Enamórate de alguien más

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Regina (POV)

La decisión de venir al Rabbit Hole esta noche que en un inicio me pareció buena idea se fue disipando a medida que paseaba por las calles de Story brook. Cada paso hacia el bar me pesaba, y me trajo recuerdos de la noche del karaoke en Granny's que aún resonaba en mi mente, ya que había sido la última vez que Robin y yo habíamos quedado en un lugar concurrido de la ciudad.

Al entrar, la atmósfera vibrante del bar me golpea de lleno, un contraste agudo con la tormenta de emociones que llevo dentro. Los rostros alegres y las risas me rodean, pero mi atención se centra en una sola persona: Emma. La veo desde la entrada, su risa compartida con Ruby y Snow apenas oculta la tristeza en sus ojos, una tristeza que sé que yo he causado.

Por un momento, me quedo inmóvil, debatiéndome entre el deseo de acercarme y la prudencia de mantenerme alejada. La última cosa que quiero es causarle más dolor, pero la parte egoísta de mí anhela saber si aún hay espacio en su vida para mí, de cualquier forma.

Antes de que pueda tomar una decisión, veo a Hook acercarse a ella, su característica sonrisa confiada en su rostro. Siento un nudo en el estómago al ver como con su encanto de pirata, se inclinaba hacia ella, susurrando palabras que no podía escuchar pero que podía imaginar. Sentí una punzada en el pecho, un atisbo de celos me atraviesa. Segundos después él la invita a bailar, Emma parece vacilar, pero finalmente acepta, y los veo dirigirse a la pista de baile.

Mi corazón se aprieta al verlos juntos, la forma en que él la guía con facilidad por la pista. Aunque sé que no tengo derecho a sentirme así, no puedo evitarlo. La imagen de ellos bailando me recuerda dolorosamente lo que yo había renunciado, lo que había perdido.

Intento apartar la mirada, enfocarme en otra cosa, cualquier cosa, pero como si estuviera encadenada a ellos, mis ojos vuelven una y otra vez. Cada risa compartida entre Emma y Hook, cada mirada, se siente como un pequeño corte en mí ya maltrecho corazón.

Finalmente, la canción termina y ellos se separan. Emma agradece a Hook y se aleja, mientras él la observa con una mezcla de diversión y algo más profundo. Me pregunto si él siente algo por Emma, si ella podría estar considerando permitirle entrar en su vida. La idea me duele más de lo que esperaba.

Decido que necesito un trago, algo para calmar los nervios y acallar estos sentimientos.

Me abro paso entre la multitud hasta la barra, pidiendo algo fuerte. Mientras espero, me obligo a no mirar hacia la pista de baile, hacia donde Emma se había retirado. Pero es inútil; mi atención se siente irremediablemente atraída hacia ella.

Con la bebida en mano, y mi mirada desviándose una y otra vez hacia Emma, cuya presencia en el bar me atormenta con 'lo que pudo haber sido'. Una idea repentina me atraviesa la mente, decesito salir de aquí y salir de este laberinto de emociones en el que me encuentro atrapada: por lo que decido buscar a Robin.

Me digo a mí misma que es lo correcto, que debo disculparme por haber venido aquí e irme sin siguiera estar con él, quien, después de todo, ha elegido estar a mi lado. Busco una excusa para huir de esta situación, para escapar de la mirada de Emma que siento clavada en mi espalda, aunque no esté segura de si realmente me está observando.

Localizo a Robin entre un grupo de sus compañeros, riendo y compartiendo historias. Por un momento, me detengo, observando la facilidad con la que se mueve entre ellos, la sencillez de su felicidad. Me acerco con paso vacilante, aún sosteniendo la bebida que apenas he probado.

"Robin," lo llamo, y él se gira, su rostro iluminándose al verme.

"Regina, ¿estás mejor?" Su preocupación es evidente, y me siento aún más culpable por la excusa que estoy a punto de darle.

"Todavía me siento un poco mareada, lo siento. Creo que necesito volver a casa y descansar," le digo, intentando infundir en mi voz una convicción que no siento.

Él frunce el ceño, claramente decepcionado, pero asiente. "Por supuesto, lo importante es que te sientas mejor. ¿Quieres que te acompañe?"

La pregunta me pilla desprevenida. No había considerado que él pudiera ofrecerse a irse conmigo, complicando aún más mi plan de escape.

"No, no, quédate. Disfruta con tus amigos. Yo... yo solo necesito acostarme, te prometo que te lo compensare," me apresuro a decir, esperando que no detecte la vacilación en mi voz.

Robin me estudia un momento más, luego asiente lentamente, aunque puedo ver la preocupación aún presente en sus ojos. "Está bien, pero por favor, mándame un mensaje cuando llegues. Y si necesitas algo, no dudes en llamarme."

"Lo haré, gracias," respondo, y tras un breve abrazo, me giro para irme, no sin antes echar una última mirada hacia donde Emma estaba. Nuestros ojos se encuentran por un breve segundo, y en ese instante, todas las palabras no dichas, todos los sentimientos no expresados, parecen colgar en el aire entre nosotras.

Con el corazón pesado, me abro paso entre la multitud y salgo del Rabbit Hole, el aire fresco de la noche golpeándome como un balde de realidad. Mientras me alejo, la música y las risas del bar se desvanecen a mis espaldas, dejándome sola con mis pensamientos y el eco de lo que podría haber sido.

Esta noche, quizás, no haya habido confrontaciones ni revelaciones dramáticas, pero en mi huida, en mi decisión de irme, sé que he dejado atrás una parte de mí, una parte que todavía, a pesar de todo, anhela lo que Emma y yo podríamos haber sido.

RecuérdameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora