Mi destino es usted, profesor Joo

primer día de clases

Un pequeño Omega corría con desesperación buscando su salón, había llegado tarde por quedarse dormido y para colmo la nueva escuela era tan grande que estaba seguro de haberse perdido. Si hubiera llegado antes podría haber alcanzado a los que serían sus nuevos compañeros y dirigirse con todos ellos a su salón pero no, Dan tenía que haberse quedado dormido por estar leyendo tontería y media en su teléfono. Se arrepentía si, pero no era momento para pensar en eso tenía que darse prisa o llegaría más tarde.

Cuando pensó que ya no podría más se paró a descansar en medio de un pasillo, diviso el número 102 su nuevo salón de clases, suspiro y se reincorporo para después acercarse y tocar la puerta levemente, mientras aún jadeaba por un poco de aire.

-P-profesor alguien está en la puerta— un joven, al parecer omega por su físico dio aviso al docente—

El profesor soltando un suspiro se levantó de su escritorio y camino hacia la puerta abriéndola.

-Que necesita jovencito?—cuestionó después de unos segundos viendo al chico—

-...puedo ingresar a su clase?...por favor––el Omega de inmediato bajo la cabeza, el Alfa lo intimidaba en sobre manera y sentia un hormigueo recorrer su cuerpo al estar frente a el, eso jamás se había pasado, tal vez se debía a que el Alfa era dominante.—

-Por qué llegó tan tarde? Todos sus compañeros estuvieron puntuales y ya iniciamos la clase, sería injusto para ellos interrumpirla por qué usted no sabe ser puntual—el maestro nisiquiera lo miraba, estaba atento a las personas dentro del aula, vigilando su comportamiento, aunque no fuera necesario, ya que con solo su presencia todos los alumnos sabían que tenían que guardar silencio y prestar atención—

-Lo sie-nto mucho, señor. Le pro-meto que no volverá a ocurrir, solo por fa-vor déjeme entrar—el Omega trataba de controlarse y que sus palabras no se cortarán, sentía que su quijada temblaba a causa de los nervios y el miedo que sentía–

-Le pregunté algo, acaso no sabe seguir indicaciones?—pregunto el mayor con una cara de evidente fastidio, ese nuevo alumno suyo no contestaba correctamente sus preguntas—Y al parecer tampoco sabe que debe ver a la gente a la cara mientras tienen una conversación—el más grande se acomodo el pelo y se quitó los lentes, suspirando para así relajarse un poco—entra y preséntate, al final de tus clases irás a mi oficina por un reporte, en cuál debe firmar tu tutor—diciendo esto el Alfa le dio la espalda y camino hacia su escritorio–

El pequeño Omega entro lentamente, de inmediato todas las miradas se posaron en el, lo que le causó una gran vergüenza no quería que todos vieran el como iba vestido. Llevaba un uniforme de segunda mano que su abuelita le había comprado días atrás, aunque intento arreglarlo aún se veía el como había cocido las rodillas del pantalón y lo desgastado que estaban las mangas del suéter. Se acercó a un pupitre que estaba vacío cuando escucho la voz del profesor

-No le dije que se presentará?, pase al frente, ahora—el docente no lo veía, estaba leyendo algo, algo que el Omega no alcanzo a ver ya que se apresuró a hacer lo que le ordenaron—

S-soy Kim Da-an, tengo 18 años—se inclino levemente y luego se apresuró a ir al pupitre vacío, sentándose rápidamente—

-Bien, alguien que sepa resolver esto?—espero unos segundos pero al ver que nadie levantaba la mano sonrió, era una ecuación simple, era imposible que nadie la supiera, sabía que intimidaba a los alumnos y por ello no querían pasar. Lo sabía muy bien y en realidad lo disfrutaba. Siempre le agrado tener todo a su control–

Dan se mantenía quieto, viendo la ecuación escrita en el pizarrón, sabía cómo resolverla, por supuesto era algo sencillo, pero no pensaba arriesgarse.