𝑨𝒏𝒈𝒔𝒕𝒓𝒖𝒂𝒓𝒚 2024꧁️☠️

Traición

Relacionado con el fanfic "Vuelta de Tuerca" en este mismo perfil, aunque como es precuela, no es necesario leerlo. En resumen: Isis y Osiris son del genero opuesto, Anubis es hija de Seth y Osiris y no, no fue concebida con consentimiento :'v

En puntillas caminó por los pasillos del gran palacio, dejando atrás a su esposo que dormía profundamente en el lecho que ambos compartían. Seth había llegado agotado de su última excursión por las vastas tierras de Egipto, así que ni bien su cabeza tocó la almohada cayó redondo, lo cual le dio la oportunidad perfecta para su plan.

Sonrió nerviosa, sintiendo una sensación de malestar en su estómago a la par que se deslizaba por las habitaciones del lugar, buscando a Osiris, la única persona que podría ayudarla con su petición.

Su hermana mayor es dueña del don de la vida, capaz de crear algo tan solo con el toque de sus manos, estaba segura que ella le ayudaría, al fin de cuentas, siempre lo había hecho, ¿por qué está vez sería diferente? Aunque...aunque quizás su pedido fuera demasiado para ella, después de todo, los distintos tipos de seres vivos eran diferente entre sí, y nada le decía que Osiris pudiera controlarlo todo en su totalidad.

Después de todo, no era lo mismo hacer florecer la vida que crear un nuevo ser.

Al pensar en eso, se sonrojó y su mirada se tornó una repleta de tristeza a la par que llevaba sus manos a su vientre plano, uno tan seco como el calor del desierto.

Seth y ella lo habían intentado todo. Absolutamente todo para poder tener un hijo: remedios que su hermano Isis le había proporcionado, posiciones que facilitaran la concepción, días específicos que aumentaran las probabilidades...todo, absolutamente todo, de mil formas diferentes y el resultado siempre fue el mismo: negativo.

Hicieran lo que hicieran, ella no podía quedar embarazada y ninguno de los dos sabía cuál era el problema. Ambos eran dioses fuertes, con dominios aún más fuertes, la concepción no debería ser un problema para ninguno de los dos, y, sin embargo, lo era.

Así que aquí estaba, a escondidas de su marido y de su hermano, moviéndose hasta finalmente llegar a la recámara privada de su hermana mayor. Respiró hondo – pudiendo sentir el aroma a loto y rosas – y entró luego de escuchar la voz melodiosa de Osiris, quien le permitía el paso.

—Pequeña hermana ¿qué necesitas de mí?— observó a su querida hermana, tan bonita con su corto y ondulado cabello negro enmarcando su rostro. Las palabras le llenaban de un poco de consuelo, pero la sensación de nervios y preocupación no se iba, pese a estar en un entorno seguro. —¿Neftis, qué pasa?

Sus ojos lagrimearon hasta que finalmente permitió que las lágrimas se deslizaran por sus mejillas.

—Osiris ya no sé qué hacer. —Sollozó como si fuera una niña pequeña y no una diosa por derecho propio. —Lo hemos intentado todo con Seth, cada pequeño consejo, cada pequeña guía, cada infusión habida y por haber y aun así...aun así...—Escondió su rostro en sus manos. —No puedo quedar embarazada. Y Seth desea un hijo, anhela un niño y yo no puedo dárselo, por favor hermana, ten compasión y ayúdame. —Rogó, sabiendo que sería capaz de postrarse de rodillas de ser necesario.

La habitación se quedó en silencio unos instantes,

Temió lo peor, sin embargo, pronto, unas frías manos se acercaron a ella, siendo colocadas en su pálido rostro. Observó los ojos oscuros de Osiris, había un brillo en ellos que ella no podía nombrar ni tampoco el saber porque se formó, pero fuera lo que fuera, más que darle consuelo le dio la sensación de necesitar huir.

Como si...Como si...

Como si estuviera frente a un depredador.

—No llores Nefs. —Dedos largos limpiaron las gotas saladas que seguían emergiendo de ella, hasta que finalmente se detuvieron. —No tienes que llorar mi dulce hermana, yo te ayudaré. —De repente la sensación fue empujada a lo profundo de su cerebro y una sonrisa honesta floreció en sus labios.