capitulo 41. Esto es el final

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Minutos antes

Kayla

No me lo podía creer. ¿Cómo he sido tan tonta?

Hugh es parte de la red de Gea, que ahora es de Abrik, obviamente podría saber de nosotras dos. Seguro que Gea tenía algún tipo de ficha sobre nosotras y el muy hijo de la gran perra lo había visto. Debí no ser tan ilusa y ponerme a investigar a todos los invitados de esta noche, pero no tenía suficiente tiempo. No me daba tiempo a tener información de cada uno de ellos, de Abrik y, además, montar nuestro plan para así rescatar a mi hermana.

Joder, mi hermana.

Lloriquea y grita, mientras a mí me va a dar un ataque de pánico. El corazón me va a cien, un miedo en este caso totalmente racional a morir se apodera de mí. He de ser sincera conmigo. Voy a morir, las dos lo haremos o al menos eso espero. Que acaben con nosotras de una forma rápida para que no podamos sufrir las barbaridades que seguro estos dos violadores en potencia quieren hacer con nosotras. La situación me parece irreal, como si fuese la espectadora y no la protagonista de lo que está sucediendo en este instante.

Pero no puedo dejarlo todo aquí, después de todo lo que he pasado, lo que Olivia debe haber sufrido...

Mi cabello cae sobre mis ojos, el bonito recogido que llevé esta noche está destrozado.

Se me enciende la bombilla.

Miro a los dos hombres que se acercan hasta a mí. Agacho la cabeza hasta mis manos, apoyándome en la pata de la cama, mientras simulo el llanto, no es muy dificil hacerlo en este punto. Hugh ríe junto a su primo, ambos disfrutan de mi sufrimiento simulado a medias. Mis dedos tocan mi cabello y al fin encuentro lo que buscaba.

El clip de cabello.

Lo coloco entre mis manos.

-Me has drogado- digo.

-Por supuesto. No iba a dejar que intentases nada, además, no me gusta usar lubricantes y prefiero follar a pelo. Espero que no te importe.

-Maldito hijo de...puta.

-Esa lengua. - se carcajea- Ya sabes que prefiero los coños, te quedas con el culo. - le dice a Carlo.

-No te preocupes raggaza, en cuanto sangres un poco mi polla entrará como la seda. - Carlo se sujeta el pene flácido, escupiendo sobre su mano e intentando estimularlo.

Yo sigo con el clip entre mis dedos, intentando abrir la cerradura tal y como Maverick me enseñó, aunque se está haciendo mucho más complicado de lo que pensaba en un primer momento.

Entonces veo la cara de la mujer tras Hugh. Mis ojos se abren con sorpresa, frenando los movimientos de mi mano sobre la cerradura de las esposas. La reconozco. Hugh sigue acercándose con parsimonia hasta donde estoy, la voz de Olivia no cesa de desgañitarse con sus gritos, Carlo sigue masturbándose mientras observa el cuerpo de mi hermana y sus ojos saltan entre mis pechos y los de ella. Le ha quitado la parte de arriba del vestido y sus pequeños pechos sobresalen. No tarda en empezar a tocárselos y pellizcarlos con evidente fuerza mientras se estimula. Y luego está ella. La mujer que Gea se llevó como parte de su venganza.

Roxy.

Respira de forma agitada mientras nuestros ojos se miran. Nunca supe cuál era realmente su color de ojos hasta ahora, son marrones. Su cara se ve demacrada, triste y enfadada. Su cabello siempre de colores se mantiene en un sencillo color negro con reflejos azulados. Está mucho más delgada de lo que recordaba, debe de haber perdido al menos 5 kilos, no es de extrañar si este es su día a día. Nunca me cayó bien, para ser sincera, siempre la vi como la oportunista que hizo que mi hermano se volviera un adicto al sexo, cosa que odié sabiendo por lo que mi hermano había tenido que pasar de joven. Están además todas sus mentiras, lo cual provocó que Mal no volviese a fiarse de una mujer hasta que conoció a Raven. ¿Pero ahora? Ahora me caían lagrimas mientras nos mirábamos, ajenas a todo lo que ocurría en la habitación, a nuestro al rededor. Porque sentía lastima por ella, por mi hermana y por mí.

Trisnina (#Stone3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora