XII. Sentimientos complicados

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CAPÍTULO DOCE
SENTIMIENTOS COMPLICADOS

CAPÍTULO DOCESENTIMIENTOS COMPLICADOS

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Hestia se sentía asustada. Su corazón latía fuerte en su pecho, haciéndola sentir que se ahogada. Observó a su alrededor al no entender donde se encontraba, pero lo único que podía ver era oscuridad. En los alrededores no había absolutamente nada, solo un silencio abrumador que le helaba la sangre y le daba escalofríos en el cuerpo.

Soltó un suspiro tembloroso y armándose del valor del que siempre se había jactado, caminó con pasos que aparentaban seguridad. Como todo estaba en penumbras, no sabía hacia dónde se estaba dirigiendo o si encontraría algo, pero estaba demasiado confundida como para pensar con raciocinio. Siguió caminando, sin rumbo fijo, hasta que su cuerpo se detuvo abruptamente cuando observó a la distancia.

Su corazón dio un salto al observar la silueta de un hombre, que estaba parado con la espalda recta cerca de un frondoso árbol que se veía imponente a su lado. El hombre estaba de espaldas pero su vestimenta blanca era muy llamativa y le daba un aura angelical. La familiaridad la invadió y avanzó con rapidez a su encuentro, deseosa por estar cerca de él. Cuando estuvo a unos metros, el hombre se dio la vuelta y le dio una sonrisa amable que hizo que las lágrimas se acumularan en sus ojos. Hestia, a causa de la impresión, cayó de rodillas al suelo, mirándolo con una mezcla de amor y dolor.

El cabello negro del hombre era corto y ligeramente ondulado. Sus ojos eran de un carmesí familiar, acompañados de unas largas pestañas. La facciones de su rostro eran perfectas y afiladas, un poco intimidantes si dejaba de sonreír. Pero como le estaba sonriendo con esos ojos brillantes llenos de amor, Hestia no podía sentirse intimidada, sino esperanzada.

¿Cuándo había sido la última vez que había visto la apariencia pulcra de su padre? Él último recuerdo que tenía de él era de su cuerpo herido y lleno de sangre, decapitado, gracias al plan cruel de Ambrose Loughty de hacerse dueño de todo Venebryx.

—Padre... —ella musitó, con voz ahogada.

Las lágrimas cayeron por sus mejillas con más fuerza mientras postraba su frente en el suelo, de rodillas, suplicando clemencia por un pecado que ella no había cometido.

—Padre, lo siento tanto —lloró con fuerza—. Soy una pésima hija, no pude salvarte. Perdóname, padre. Yo... lo siento. Todo es mi culpa.

El hombre no respondió, pero cuando Hestia sintió sus grandes manos sujetar sus brazos para levantarla, sintió mucho dolor en el corazón. Luthais no habló cuando ella finalmente estuvo de pie, se quedó mirándola y gracias a la diferencia de altura, Hestia sintió que volvía a ser una niña, cuando su padre se sentía enorme e inalcanzable y ella solo quería tener todo su tiempo como una niña mimada. Entonces, él levantó sus manos y le acarició las mejillas, mientras limpiaba las lágrimas que Hestia seguía soltando. Le sonrió con ternura, del mismo que Nathair había hecho hace unas horas atrás, antes de que entrara a su cesárea.

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⏰ Última actualización: Nov 24 ⏰

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LOVE ME OR LEAVE ME ━ Jasper HaleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora