El primer amor nunca muere ☘ ChanIn

❥ 28

—¿Por qué te estás arreglando tanto? —Momo cuestionó, viendo el excesivo maquillaje que Jeongin había puesto en su cara, ella estaba tirada en la cama jugando con el cabello de Nijiro mientras dormía—. Él aceptó salir contigo aún sin la necesidad de usar todo ese maquillaje, ambos son lo bastante adultos como para esas trivialidades, ¿y qué son esos pantalones?, se te marca todo, puedo adivinar cuánto te mide, es una cita en un restaurante familiar no en un antro. Jeongin, ese no eres tú —señaló la figura en el espejo.

—Momo —Jeongin le habló duramente—, deja de fastidiar. Él dijo que le gustaba un omega, yo no lo conozco, no sé si es guapo, joven o alto, quiero que se enamore de mí.

—Tú lo has dicho, quieres que se enamore de ti, entonces, ¿por qué tratas de cambiar? Vamos, eres muy lindo y amable, trabajas duro, no hay nada que no puedas lograr si trabajas duro, mira que me estoy quitando del camino para dejártelo para ti solo —Jeongin sonrió cálidamente y caminó hasta la cama donde se dejó caer sorpresivamente, luego se arrepintió al ver que Nijiro se movía, suspiró cuando el niño no despertó.

—Me gusta mucho, no hablo físicamente, porque físicamente no creo que exista una persona que me guste más que Hyunjin, pero me gusta Chris por lo que es, como persona, es amable, cariñoso, tiene una sonrisa muy bonita, estar a su lado me hace sentir feliz y me hace sentir bien, desde que volvimos a encontrarnos él ha estado todo el tiempo ahí, tal vez lo hace para sacarse de su cabeza a ese omega, pero no me importa, yo creo que al final él también me aprecia y a Nijiro. Bueno, a Nijiro un poco más que a mí y creo que Nijiro lo aceptará sin ningún problema. De verdad quiero que él se fije en mí.

—No seas tan lamentable, Jeongin, yo creo que ya le gustas, si no, no te hubiera pedido una cita, tal vez se ha dado cuenta de que no vale la pena luchar por ese omega porque tú eres valioso, además, yo lo he visto, él se ve feliz a tu lado. En realidad, ustedes ya actúan como una pareja, pasean con Nijiro, salen a comer, comen aquí, estoy segura de que él pasa más tiempo aquí que en su casa, sólo falta el último paso, besarse, sexo y un anillo.

Jeongin se sonrojó y llevó sus manos a su cara, empezando moverse de un lado a otro en la cama, despertando a Nijiro, quien aún soñoliento miró a Jeongin y le sonrió, se movió hacia su padre y se recostó en su estómago.

Jeongin lo apartó unos minutos después cuando se dio cuenta de que se le estaba haciendo tarde, decidió hacerle caso a Momo y limpiar su rostro, se sacó los pantalones de látex y decidió que eso era algo que debía ser usado por un jovencito de dieciocho y no él, además de que le resultaban incómodos y bochornosos.

—Papi, ¿vas a salir? —preguntó Nijiro bostezando, Jeongin asintió temiendo porque Nijiro hiciera un berrinche y queriendo ir con él, por supuesto que le gustaba estar con su hijo y sabía que a Chris no le molestaría, pero si Nijiro iba con ellos, no iba a ser nada diferente a sus salidas habituales.

—¿Con Channie?

—Así es —le dijo acariciando sus cachetitos y juntando sus narices.

Nijiro se acercó,.

—¿Me cambias? —le pidió y Momo le sonrió nerviosamente.

Momo puso ambas manos en sus caderas e hizo un puchero.

—No íbamos a ver una película, prometiste ver una película conmigo, por qué quieres cambiarte.

—¿No puedo ir con Channie y papi? —preguntó tímidamente amenazando con empezar a llorar, Momo lo abrazó con fuerza y mucha ternura.

—Channie e Innie tienen una cita, ellos dos solos, por eso no puedes ir. Ya verás que nos divertiremos juntos.

—¿Una cita?, ¿cómo las películas?

—Así es.

Nijiro miró a Jeongin.

—¿Channie va a ser mi papá? —preguntó sin dejar de hablar tímidamente, por lo que Jeongin se acercó a su hijo y se puso a su altura acariciando su cabello.

—¿Quieres que Chris sea tu papá? —le preguntó nervioso.

¿Qué haría si su hijo se negara? No creía poder abandonar la idea, lo había extrañado tanto cuando Chris dejó ir a su casa. Pero sonrió al ver como Nijiro asentía y sonreía. Jeongin lo abrazó con fuerza y le guiñó el ojo.

—Ya verás como papá se esforzará mucho.