Capítulo 6

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No podía quedarse quieta, sentía la necesidad de moverse aún cuando no podía ir a ninguna parte. Se movía de un lado a otro con la mirada fija en el inicio de las escaleras y, cuando eso no fue suficiente, comenzó a peinar un mechón de su pelo con sus manos.

Su esposo, con su hijo en brazos, la miraba ir y venir de un lado a otro y no podía creer cómo era que no se había mareado o cansado ya.

—Querida, deberías descansar. Caminar de un lado a otro no va a hacer que ella llegue más rápido. —La mujer solo lo vio, sin detener su caminar.

—Lo se A-Xuan, es solo que... es raro ¿No crees?

—Lo se mi amor, pero con eso no haces más que alterarte y marearme. —habló con cierta gracia en su voz— ¿No quieres entrar y que yo mande a llamarnos cuando ella llegue? —La mirada que su esposa le dirigió que fue un claro "No" que le provocó gracia y miedo al mismo tiempo— O nos podemos quedar.

Yanli, a pesar de la ansiedad que sentía, se permitió relajarse y acercarse a su familia. Tomó a su hijo en brazos y no pudo evitar envidiarle un poco la tranquilidad que sentía el pequeño, el no tener ni idea de lo que pasa a su alrededor a pesar de estar viviéndolo. El bebe se giró un poco y comenzó a reír, extrañando a sus padres, quienes voltearon para encontrarse con el líder Jin haciendo caras graciosas, pero volviendo a la normalidad al recibir la atención de su hijo y su nuera.

—Padre. —Jin Zixuan se inclinó ante el mayor, siendo seguido por su esposa.

—Deberían estar descansando, ¿Qué es lo que hacen aquí afuera? —Su tono de voz era neutro, pero se sintió cierta dureza e ira en ellas—. No deberían estar aquí, vuelvan a su habitación.

—Pero, padre, estábamos esperando para agradecer a la Doncella Wei por...

—¡No deben agradecer nada a esa mujer! —exclamó Jin Guangshan, sorprendiendo al matrimonio y asustando al pequeño Jin Ling al punto de que comenzara a llorar—. Esa Wei Lianhūa solo vino a arruinar nuestras vidas, no hay nada que decirle.

—Me halaga que recuerde mi nombre, líder Jin. —Aquella voz llamó la atención de aquella familia, voltearon y la sonrisa arrogante en el rostro de Wei Lianhūa los recibió—. Al igual que lo hace el que me venga a recibir.

—No se sienta tan especial, señorita. La esperamos adentro. —habló el líder, luego se dirigió a su ojo y su nuera—. Y ustedes deben volver a su habitación. —Se giró en su lugar y volvió a entrar, dejando a todos atrás.

—Tan estresado está que va dejando plumas a su paso. —soltó la Wei, acercándose a la familia—. Es un placer conocerlos. —hizo una reverencia, siendo respondida al instante.

—El placer es nuestro. —habló Yanli, quién observaba asombrada a la mujer frente a ella al no ser como ella lo imaginaba—. Quería conocerla desde que A-Xian me habló de usted, y aún más con los relatos de mi familia desde que empezaron estas "juntas"

—Creo que no han sido cosas buenas lo que han contado.

—Eso es lo de menos, lo único que lograron fue aumentar mi curiosidad y mis ganas de conocerla. Y también quería agradecerle.

—¿Agradecerme?, ¿Qué cosa?

—Escuchamos que usted fue quien evitó que saliéramos heridos cuando estuvimos en problemas. Queríamos agradecerle el habernos ayudado a volver a casa. —Jin Zixuan se acercó más a ambas mujeres.

Wei Lianhūa sonrió.

—No tienen nada que agradecerme, yo solo cumplía con mi parte. Lo único que podría pedirles a cambio es que eviten que su hijo crezca pensando que A-Ying fue el monstruo que dicen, sino que lo vea como alguien que quiso hacer lo correcto y que siguió su corazón. —La mujer sonrió, más al notar la tierna mirada del pequeño en brazos de su madre—. Si me disculpan, tengo que entrar. —señaló la entrada a la torre—. Con su permiso.

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