CAPÍTULO 7

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MI ADICCIÓN

YIZHAN

CREADORA: KUSHINEKO
INSTAGRAM: WANGXIAN_1995

CAPÍTULO 7

“SEGUNDO ENCUENTRO”.

Xiao zhan estaba al cien por ciento, estaba como nuevo, después de se recaída estaba más calmado, estar a lado de su mejor amigo ayudaba mucho, aún seguía pensando en ese alfa.

Se dirigió a su trabajo y tomo su puesto como usualmente lo estaba haciendo, el encargado Dylan Wang estaba aquí y lo miraba fijamente.

—joven zhan sabe que aquí no es como en otros lugares no puede faltar tanto tiempo.

Zhan se inclino en un saludo respetuoso y lo miro de nuevo —me disculpo por eso señor, estaba enfermo, mi amigo le dijo cierto?—lo miro preocupado.

—me lo dijo zhan solo que si el jefe no te ve para la próxima los dos tendremos problemas.

—lo se y no volverá a suceder señor .

—esta bien señor .

Dylan salió de la cocina, y miro como yibo estaba parado en la entrada fumando un cigarrillo muy paciente, levantó la mirada y miró a Dylan quien lo saludo cordialmente.

—cuanto tiempo yibo— hablo Dylan dirigiéndose hacia el —vayamos hacia la oficina.

—Mn, mucho tiempo hombre— hablo mientras saco el cigarro de su boca y botaba una bocanada de humo.

Dylan suspiro y se dirigió el primeramente hacia la oficina para conversar de asuntos de negocios.

Detrás iba yibo, pero antes de siquiera dar tres pasos cuando sintió el olor embriagante del Omega, tiro el cigarro al piso y lo apago con la zuela del zapato, busco con el olfato el sutil olor, así que lo siguió, fue directamente hacia la cocina, su Omega era un ¿Cocinero?, llegando ahí su olfato percibió más de mil olores en el lugar pero el aroma del Omega resaltaba más, busco con la mirada y ahí lo vio, el Omega estaba amasando una masa de harina para hacer espaguetis, estaba con su Carita manchada de harina pero no dejaba de amasar.

—omega— hablo con vos de alfa yibo.

Lo que es estaban en el lugar se quedaron quietos el único que seguía sin dejar de moverse era zhan, quien seguía absorto en tener una masa perfecta.

—omega, mi Omega— volvió a llamar

Pero el pequeño no se inmutó al llamado hasta que su cuerpo sintió un golpe de calor, comenzó a sudar y sería de mala educación limpiar su sudor mientras amasaba así que se sacudió y busco su pañuelito que siempre llevaba para emergencias, el seguía sin comprender nada hasta que sintió como era abrazado fuertemente por unos brazos musculosos pero no exagerados.

—ahhhhhh!!!— grito, ese grito llegó hasta Dylan que volteo y no vio a yibo por ningún lado.

—no tiene remedio— lo dijo para retroceder y observar como yibo sujetaba al pequeño pelinegro entre sus brazos. —sabia que tendría problemas con ese enano— murmuró —yibo suelta al niño— pidió.

MI ADICCION (YIZHAN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora