Trisnina (#Stone3)

Capitulo 1. Prologo: Pedida

Kayla

Meses atrás.

Camino junto a una de mis compañeras de trabajo tras salir de la estación de tren. Hemos quedado con algunos amigos más, para comer algo en un pequeño bistró, la mar de cuco, que hay en el centro. Solemos quedar de vez en cuando, sobre todo cuando hemos terminado algún trabajo importante.

Una vez llegamos al restaurante noto que mi amiga tira de mí, llevándome al pequeño patio exterior donde siempre hay algún que otro evento.

-¿Pero... no quedamos donde siempre? - estoy extrañada y se me nota en la voz.

-Hoy hemos cambiado un poquitín la ubicación.

Me resulta chocante ya que cuando quedamos en este lugar solemos estar en el interior. Frunzo el ceño cuando, a punto de pasar el arco de la puerta en dirección al patio, al primero que veo es a mi hermano mellizo, Malcolm. Él no estaba invitado a esto, de hecho, él ni tan siquiera conoce a estos amigos con los que he quedado. Al pasar el arco compruebo que las mesitas del exterior están preparadas y decoradas con flores blancas y rojas. Todo el mundo está allí.

¿Qué diantres está pasando?

Algunos familiares, amigos y más conocidos están esparcidos por el patio exterior del bistró y de entre ellos emerge él, mi novio, Alex Purvis.

Sigo con el ceño fruncido y trago saliva cuando mi amiga se aparta de mi entre risitas, dejándome en medio del lugar.

Espero que esto no sea lo que creo que es.

Alex y yo llevamos seis meses saliendo. Ha sido un amor que no esperaba encontrar, dulce, caliente, que me ha golpeado fuerte y me siento muy bien con él, pero, esto... esto podría cambiarlo todo.

Coloco mi mano en el pecho, no por la emoción, sino para intentar controlar mi corazón. Necesito que deje de ir tan rápido debido a mi nerviosismo y pánico. Veo a Alex con una sonrisa de oreja a oreja, vestido de forma impecable, como siempre, y que se dispone, sin pausa, a arrodillarse frente a mí.

Esto no puede ser cierto.

Algunos de los invitados elevan sus teléfonos móviles para inmortalizar este momento.

- Kayla Stone – comienza Alex – sé que no llevamos mucho juntos, pero lo nuestro es único e insuperable...

Mierda. Se ha preparado hasta un discursito.

Mis ojos comienzan a llenarse de lágrimas y me siento impotente ante lo que está sucediendo. Ni tan siquiera hago caso a lo que está diciendo debido al pánico que siento.

¡Que se me está declarando! Delante de todo el mundo y yo... yo solo voy a romperle el corazón. No puedo. No puedo casarme.

Saca una caja oscura del bolsillo de su pantalón y la coloca frente a ambos. Al abrirla veo un pequeño anillo, un anillo que fue de su abuela, mujer que conocí, pero hace poco murió debido a la edad. Ella siempre lo llevaba consigo. Recuerdo el día en que me la presentó de forma oficial y al oído me dijo que ese anillo sería para su nieto cuando ella falleciera, para que lo regalase a la mujer que amaba y asentara la cabeza de una vez por todas. Creo que la mujer, por aquel entonces, intentaba persuadirme de alguna manera para que me casase con su querido y único nieto, el cual había tenido muchas novias y amiguitas.

Purvis siempre había tenido fama de buen amante, de rompe bragas, vamos. Doy fe de ello. Lo he pasado en grande con él, dentro y fuera de la cama, pero de ahí a casarme.

¿Casarnos? Eso es demasiado, un gran paso.

- ¿...Me harías el honor de ser mi esposa? - termina al fin.