LOVE ME OR LEAVE ME | ❝¿Realmente te amaba o fue una decisión egoísta tomada por mi propio bien para escapar de la soledad?❞
Donde el prometido de Hestia Linux, Edward Cullen, resulta ser más indeciso y decepcionante de lo que ella creía, así que de...
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Los siguientes días las cosas en el Clan se mantuvieron tranquilas, para alivio de Hestia.
Sloan Dawson siguió entrenando con diligencia a los soldados y la seguridad aumentó notablemente, y Jasper también estaba teniendo lecciones privadas con Peter, con quién sorprendentemente se llevaba bien. Pero no hubo señales de una amenaza activa, por lo que Hestia se relajó un poco, sin dejar de lado sus propias responsabilidades.
Por otro lado, aunque no tenía preocupaciones acerca del clan, lo que sí la atormentaba eran los cambios en su cuerpo que se fueron haciendo presentes con el pasar de los días y ahora su vientre se veía más abultado. Además, las náuseas fueron otro cambio en su rutina y también la fatiga, sumándole los pequeños cambios de humor que se habían incorporado recientemente, estaba siendo todo un problema. Fue duro al inicio, ya que no había lidiado con eso desde hacía bastante tiempo e incluso cuando estuvo embarazada de Kaiden, no había sufrido a causa de ello, ya que Kaelius había lidiado con las náuseas, que eran lo que Hestia menos soportaba.
Otra cosa que no podía soportar era lo increíble sensible que se había vuelto Kaiden con la llegada del bebé, ya que parecía tratarla como si estuviera hecha de porcelana y no la dejaba tranquila. Y, aunque Hestia amaba mucho a su hijo, ya no tenía la suficiente paciencia para soportarlo merodeando a su alrededor, ni tampoco podía lidiar con lo pegajoso que se había vuelto.
—¿No tienes cosas que hacer? —ella habló, entre dientes.
Ambos estaban en el jardín principal, ya que Hestia quería tomar un poco de aire libre, en soledad, para tener tiempo de disfrutar del silencio y lidiar con la fatiga por si sola. Se encontró con Kaiden en su camino al jardín y él la había seguido inmediatamente, sin preguntar si ella quería compañía. Ahora, mientras Hestia descansaba en una banca, Kaiden estaba sentado en el suelo cerca de unas flores y plantas medicinales, fertilizando y podando hojas, mientras tarareaba una canción que Hestia no conocía, ya que había mencionado que se aburría estando en silencio. Hestia hubiera deseado que su aburrimiento lo llevara a otro lado.
—¡Estoy libre hoy!
Hestia soltó un suspiro, mientras observaba a su hijo, que estaba con las manos, la cara y la camisa blanca llenas de tierra. Y sin quererlo, aunque estuviera irritada, no pudo evitar sonreír un poco porque le recordó al pasado.
Cuando Kaiden era un niño siempre solía estar en ese jardín, ya sea con el abuelo Blaine o con Kaelius. Al abuelo Blaine le gustaba sembrar plantas medicinales en todos los jardines posibles, no solo en el invernadero, y como Kaiden se había vuelto su aprendiz desde muy joven, ambos siempre estaban rodeados de plantas y manchados de tierra. Por otro lado, Kaelius no disfrutaba de la belleza de las plantas medicinales, pero le gustaban mucho las flores y las cuidaba mucho, Kaiden solía ayudarlo mientras rompía en el proceso algunas cuantas porque no tenía delicadeza.
