Trisnina (#Stone3)

Capitulo 15. Lo mejor de la semana

Bullet

Mierda, mierda y más mierda.

No tendría que haber quedado con ella a solas. Está claro que no podíamos hablar del tema con más gente de por medio, pero... ha sido un error.

¿Por qué ha tenido que ponerse a llorar?

No sabe las ganas de abrazarla y consolarla que tenía. Y a la par no podía hacerlo. No me atrevía.

Llevo con este personaje diez años. Diez años siendo un tipo duro, no permitiendo que nadie se meta bajo mi piel y de repente llega ella y todo se va a la mierda.

Ella ya estaba dentro de mí desde la primera vez que la vi, así que ¿A quién quiero engañar? ¿A mí mismo?

Soy un idiota por creer que no sentiría nada, que sería fuerte al ponerme frente a ella y sería capaz de contarle lo que fuese sin problema alguno. Que iluso he sido. Solo he querido no hacerme daño a mí mismo, separándola de mi todo lo posible y ahora todo es un maldito desastre. Nada es como antes.

Y cuando Jax y Critter entraron en la sala... mierda.

Puede que me pusiera más violento de lo que me ponía normalmente cuando quería pararle los pies a Critter. Sé cómo se pone, sé cómo actúa con las mujeres y sé perfectamente que iba a golpear a Kayla. Si lo hubiese hecho... mi reacción no habría sido solo frenarle, como acabé haciendo.

Le habría dado una puta paliza frente a Jax y ahí si hubiésemos tenido un jodido problema.

Pero la cagada, por mi parte, no fue sujetarle de esa manera, fue la mierda que salió de mi boca y que espero que el puto Jax no haya escuchado.

Hace solo un momento que Kayla se fue con mi Kawasaki Ninja, completamente enfadada.

La entiendo, yo también estoy enfadado y una sensación de tristeza me golpea el pecho, algo habitual desde que la vi después de tanto tiempo. Mi estomago se queja desde que he notado esas mariposas al rozar la cara de la Diablilla con mis nudillos, deseando volver a sentir esa sensación. Una sensación que no he vuelto a notar desde que estuve con ella por última vez.

Vuelvo a entrar al bar y le pido a la camarera que me prepare algo de comer, quiero saber si lo que siento en el estómago desaparecerá o se llenara de alguna forma con algo de comida.

Critter no tarda en aparecer a mi lado. Se sienta en silencio y golpea la barra, indicándole a la mujer que le sirva algo de beber. Esta le pone una jarra bien fría delante mientras que a mí me da un bocadillo.

Lo agarro entre mis manos y mastico pausadamente. No, la comida no va a conseguir saciar lo que siento en la boca del estómago.

-¿Qué has querido decir con eso?

-¿Decir con qué? – pregunto entre un mordisco al bocadillo, haciéndome el tonto, no quiero tener esta conversación ni aquí ni ahora.

-¡Ya sabes con que, joder! - grita molesto.

Dejo el bocadillo en el plato y mastico, aun sin mirarle, me froto las manos y me deshago de unas molestas migas de pan. La mano de mi primo se coloca en mi hombro. Esta vez sí giro mi mirada hasta él.

-Lo que he querido decir con eso es lo que escuchaste. - termino de tragar – Ni más ni menos.

-Estás de coña. - sigue sin creerme y noto que aprieta más su mano sobre mi hombro.

Hago un gesto con los hombros, no dándole más importancia, y vuelvo a morder el bocadillo.

Critter mira su jarra y bebe de ella. Ambos terminamos a la par.