Nada más desperté, pude contemplar al chico descansando a mi lado, se me hacía raro, pero me gustaba ese despertar.Acaricié su cabello con suavidad, notando como este se despertaba poco a poco, dedicándome una sonrisa. Eso me animó la mañana, estuvimos dándonos caricias y algún que otro beso, hasta que la alarma sonó, alertandome de que tenía que irme a trabajar.
Quería ir lento con él, pero me era imposible, quería experimentar cada cosa a su lado, ver un poco más de él, y compartir experiencias con Conway.
Después de vestirnos e ir a comisaría, nos dimos cuenta tarde de que habíamos entrado juntos por las puerta de comisaría, quedándose todos viendo hacia nosotros. Yo me quedé sin saber que hacer, carraspeando leve.
—¿Qué coño miráis? Poneros a trabajar, panda de inútiles.
Con aquella advertencia por parte de Conway, todos se pusieron con sus cosas, incluida yo, que me despedí con la mirada con el súper intendente, este me dedicó una pequeña sonrisa viendo antes que no hubiera nadie.
—¡AAAH!, HIJO DE PUTA.
Oía los gritos de Isidoro desde afuera del vestuario, sabía lo que pasaba, seguro se estaría pegando con mi hermano. Cuando entré, vi que efectivamente estaba pasando eso, siempre están igual.
—Parecéis amantes, los que se pelean se desean.
Me comí un porrazo por los dos, riéndome por ello para después frotarme el golpe.
—Joder chicos, hacéis muchísimo ruido, se os escucha desde afuera.
Apareció Gordon por la puerta, el cual recibió un abrazo por mi parte, sonriendo por aquel gesto.
—Es que el imbécil este se ha hecho pasar por mi en Tinder, ahora no dejan de llegarme notificaciones.
—JAJAJAJA, así te consigues pareja.
Recibí una mala mirada por mi hermano, sacándole la lengua en forma de burla.
—La que parece que ha conseguido pareja es "____", ¿Y ese chupón que tienes en el cuello, pillina?
Me pilló desprevenida la pregunta de Gordon, haciendo que me tape con rapidez el cuello con mis manos, no sabiendo donde mirar.
—No es un chupón, solo que me he rascado mucho anoche, me picaba.
Otra mentira más.
Pero todo eso se acabaría cuando entró otro agente más, con cara de sorprendido.
—¿Habéis visto lo contento que está el Súper intendente, y las marcas de su cuello?
Todos me miraron a mi, mierda.
—¿TE HAS TIRADO A CON-
Le tapé la boca con ambas manos a Isidoro, negando con la cabeza lo más rápido posible, mientras recibía miraditas por parte de los otros tres.
Mi hermano no dudó en salir del vestuario, estando algo enfadado.
—Eres gilipollas, no vayas gritando eso cuando es mentira.
Salí corriendo tras de el, saliendo fuera de comisaría para agarrarlo del brazo.
—Gustabo no creas nada, de verdad que no es así.
No me hacia caso, estaba mirando a otro lado tratando de ignorarme.
—¿En serio, "____"?, dime la verdad, porque si no, te juro que le parto la boca.
Quería decirle que lo estaba conociendo, pero tenía miedo de lo que podía pasar.
—Te lo prometo, pero por favor no hagas nada. Igualmente si hubiera pasado algo no tendrías que enfadarte así, comprende que es mi felicidad.
—Con eso ya me has dicho todo, sé que es verdad porque hoy fui a tu apartamento por la mañana, y lo vi en tu puta cama. No entiendo el porqué me mientes, y si te digo que prefiero que estés con otro que no sea Jack Conway, es por tu bien, pero tú verás, adiós.
Me dejó plantada afuera de comisaría, aguantando las lágrimas que irían saliendo poco a poco de mis ojos. No quería dejar de hablar con mi hermano, pero tampoco dejar a Conway, debía solucionar su odio con él de alguna manera.
No sabía qué hacer en esos momentos, así que, decidí irme a patrullar en unión, acudiendo de vez en cuando a algún robo de vehículo, llegando a empapelar a los que capturaba.
Volví a mi vehículo pero esta vez con Filadelfo, yendo al robo de tienda que había saltado mientras conducía. Una vez allí, tuvimos una mala espina por los atracadores, estaban casi siempre hablando por radio y algo nerviosos. Avisé antes de empezar con la negociación de que estuvieran atentos a nuestra posición.
Negocié una salida limpia con el atracador, revisando de vez en cuando los movimientos que hacían. Llegó de repente un vehículo negro entero, donde salieron dos personas apuntandonos a Filadelfo y a mi, indicando que nos subiéramos. Intenté avisar por radio de QRR, pero solo se pudo escuchar un "ayuda" en forma de grito, que alarmaría a toda la malla.
Los atacantes tiraron nuestras comunicaciones y nos retiraron las armas, esposandonos al coche para no hacer nada raro. También se subió el chico que estaba robando la tienda, sabiendo que haría algo malo después.
—¿Qué cojones hacéis?
No podía hablar sin rabia, queriendo soltarme pero siendo esto un fracaso. No hablaron en ningún momento del trayecto con nosotros, simplemente con alguien más que estaba en la radio, planeando el sitio donde nos llevarían.
Miré a Filadelfo intentando que se tranquilice, yo era superior y el solo un alumno, era mi responsabilidad cuidar de el, y que no le pasara nada.
Nos taparon los ojos antes de llegar al lugar, bajandonos del coche bruscamente, y llegando a tirarnos a un suelo frío, sin saber realmente donde estábamos.
—Tengo mucho miedo..."____"
—Todo va a salir bien, tranquilo, no dejaré que te toquen el pelo.
Susurré con calma para que no se alterara más, acercándome lo máximo a él para que notara mi presencia.
Oímos unos pasos acercardose a nosotros, recargando una pistola que hizo tragar saliva a ambos.
—Pero qué tenemos aquí, si son dos polizuchos de mierda.
Apreté mis puños ante la rabia, volviendo a moverme con fuerza para quitarme las esposas.
—Es inútil lo que estás intentando, y en cuanto te sueltes, estás muerta, espero que te quede claro.
Trataron de sacarnos información acerca de la policía, pero ninguno de los dos abrimos la boca para eso. Recibimos varios golpes en las costillas, quedándonos sin aire por unos segundos. Al final nos retiraron las vendas de la cara, pudiendo ver al enmascarado y sus perritos detrás.
—No vais a conseguir nada, antes prefiero morir a decir algo sobre mis compañeros.
Escupí a los pies del supuesto jefe, enfadando aún más. Se agachó a mi altura, para agarrarme con fuerza el rostro, quedando cara a cara conmigo. Me dió una bofetada con fuerza, notando como los anillos que llevaba se clavaban en mi mejilla.
—Eres una jodida perra controlada por la policía, especialmente por el queridísimo Jack Conway, que controla todo para que hagan el trabajo sucio por él.
No pude evitar soltarle un cabezazo, doliéndome la cabeza al instante pero aguantando por el momento. Quiso darme un culatazo con la pistola, pero justo se escucharon tiros, y sirenas de los patrullas.
Los otros malandros nos llevaron a otra sala, encerrándonos en esta para no hacer ruido.
Teníamos miedo, esta vez no tenía mucha esperanza de que pasara algo bueno.
...
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BEHIND YOU | JACK CONWAY
FanfictionSi debo seguir tu rastro hasta que mi alma se apague, ten por seguro que así será, porque hasta que no consiga que seas mía, esta guerra no tendrá fin. Mi carácter hará que las cosas sean complejas, pero en tus ojos se ve reflejado como ardes de des...