El primer amor nunca muere ☘ ChanIn

❥ 05

—¿Dónde rayos está Chris? —preguntó Félix llevándose un bocado a la boca, hacia dos semanas que lo habían dado de alta y sus padres le habían realizado una fiesta pequeña con todos sus amigos.

—No lo sé, no pude contactarme con él, por lo que sé está viviendo en Italia, es lo único que me dijo su madre, pero admitió que ni ella lo puede contactar —respondió Minho con un pequeño sentado en sus piernas—. Dijo que cuando hablara con ella le contará la buena noticia para que venga a verte.

—Debe ser genial vivir en Italia —expresó Félix—. Apenas pueda caminar correctamente, pero iré a conocer el mundo.

—Me alegro por ti, debes tener muchas metas y cosas que quieras hacer —Seungmin acarició su cabello tiernamente.

—Las tengo —dijo emocionado.

—¿Y a qué lugares te gustaría ir? —preguntó Jeongin tratando de unirse a la conversación, se sentía tan extraño que todos lo ignoraran como si fuera el villano de una película. Hyunjin no estaba en mejores condiciones que él, pero al menos Félix no era tan frío con el alfa, era obvio que lo seguía queriendo.

—Tal vez a África, siempre fui fan de las películas de la momia.

—Egipto debe ser fantástico, un lugar lleno de cultura e historia, también me gustaría ir.

—Podríamos ir juntos alguna vez —soltó Félix de la nada y luego desvió la mirada a Jeongin—. Si no te molesta claro.

Jeongin negó.

—No me molesta, podríamos ir todos juntos una vez que localicemos a Chris —sonrió amargamente.

La señora Park pasó a su lado con un platillo de ensalada rusa dejándola en la mesa para que se sirvieran, a Jeongin se le revolvió el estómago y le dio un trago a su vaso de agua, los olores se habían vuelto demasiado fuertes los últimos días y la comida le empezaba a dar asco.

—Ojalá sea pronto, lo extraño —Félix suspiró—. Era mi mejor amigo y uno que de verdad era leal —dijo amargamente sin despegar la vista de Jeongin, quien desvió la mirada y se puso de pie.

—Será mejor que me vaya, no me siento bien.

Hyunjin también se puso de pie para acompañarlo, pero Jeongin puso su mano en su pecho.

—Tú quédate, hace tiempo que no conviven.

—No es correcto —le dijo tomando su mano—, iré contigo.

—No es necesario, Hyunjin, quiero estar solo.

Hyunjin asintió volviendo a sentarse, entonces Jeongin caminó hasta la salida con la frente fruncida preguntándose sobre lo que estaba haciendo, pareciera que estaba dándose por vencido.

—Voy hablar con él, creo que le he hecho sentir mal con mi comentario —Félix se puso de pie y caminó lentamente porque su cuerpo aún no se acostumbraba—. Espérennos aquí.

Llamó a un taxi, ya que sólo quería regresar al hotel y tomar una siesta, se sentó en la banqueta para esperar.

—¿Te sientes bien? —escuchó a Félix detrás de él—. Haciéndote la víctima y todo.

—No sé de qué estás hablando —le dijo con los puños apretados—. ¿Qué haces aquí? Regresa a tu fiesta.

—Admite que estás actuando como un mártir, soy yo al que traicionaron.

—¿Y qué esperabas? —Jeongin apretó los puños—. ¿Que te lloráramos toda la vida? —le dijo enfrentándolo—. No seas tan egoísta, Hyunjin merecía ser feliz.

—¡Lo sé! —exclamó Félix—. Pero no contigo, no con un amigo mío, me traicionaste, lo enamoraste y te casaste con él. ¿Alguna vez pensaste en mí?, ¿cómo crees que me siento?, me duele mucho —Félix empezó a lagrimar—. Lo amaba más que a mi vida, ¡aún tengo su marca secándose en mi nuca!

—¡Yo también lo amo!

—¿Y crees que él te ama? —le preguntó empujándolo.

—¡No me empujes! —le gritó protegiendo su vientre.

—¡No te ama!, lo veo en su mirada, él no sabe mentir y tú lo sabes, lo que dijo aquella vez en el hospital no eran más que puras mentiras llenas de mierda.

—¡Pues tampoco a ti te amaba tanto porque se casó conmigo! —Jeongin le gritó de regreso queriendo lastimarlo como lo había hecho Félix con él.

El menor lo golpeó en el rostro haciendo que Jeongin se fuera para atrás.

—No eres más que un plato de segunda mesa.

Y Jeongin no pudo más, lleno de coraje le regresó el golpe haciendo que el menor cayera al suelo.