La historia de Sol, Tammy, Mara y Stefania, cuatro hermanas que forman parte de Cpop, la banda más exitosa del momento, bajo el control de Jackie, su tutora legal y manager, que las mantiene alejadas del mundo.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—Son ustedes—habló Cata—ay, pero ¿cómo? ¿En qué momento? Se disfrazaron, cambiaron sus identidades, pero ¿por qué? ¿Qué hacían en la fiesta de mi hermano? Ay, no lo puedo creer, son ustedes.
Stefy rió ante la alegría de Cata.
—Si, pero bajemos la voz—habló Sol en susurro—¿ok?
—Ok—asintió ella—como puede ser que hace dos años vivo a lado de las C-pop y nunca las vi, nunca me las crucé, nada.
—Bueno, eso es porque siempre estamos de gira—habló Stefy—.
—Ah bueno, tranquilas, yo no les voy a organizar giras tan largas—todas las miraron confundidas—.
—¿Qué?—le preguntó Tammy divertida—.
—Yo puedo ayudarlas con su nueva banda, posteando videos, noticias, fotos—ellas se miraron—miren, el video se viralizó y nadie las reconoció, así que les propongo que ustedes—señaló a las cuatro hermanas—sigan con Jackie como C-pop, y las cinco conmigo como... como su manager.
—¿Qué?—preguntó Sol, las cinco rieron—.
—Claro, su manager virtual.
—¿Y como sería eso?—le preguntó Mariana—.
—Es lo mismo que hago con mi... mis cuentas—corrigió—redes, comunicación, pero con nuestra nueva banda. Y por ser ustedes con exclusividad—ninguna dijo nada—Bueno, listo, después pensamos en un buen nombre para nuestra banda—sonrió—.
—A ver, a ver, a ver—la detuvo Tammy—déjame ver si entendí ¿tú nos estás proponiendo que hagamos una banda secreta como si fuéramos otras personas?
—Si, básicamente eso.
—Me encanta—sonrió Tammy, Mara también hizo señas contenta—.
—Es una locura—habló Sol—.
—No, no Sol—habló Stefy—esta vez estoy con Tammy, no es una locura, es una gran idea, piénsalo bien—sonrió tomando de los hombros a su hermana—podríamos hacer todo lo que Jackie no nos deja hacer.
—No, no Stefy, es una pésima idea—dijo está—no voy a tomar el riesgo, no voy a perderlas.
Tammy iba hablar pero la detuvo.
—Que no—ellas bufaron—Cata, nadie puede saber que vinimos a la fiesta, y mucho menos que somos las chicas del video—miró a todas—¿estamos de acuerdo?—Mara asintió, pero las demás no dijeron nada—.
—¿Qué chicas? ¿Qué video?—fingió Cata—.
—Gracias.
La puerta fue tocada, todas miraron hacia allá. Y Jackie entró.
—Bien chicas, es hora de irnos.
—Ay no, que lastima por la estamos pasando muy padre—habló Tammy—¿podremos quedarnos un ratito más?
