LOVE ME OR LEAVE ME | ❝¿Realmente te amaba o fue una decisión egoísta tomada por mi propio bien para escapar de la soledad?❞
Donde el prometido de Hestia Linux, Edward Cullen, resulta ser más indeciso y decepcionante de lo que ella creía, así que de...
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Hestia se sentía extraña.
Si es que miraba atrás en el pasado, todavía podía recordar los sentimientos que había tenido el día que se llevó a cabo su primera boda.
Recordaba claramente que aquel día no hubo miedo, ni nerviosismo, ni mucho menos ansiedad sobre lo que pasaría en el futuro, solo había calma y confianza porque la habían preparado durante toda su vida para ese momento y tenía todo perfectamente planeado acerca de como seria su matrimonio. Además, como se había comprometido con Kaelius Blackwell desde muy joven, había sido fácil aprender a amarlo como a un hombre y no como a un simple amigo. Ahora, sin embargo, podía sentir su corazón sintiéndose inquieto ante las expectativas inciertas y desconocidas.
Hestia siempre había sido una mujer calculadora, por lo que no estaba acostumbrada a tomar decisiones sin planearlas de ante mano. No obstante, su matrimonio con Jasper Hale era la primera decisión espontánea que tomaba, por lo que no estaba segura de cómo debía actuar o como debía sentirse al respecto. Se sentía como si estuviera lanzándose sin un plan a un territorio desconocido, por lo que la ansiedad y la incomodidad estaban presentes en su cuerpo a pesar de que trataba con todas sus fuerzas de mantenerse tranquila.
—¿Estás nerviosa? —una voz masculina a sus espaldas habló, trayéndola devuelta a la realidad.
Hestia siguió con la mirada fija en la ventana, mirando como todo ya estaba listo para la boda.
—No creo que nerviosa sea la palabra adecuada para describir como me siento.
—Nunca haz sido buena para decir como te sientes.
Hestia se dio la vuelta para observar al joven, quien tenía una pequeña sonrisa burlona en sus labios. Él tenía el cabello negro largo y ondulado, las facciones de su rostro lo hacían parecer intimidante, pero su sonrisa aportaba calidez. Llevaba un elegante traje negro y una camisa roja que combinaba con sus arrogantes ojos carmesí, como tenía la camisa un poco abierta se podía notar el tatuaje de cuervo que tenía en el pecho. En sus pies llevaba unas botas de cuero que arruinaban su imagen elegante. Aquel joven era Kaiden Blackwell, la persona más importante en su vida.
—Te dije que no usaras esas botas hoy —Hestia lo regañó, mientras se acercaba y se sentaba en uno de los muebles individuales que había en la habitación. Él estaba sentado cómodamente en el más grande, luciendo una postura despreocupada—. Siéntate bien, Kaiden.
El joven rodó los ojos de manera juguetona.
—Evander dijo que me veo guapo hoy —presumió—. Así que por supuesto las botas se quedan, creo que me hacen lucir genial.
