𝑨𝒏𝒈𝒔𝒕𝒓𝒖𝒂𝒓𝒚 2024꧁️☠️

Sueños

⚠️Omegaverse en el mundo de los dioses
⚠️escena de abuso que no es explicita pero tengan cuidado
Personaje: Thot

Maat está dulcemente agarrando su cabello con sus bellos dedos, dándole pequeñas caricias relajantes que calman todo su cuerpo. Maat, su esposa, su amada diosa, la deidad de su vida, lo ve con dulzura, con admiración y diversión, rasgos que brillan en sus ojos chocolates, tan hermosos que podría perderse en ellos por lo que resta de eternidad.

Maat se ve hermosa con su cuerpo semi desnudo apenas cubierto por una pequeña tela que cubre a ambos. Se ve preciosa con su piel al descubierto, una que es tan suave que amaría pasar sus dígitos por ella, aun cuando sabe que no puede.

Ronroneando ante su alfa, se deja acariciar dulcemente, disfrutando de los mimos que, es consciente, no durarán mucho.

Él lo sabe.

Él ha tenido este sueño antes.

Sin embargo no se va de inmediato, sino que degusta el aroma a tinta y a papiros del que su amada es dueña, perdiéndose en él. Huele, queriendo aferrarse a la ilusión de su sueño, mas sabe que no es posible.

En cuanto intente tocarla, desaparecerá por otra Maat, una que le provoca dolor.

Sonríe bobamente, liberando su propio aroma y por un momento vive en paz en su mente, lo suficiente para apenas notar que en el mundo real, unas pequeñas manitos tocan su rostro con un poco de fuerza.

Cierra los ojos un instante - los dioses no necesitan dormir, pero a él hace mucho le dio igual - y antes de darse cuenta...

-Buenos días...-Saluda con voz perezosa al pequeño cachorrito que ha estado intentando despertarlo vaya a saber uno por cuanto tiempo. Sonríe un poco, tratando de mostrar una imagen más tranquila para que no crea que está enfadado, porque no lo está.

No con su preciada estrella, al menos.

-Papi durmió mucho. -Soltó una risita por eso, tirando de su hijo a su regazo. Allí lo perfumó a la par que le hace pequeñas caricias en su oscuro cabello, tan diferente al suyo propio. No quiere pensar mucho en ello, por lo que solo se encarga de mimar a su niño, disfrutando de las pequeñas risitas que suelta el infante ante los gestos de cariño.

-Eso sucede cuando la gente está cansada. -Respondió, con sus ojos azules brillando en cansancio. Cansancio por ser despertado muy temprano, cansancio por la vida que tiene, cansancio por como lo ven todos ahora. Sin embargo, por obvias razones, eso no será algo que le diga a su cachorro. -Duerme mucho. -Dormiría más si su esposo - y como siente asco de ser obligado a llamarlo así - compartiera su lecho - cosa que le da más repulsión de la normal. - dado que acabaría lastimado y adolorido por semanas.

De nuevo, no le dirá eso al infante en su regazo.

No quiere traumarlo.

-¿Soñabas bonito? -Parece que hoy su hijo estaba bastante preguntón. Aunque ¿qué daño hace responder? Ninguno ciertamente y él se asegurará de que las respuestas sean aptas para sus pequeñas orejitas.

-Muy bonito. - Con Maat a su lado, cualquier sueño era precioso, un tesoro que debía guardar en lo profundo de su memoria para no olvidarlo jamás. Por suerte, era el dios del conocimiento y la sabiduría, por lo que su memoria era perfecta. -Siempre sueño bonito cuando estás en la habitación. -Porque eso significa que ambos están a salvo de las garras de Osiris, de las de Ra y de las de Sekhmet.

Que su hijo duerma aun con él podría verse raro, después de todo, ya tiene lo que serían cinco años humanos, pero a él no le importa en lo absoluto. No tiene pensado alejarlo de su lado todavía, no con los peligros que acechan en el palacio donde se ve obligado a vivir desde...lo ocurrido.