TCA

49 6 3
                                    

⚠️Se va a hablar de un TCA (Trastorno de la condcuta alimentaria) no es explicito, no hay consejos ni nada por el estilo, no se preocupen, pero igualmente puede ser desencadenante. Ir con precaución.

No sabe cómo esto está pasando y no tiene idea si es que todo lo que está a su alrededor es producto de la realidad o de su imaginación que parece querer hacerlo vivir una pesadilla.

Porque definitivamente no es real que Anubis – su hijo. Su precioso niño de catorce años – ahora este en una camilla, siendo intubado porque simplemente no respira como debería de hacerlo mientras que enfermeras y médicos se mueven a su alrededor, llenando sus brazos de agujas y trasladándolo quien sabe a dónde.

Él había querido seguirlo, pero la mano de su esposa lo detuvo. Tenía razón en hacerlo, él no servía de nada en estos momentos, no tenía conocimiento alguno de medicina como para ser útil y mucho menos sobre que pudo sucederle a su niño para que estuviera en ese estado.

¡Había estado bien hasta hace una hora!

Incluso se había unido a él para su carrera matutina. Es verdad que se veía un poco pálido, pero nada más, nunca pensó que al terminar la primera vuelta su hijo simplemente caería como una marioneta a la cual le cortan los hilos.

Fue aterrador verlo caer directo al suelo, tan rápido que apenas pudo correr hacia él, aunque por suerte logró evitar que su cabeza golpeara el piso. En sus brazos se veía más pálido que al inicio, con gotas de sudor por su frente y no le extrañaba, ¿quién demonios se coloca dos sudaderas y dos chamarras en pleno verano?

Sin embargo no había tiempo para preguntar por ello, estando más concentrado en llamar a una ambulancia y luego a Neftis. Durante el viaje al hospital él había sido un total manojo de nervios, uno que simplemente no podía soportar que Anubis apenas pudiera dar respuesta a las pruebas que los paramédicos le estaban haciendo.

Ahora no estaba mejor, también era un desastre, pero al menos tenía a su amada joya dorada a su lado, quién también estaba hecha un desastre.

¿Qué le estaría ocurriendo a su hijo? ¿Era acaso alguna enfermedad qué nunca detectaron? Anubis siempre había sido un chico sano, nació a su momento, creció al ritmo adecuado y nunca mostró padecer de alguna anomalía que pudiera ser preocupante. Era el pequeño perfecto, incluso mientras fue creciendo, ¿cómo es qué ahora parecía que luchaba solo para poder respirar? No entendían, ninguno de los dos lo entendía del todo.

Y era aún peor que simplemente no tuvieran más remedio que sentarse en la sala de espera y esperar –valga la redundancia – algunas noticias, ya sean buenas o...dioses y deidades del cielo, ni siquiera quería saber qué pasaría si el diagnóstico fuera malo.

No quedaba más remedio que orar y rogar que no fuera nada malo, que tal vez fuera un golpe de calor o una simple arritmia o incluso una epilepsia. Enfermedades difíciles pero totalmente tratables.

...

Las horas pasaron y todavía nadie les había dicho nada sobre su hijo, ni algo esperanzador ni algo deprimente, nada. Ni siquiera se les había pedido permiso de algo, por lo que al menos podían decir que Anubis aún seguía en el hospital, pero hasta ahí.

Se estaba impacientando, demasiado. Si no fuera por la mano de Neftis, por sus palabras calmantes, ya hubiera ido a golpear la maldita puerta que separaba la zona de espera de la zona de guardia y observación.

Mas ella le convencía cada vez de no hacerlo, diciéndole que no sería bueno que los vieran como unas personas revoltosas. Si realmente fuera algo grave, algo para lo que necesitaran cirugía o traslado, ya les hubieran pedido permiso.

𝑨𝒏𝒈𝒔𝒕𝒓𝒖𝒂𝒓𝒚 2024꧁️☠️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora