Tzuyu
Estaba en la oficina revisando un contrato y pensando en demasiada mierda relacionada con el trabajo. Había pasado una semana desde el trato con Sana y no le había tocado ni un pelo. Cualquier persona que viera lo que estaba a punto de hacer pensaría que era una bastarda. Era una bastarda pero en este caso no podía hacer nada.
Vi a Sana desde que era solo una niña. La vi convertirse en una mujer hermosa y no era imbécil sabia perfectamente lo que ella creía de mi desde que se había convertido en una adolescente-adulta.
¿Creía que yo era inmune a lo que hacía? ¿Que no me daba cuenta de lo que buscaba? Estaba muy mal, porque tenía demasiado tiempo enojada conmigo misma por no ceder a lo que ella estaba pidiendo.
Por mi relación con Haru, mi lugar en la empresa y porque la había visto crecer traté de alejarme y definitivamente traté de ignorar sus insinuaciones hasta que ya no pude.
Llegó un punto donde dejé que mi mente viajara a ella cuando estaba en la soledad de mi oficina y habitación. Esa mujer me había llevado a un límite que no podía soportar, uno donde sacrificaba mis horas de sueño por pensar en ella y en las miles de cosas que podía hacerle.
La falta de sexo no era realmente un problema. Había aprendido a lidiar con eso, el maldito problema estaba en ella.
O tal vez en mi
O tal vez en ambas
Joder
Llegó un punto donde decidí que solo podría satisfacer mis más oscuros secretos si la pequeña niña mimada así lo quería y para mí confirmación no era yo la única enferma que anhelaba tener a la otra en todas las posiciones posibles, ella también.
Yo siempre lo supe.
La pequeña mosca molesta que siempre había sido quería jugar con fuego e iba a hacer que se quemara.
Porque yo sabía como llevarla al límite sin siquiera tocarla y
aprovecharía eso para destruirla de la forma más placentera que pudiera.La iba a dejar tan marcada que ninguna otra persona la iba a satisfacer así jamás.
Estaba ida en mi trabajo y en la oscuridad de mis fantasías cuando escuché que tocaron la puerta.
"Pase"
Acto seguido una Sana vestida con un pantalón formal negro, una blusa blanca y tacones rojos entra en mi oficina.
Se volteo para cerrar la puerta dejándome una vista perfecta de sus piernas largas y su moldeado trasero. Vi su cabello largo y oscuro y lo imagine en un par de trenzas siendo jalado con fuerza...
Agradecía que no tuviera que levantarme de mi lugar cuando ella entraba porque solo la veía llegar y ya estaba dura.
Esto es malo Chou .
Es otro nivel. Estas jodida.
Aunque me sintiera tan afectada había aprendido a permanecer indiferente ante ella.
"Café con leche" dijo sonriendo.
No entendía como las personas sonreían tanto. Definitivamente nunca sentí ganas de sonreírle a nadie en toda mi vida pero con Sana era diferente y tenia que luchar para que no se me escapara una sonrisa cada vez que la veía.
La pequeña Minatozaki me tendió el café y yo lo tomé. Decidí que ya era suficiente, si que teníamos trabajo que hacer y si que quería esperar para tenerla de la mejor manera, pero en ese momento iba a darle una probada, no había forma de retenerme más.
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La Socia de Papá - Satzu
RomanceCuando algo o alguien se te prohíbe se vuelve más tentador... G!P Esta historia es una adaptación de El Socio de Papá de Vico_Alvarez