Pado

11. Jeno

Entre las cosas favoritas de Jeno desde que Jaemin se mudó era la hora de dormir, no simplemente por observar a Jaemin hacer pucheros al dormir, sino por el proceso que eso llevaba, la rutina de noche de Jaemin era estricta como cualquier persona que le gusta el cuidado facial, Jaemin sabe mucho de mascarillas y cremas. Los hábitos de Jaemin solo lo hacen ver más entrañable a los ojos de Jeno, la tranquilidad con la que Jaemin usaba los limpiadores faciales o las mascarillas siempre eran igualmente entretenidas y pegajosas. Jeno no sabe desde cuando tiene ese sentimiento de alegría de ver a Jaemin ser feliz por algo tan pequeño como lo es una mascarilla facial.

— Haechan manda saludos — dijo Jaemin aún con su mirada fija en la pantalla de su teléfono.

— Estoy seguro de que manda de todo menos saludos para mí — Jeno se acostó al lado de Jaemin siempre dejando la línea inexistente que los separa — Este fin de semana es la fiesta, por si quieres cancelar. Hae ha estado mandando mensajes a todos con amenazas muy específicas sobre hacerte sentir incómodo.

Jaemin dejo el teléfono de lado acomodandose más serca de Jeno conectado sus ojos con él, los ojos de Jaemin siempre brillaban cuando se trataba de Haechan, egoístamente Jeno quería ser la causa de ese brillo.

— Pero me veo increíble en el traje, además te teñiste el cabello para esto — con cuidado y tranquilidad, Jaemin dejaba pequeñas caricias en su abultado vientre de cuatro meses y medio — El blanco te queda bien, ¿Debería teñirme también?

Jeno se había teñido de blanco para el esperado y desde que tiene memoria el mejor disfraz que ha usado para el cumpleaños de su abuelo, bueno no el mejor, el mejor había sido cuando Taeyeon los vistió a todos de los enanos de Blancanieves.

— Si quieres hacerlo podemos preguntarle al Dr. Kim sobre eso, ¿Alguna vez te has decolorado el cabello? —  aun siguiendo la charla casual, Jeno seguía con la vista las suaves caricias que Jaemin dejaba sobre la casita de su almendra.

— Una vez, acompañe a Jaehyun y me termine teñido de rubio junto al flequillo azul — Jaemin tomó nuevamente el teléfono buscando algo, dejando el teléfono en manos de Jeno mostrando una linda foto de su llamativo flequillo azul turquesa — Después volví al castaño, aclarandolo un poco.

— El azul te queda bien — Jeno regreso el teléfono a Jaemin, sonriendo expresó contento su idea — Si la almendra es niña deberíamos teñirnos de rosa si es niño de azul.

El rostro de Jaemin expresó su confusión haciendo un pequeño mohín, el corazón de Jeno se derriso por esa pequeña acción. Cortando un poco la distancia, apretó el rostro de Jaemin ganando un pequeño golpe. Con fingida molestia, Jaemin asintió a la propuesta de Jeno quien celebró con alegría. La habitación quedó en un agradable silencio, respiraciones tranquilas y el reciente ruido de la lluvia del frío diciembre, Jaemin seguía dejando caricias sobre su vientre mientras Jeno lo observaba en silencio y con total atención, hasta que el silencio fue roto por la adormecida vos de Jaemin.

— Deja de verme como pervertido ¿Quieres tocarla? — la pregunta de Jaemin hizo a Jeno sentarse rápidamente mientras tosía de la impresión.

— ¿¡Puedo!?

La pequeña carcajada de Jaemin hizo aumentar los nervios en Jeno, aun si mantenían relaciones sexuales Jeno nunca se había atrevido a tocar el vientre de Jaemin, temeroso de que Jaemin se sintiera incómodo. Asintiendo mientras se acomodaba y dejaba expuesto su hinchado vientre al levantar su sudadera, Jaemin tomó la temblorosa mano de Jeno guiándole hacia donde sentía a la pequeña almendra.

— ¿Sientes esta pequeña bolita? Es nuestra almendrita. Hoy está de muy buen humor porque no está presionando mi vejiga — Jeno escuchaba atentamente lo dicho por Jaemin, la conexión entre la tersa piel del vientre de Jaemin y su mano tenía a Jeno en un pequeño aturdimiento dada la sensación.

— Es extraño, se siente un pequeño bulto — sonriendo Jeno dejó pequeñas caricias desde el vientre bajo hasta por debajo de los pectorales de Jaemin, cada caricia hacía crecer la emoción en Jeno — Hola almendrita, soy tu papá Jeno. Si alguien llamado Jaehyun dice cosas malas mías, no les creas. Nace bien y no causes problemas a tu papá Jaemin.

La dulce risa de Jaemin recorrió la silenciosa habitación, Jeno había dejado un pequeño beso en el vientre de Jaemin — Basta me haces cosquillas.

Ignorando las quejas, Jeno sigo dejando pequeños besos acompañados de susurros de amor hacia la almendrita que habitaba en Jaemin. El ambiente se había cargado de un dulce aroma anunciando el buen humor de Jaemin y la seguridad de este al dejar expuesto su vientre a la codiciosa boca besadora de Jeno. Las risas flotaban mientras Jaemin sin mucho esfuerzo trataba de alejar a Jeno, hasta que las risas se detuvieron abruptamente. Jaemin había echo un pequeño ruido de dolor al sertir su estómago moverse por la risa que Jeno le provocaba.

— Eso, eso, ¿por qué se movió así? — sin saber qué hacer, Jeno rápidamente se bajó de la cama, quedando a un lado de Jaemin quien por el peso extra no podía levantarse — ¡Voy a llamar al Dr. Kim, ¡no te muevas! ¿Duele?, Oh Dios, Oh Dios.

— Jeno cálmate, no es nada — Jaemin se quejó levemente haciendo que Jeno entrase en pánico y lo tomase en brazos para salir rápidamente por la puerta — ¡Jeno bájame! ¡Estoy bien, estoy bien! Es por la risa que mi estómago se mueve así, por el pesó duele un poco.

Jeno se detuvo, mirando a Jaemin fijamente en busca de algún signo de que estuviera mintiendo, Jaemin le regaló una sonrisa cariñosa, mientras pedía ser bajado nuevamente.

— ¿Duele? Si duele deberíamos ir al médico — Jeno bajó lentamente a Jaemin buscando cualquier signo de dolor.

— No está bien, es normal que mi estómago se mueva al reír y duela por el peso extra, pronto el bebé también se moverá — Jaemin tomó la temblorosa mano de Jeno dejándola justo donde la pequeña almendra se hacía notar — ¿Lo sientes? La pequeña almenda se moverá pronto y nos hará saber que esta aquí.

— ¿Dolerá si se mueve? No quiero que sea doloroso para ti — cayendo de rodillas quedo a la altura del vientre de Jaemin dejando ambas manos posadas sobre él, sintiendo el calor que emanaba — Creo que nuestra almendra será un gran bailarín, tu estómago se mueve mucho cuando ríes.

Por primera vez desde que comparten cama, Jeno decidió romper la línea imaginaria que los divide, sus manos no podían dejar el vientre de Jaemin. Jeno quiere ser el primero en sentir el movimiento de la almendra, para pedirle que sea suave con su pobre papá Jae.

— Por favor sé amable con papá Jaemin cuando decidas moverte, él está cuidando de ti, cuidemos nosotros de él.

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Hola, espero se encuentren bien, leyendo me di cuenta que esto es realmente corto, ¿es correcto decir que esto es un fic largo? Siento que solo son shoot conectados ¿Como creen que sea Jeno de papá?