BEHIND YOU | JACK CONWAY

XV

Nuestra mañana empezo movida, Kylie, Castro, Gordon y yo, nos fuimos al supermercado más cercano de la zona, que quedaba a una media hora andando, lo que nos tocó.

Ya que, no teníamos nada en casa, teníamos en mente comprar en demasía, para así no gastar tan rápido y no tener que volver a comprar en nuestra estancia en aquella casa.

—Yogures, queso, jamón...

No dejaba de oír a Gordon dictar la lista de la compra desde hace un buen rato, teniendo ya casi el carrito lleno de comida.

—La próxima vez voy a venir yo sola, así no tengo que aguantar a este hombre. —Resopló Castro, provocándome una risa.

—Oye anoche escuché como ruidos raros desde la cocina, ¿Sabéis que podría haber pasado?

Nos intercambiamos miradas, dándoles a ellos como respuesta un movimiento de hombros de arriba abajo al hacer como que no sabía.

—Seguro algún cochino hizo cositas con su amante en la cocina, espero que lo hayan dejado limpio o si no juro que lo limpian con la lengua.

Tragué saliva por las palabras de la chica, continuando con la compra para disimular el rojizo de mis mejillas, volviendo a recordar las palabras de Conway.

Estuvimos en ese lugar por más de veinte minutos, terminando de comprar todo y teniendo que llamar a un taxi para que nos pueda llevar, cargar con aquellas bolsas durante tanto tiempo y el calor, haría que nos diera una insolación al instante.

Cuando llegamos, Isidoro y Filadelfo se ofrecieron a colocar todas las cosas, viendo cómo poco a poco la nevera y los armarios se iban llenando.

Caminé hacia mi habitación, notando como chocaba con una gran cuerpo voluminoso, haciendo que tenga que levantar mi mirada hacia arriba, notando aquellos lindos ojos que tanto me gustaban mirar. Obtuve un beso por su parte, y él un pequeño golpe en el brazo por el mío.

—Cuidado, que nos pueden ver... —Susurré solo para que él me escuchara.

Esbozó una sonrisa, negando con la cabeza.

—Y qué, no puedo resistirme a querer besarte cada vez que te veo, necesito que lo hagamos público, no podemos estar en secreto para siempre, "____"

Agarré su brazo sutilmente, metiéndolo en el cuarto de la limpieza, donde nunca nadie se metía por razones obvias.

—Conway, créeme que soy la primera que quiere demostrar mi amor por ti enfrente de todos, pero sabes cómo puede afectar esto a tu carrera como super intendente...

Sujetó mi barbilla, dejando un cálido y corto beso sobre mi frente.

—No me importa, "____", si me quitan de ese puesto trabajaré de otra cosa, solo quiero estar a tu lado, el resto me da igual, podríamos llegar a más, tener nuestra propia casa, formar una familia, y más. Piénsalo, ¿Si?, no tienes que darme la respuesta ya, pero créeme que lo último que me interesa es mi puesto de trabajo, prefiero una vida a tu lado.

Aquellas palabras provocaron algunas lágrimas caer desde mis ojos, siendo retiradas por el contrario, que me observaba de la manera más admirable posible.

No estuvimos mucho más en esa habitación, saliendo para cada uno hacer nuestras cosas. A lo tonto se pasaron las horas volando, viendo cómo poco a poco caía la noche y todos reclamaban por comida.

Estábamos todos en la cocina, algunos apoyados en la encimera, otros en la nevera, y así por todo el lugar.

—Propongo que después de cenar juguemos algo, así animamos este cumpleaños.

Gustabo sonrió por su idea.

—Propongo algún juego de mesa.

—Yo digo que algo más antiguo.

—...

Hubo muchas propuestas, pero ganó una por mayoría.

—Entonces mi propuesta final es, verdad o reto.

Isidoro nos miró fijamente a todos, esperando a que reaccionemos a su juego elegido.

—Compré botellas, de algo me sirvió aguantar a Gordon en el super con la lista. —Comentó Castro.

Holiday estaba de acuerdo con su mujer, al igual que todos los presentes en la cocina, menos yo.

Tenía miedo de lo que podía pasar, nunca había jugado a aquello pero sabía los tipos de retos o verdades que podrían salir de allí.

Freddy me miraba dudoso, porque él sabía lo que me pasaba, aún así, siempre intentaba hacerme reír para no pensar en aquello, distrayendome un rato de mis pensamientos.

—Bien, comencemos el juego, ya sabéis las reglas, verdad o reto, si eliges verdad, se te hará una pregunta y tienes que responder, si no, debes beber un chupito largo. Reto, lo mismo que lo anterior si te niegas, y si no, los demás deberán pensar un reto de cualquier tipo, no pasando los limites de lo extremo.

Kylie explicó todo con rapidez, sabiendo ya todos lo comentado anteriormente, queriendo empezar a jugar para ver qué pasaba al final de la noche.

Estábamos alrededor de una hoguera afuera de la casa, en la playa, rodeando aquel fuego en un circulo bien hecho, cada uno con su vaso y cerca de ellos diferentes botellas.

—Lo haré con la app de la ruleta. —Dijo Filadelfo, colocando todos los nombres, y viendo que tocaba a mi mejor amiga.

—Bien Chloe, verdad o reto.

—Verdad.

Sus manos sudaban un poco, pero sabía que este tipo de juegos le gustaba mucho, y más si tenía alcohol de por medio.

—¿Es verdad que te gusta Isidoro?

Todos coreamos un "uuuu" a la vez, mirando a Chloe con una sonrisa, y también Isidoro viendo lo que respondía.

—Sí, me gusta.

Todos celebramos cuando dió su respuesta, sabiendo que era obvio por como se ponía al estar cerca de el.

Notamos como las orejas de Isidoro se ponían algo rojas, mientras tanto, el bebía de su vaso para no sentir los nervios.

—Siguiente..mhm...Kylie.

Hablamos todos rápido entre nosotros para proponer un reto, frotando nuestras manos al mirar a la chica rubia.

Comencé a hablar yo. —Te reto...a que beses a Filadelfo por veinte segundos, obligatorio que sea con lengua, ha petición del público.

Me quiso aniquilar con la mirada, aceptando finalmente aquel reto que tomaría como una tontería.

Vimos como se levantaba hacia Filadelfo, segura, sin en cambio, el chico estaba temblando.

Se arrodilló enfrente de el, empezando aquel beso de manera lenta y suave, mientras nosotros colocábamos el temporizador de lo que tenían que tardar. Se fue intensificando poco a poco, notando como añadían ambos la lengua, sincronizandose tan bien como si lo hubieran hecho antes.

Acabaron suspirando levemente al separarse, mirándose a los ojos por unos instantes, no pudiendo evitar sonreír por aquello.

Todos gritamos el nombre de Kylie y Filadelfo, recibiendo gritos por parte de ellos, que después se convertirían en risas.

—Siguiente persona.

Hizo una pausa dramática.

—Esta va para "____", ¿Verdad o reto, viajera?

Abrí los ojos como platos, no sabiendo que responder, pero mi instinto eligió al segundo.

—Reto.

...