LOVE ME OR LEAVE ME | ❝¿Realmente te amaba o fue una decisión egoísta tomada por mi propio bien para escapar de la soledad?❞
Donde el prometido de Hestia Linux, Edward Cullen, resulta ser más indeciso y decepcionante de lo que ella creía, así que de...
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En la vida matrimonial de Hestia hubieron algunos cambios.
Empezó con cosas pequeñas, como el cambio en el ambiente entre ella y su esposo que se sentía más relajado y más cómodo, sin necesidad de forzar la convivencia. O como no se veía reacia a aceptar los castos besos que Jasper le daba como despedida cada vez que salía de su habitación matrimonial por la mañana. O la manera en que ella misma había tomado la iniciativa de darle pequeños abrazos que le resultaban reconfortantes.
Su rutina diaria también cambió, antes lo único que hacía era tener reuniones a causa del trabajo y se mantenía encerrada en su oficina trabajando de manera obsesiva e incluso olvidaba que era hora de dormir. Ahora, en cambio, con Jasper a su lado era muy difícil olvidar aquello, ya que el vampiro la acompañaba en su oficina por las noches, mientras él leía un libro que Finlay le había asignado ese día, esperando a que ella terminara de trabajar y ambos pudieran regresar a su habitación, donde las paredes eran testigos de una nueva noche compartida.
Para Hestia el cambio fue obvio, ya que no estaba acostumbrada a compartir tanto con alguien desde hacia mucho tiempo, pero también se dio cuenta de que era difícil negarse al cambio, incluso para una mujer que disfrutada de su monotonía. Y algunas noches, cuando Jasper se quedaba estudiando hasta muy tarde, se encontró extrañando su presencia. Al inicio aquello la asustó y quiso ponerle un alto, pero luego recordó las promesas que se habían hecho y se encontró pensando que no resultaba desagradable acostumbrarse a Jasper.
Así que su rutina siguió hasta el punto en que Hestia creyó que la petición de su abuela no resultaba tan desagradable si es que eso la había hecho acercarse al vampiro. Sin embargo, con eso también recordó que todavía tenía un último deber pendiente, por lo que, diez días después de su primer encuentro sexual, muy temprano en la mañana, ambos visitaron a Sky en el ala medica del clan, para averiguar si es que habían engendrado o no a su futura hija de manera eficaz.
Hestia, desde la cama de hospital, observó como su primo vertía un líquido de color rojizo sobre un vaso de vidrio. El brujo lo agitó un poco con una varilla y la observó.
—Ya sabes el procedimiento —él le habló—. Si tu vientre brilla plateado es porque, efectivamente, estás embarazada.
—¿Podremos saber el género ahora? —ella preguntó.
Sky negó suavemente.
—No lo creo, pero podemos intentarlo —él le dijo.
Hestia asintió y observó a su esposo, que estaba parado a un lado de la cama, observando todo con curiosidad.
—¿No es demasiado pronto? —Jasper preguntó.
—Si el feto fuera un demonio, sí, es demasiado pronto. Pero este feto es mitad vampiro y tu gen hace que el crecimiento sea más acelerado —Sky habló—. Aunque yo también creo que es demasiado pronto incluso para un híbrido, aún así podemos intentarlo.
