que hacía, su parte racional se había evaporado y solo quedaba esa parte animal, la cual buscaba a toca costa recuperar a su pareja.

Los aullidos cada vez eran más débiles, lo que alteraban al alfa así que en cuento estuvieron en el lugar correcto bajo corriendo, aún no termina la llamada necesitaba saber en qué es lo que pasaba con su Omega, prefería escuchar los aullidos de dolor a ya no escucharlo, por qué  eso solo se significaría que el Omega no había resistido.

Los hombres que lo acompañaban bajaron junto a el y pronto rodeado la bodega, jaekyung colgó al darse cuenta de que los aullidos podían escucharse cerca. Se preparó mentalmente y entonces todo comenzó, rescatarla a su Omega.
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-Ohh pero miren, parece que colgó y nunca dijo nada interesante— el hombre se agachó cerca del cuerpo de Dan— poco le importaste—

Dan apenas si podía respirar, la sangre que brotaba de su nariz y boca lo estaba ahogando, aún chillada llamando a su alfa en un intento desesperado de dejar de sentir dolor.

Solo vio la señal que el hombre hizo y pronto los golpes regresaron, eran patadas en todo su cuerpo, incluso había sujetos que lo golpeaban con palos y otros objetos. El dolor en todo su cuerpo era indescriptible, sangre brotaba de todas partes y ya nisiquiera tenía fuerzas para seguir llamando a su alfa.

En algún punto de la tortura recibió un fuerte golpe en la cabeza, tan fuerte que al instante se desmayo aunque eso no estuvo a los hombres de darle otro golpe igual de fuerte.

-Jefe, creo que ya se murió— los hombres dejaron de golpearlo y admiraron su aberración por un par de segundos—

-en un rato nos vamos, tenemos que entregar mercancía— nisiquiera le prestó atención al pequeño cuerpo en el piso rodeado por un charco de sangre—

El señor estaba tan confiado de sí mismo que nunca espero ser interrumpido por jaekyung, el cual entro disparando a todas partes, no parecía estar cuerdo, sus ojos estaban totalmente dilatados y su aroma era denso, tanto que incluso lastimaba la nariz al olerlo.

El jefe de es pequeño lugar de inmediato se escondió e intento irse, pero fue atrapado rápidamente por los hombres de jaekyung, al no estar preparados para un ataque así fue fácil derrotarlos por qué nisiquiera eran muchos en ese lugar.

Jaekyung encontró a su Omega tendido en el piso, no supo cómo reaccionar, la imagen era horrible, la cara de Dan era irreconocible por lo golpes que habían hinchado su cara, tenía hematomas por todo el cuerpo y no se movía, no respiraba.

El Alfa lo tomo en brazos y sin pensarlo dos veces salió corriendo de aquel lugar para que su Omega fuera atendido. Subió a la camioneta y le indico al chófer que necesitaba ir a un hospital, en el camino el Alfa iba abrazando a su omega, estaba aferrado a el mientras soltaba pequeñas lagrimas de sus ojos.

Era incierto si Dan a esas alturas seguía con vida o no.

Mi destino es usted, profesor Joo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora