𝒗𝒊. discusión

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No podía dejar de pensar en lo que vió, no podía creer que su novio le haya mentido como si nada, se haya juntado con 𝗲𝗹 y que encima estuvieran hablando como si fueran amigos de hace tiempo.

Y claro, ella por haber sido tan tonta para creerle que tenía un turno médico en mitad de la noche.

Caminaba cuidadosamente las calles de Buenos Aires, ya que su vista se nublaba más y más cada segundo que pasaba, haciendo que se le dificulte caminar sin tropezarse.

El frío le ponía la piel de gallina, se había olvidado de traerse una campera o algo para abrigarse. Su pelo rubio se movía ligeramente por eso, y ella, para mantener un poco el calor, se abrazo a sí misma, mirando al suelo.

Su cabeza estaba llena de pensamientos negativos sobre lo que pasó ese día. Nadie lo sabía, ni su familia ni Sofi. Los cuales en ese momento la hubieran ayudado, pero ella no quería preocupar ni armar escándalo. Solo sabía su novio.

𝗲𝗻 𝗲𝘀𝗲 𝗺𝗼𝗺𝗲𝗻𝘁𝗼 𝗽𝗲𝗻𝘀𝗼, 𝗾𝘂𝗲 𝗱𝗲 𝘁𝗼𝗱𝗮𝘀 𝗹𝗮𝘀 𝗽𝗲𝗿𝘀𝗼𝗻𝗮𝘀, 𝗲𝗹 𝗹𝗮 𝗲𝗻𝘁𝗲𝗻𝗱𝗲𝗿𝗶𝗮.

Vislumbro un auto negro, vio la patente y supo que era su hermano, se seco las lágrimas rápidamente sin que el la viera y camino un poco más rápido, formando una sonrisa fingida mientras abría la puerta del copiloto.

-Holiiisss -dijo ella tratando de sonar firme, lo cual por suerte funcionó. No quería que su hermano se diera cuenta que había llorado, porque iba a interrogarla y además preocuparlo, no tenía ganas de inventar una excusa.

-Hola Vi-saludó su hermano, emprendiendo camino hacia la casa de la rubia. - ¿Como la pasaste? -preguntó con curiosidad

- Muy bien, el novio de Sofi es divertido y muy amable -respondió a la vez que se cruzaba de brazos y se acomodaba para apoyar su cabeza en la ventana. -En fin, me cago de sueño así que voy a dormir.

En parte era verdad, estaba muy cansada y quería descansar para alejar de una vez todos esos pensamientos. Y por otra parte, era una excusa para que Pato no vea sus ojos llorosos.

Una vez en la puerta de su casa, Pato puso la baliza para que ella bajara.

- Gracias Pato, te amo -se despidió ella dándole un beso en la mejilla.

-Te amo más Vi, buenas noches. - le respondió el.

Los Sardelli se despidieron y la chica fue hasta la puerta, la abrió y acto seguido se fue hasta el ascensor, tocando el botón.

Una vez que vino, se subió, tocó el piso 5 y espero.

Se miró en el espejo, su cara estaba un poco colorada, sus ojos estaban un poco hinchados y su maquillaje se había corrido ligeramente.

𝗗𝗘𝗦𝗧𝗜𝗡𝗢𝗦 𝗖𝗥𝗨𝗭𝗔𝗗𝗢𝗦 | matias recalt  𓍯  (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora