— Novecientos once, ¿Cuál es su emergencia? — Se escuchó la voz tranquila de una mujer detrás de la línea.
— Hay alguien.. en mi casa.. — Un niño que se escuchaba asustado había marcado a la línea de emergencia.
— Cariño, ¿Estás en un lugar seguro? — Preguntó.
— Estoy en mi habitación.. estoy escondido en el armario. — Soltó el niño.
— ¿Tu hogar es en la privada las rosas? — Se escucharon teclas de un teclado.
— Si.. casa de tres pisos color blanco. — Especifico el menor.
La chica detrás de la línea silencio la llamada y llamo a uno de sus compañeros anunciando el nombre de este caso: A5158.
— La ayuda ya va en camino, cielo. Todo va a estar bien. — La oficial al escuchar la respiración agitada del niño se comenzó a poner nerviosa, no llevaba mucho tiempo trabajando y era nuevo para ella.
Se escucharon gritos desgarradores de una mujer, por lo que el niño comenzó a llorar. Los gritos no pararon hasta unos dos minutos después, había sido una muerte muy dolorosa seguramente.
— Creo que.. — La voz del niño era entrecortada. — Mato a mi mamá.. —
— Cariño, tu mamá va a estar bien, ¿Puedes decirme tu nombre? — Dijo la joven.
Hubo un silencio, el niño estaba demasiado asustado como para contestar, pero después de un largo respiro, habló.
— Mi nombre es Chuuya Nakahara. — Contestó.
La mujer detrás de la línea pensó por un segundo, había escuchado ese nombre antes. Un grito de un hombre la despertó de sus pensamientos, volviendo a atender la llamada.
— ¿Qué edad tienes? — Preguntó.
— Cinco.. — Respondió Chuuya.
En eso se escuchó como pateaban la puerta principal, la policía ya había llegado.
Esa noche reportaron seis cuerpos sin vida de quienes parecían los padres de Chuuya, el mayordomo y la servidumbre. No se atrapó al culpable. Había logrado salir a tiempo, pero registraron que la última mancha de sangre estaba en el sexto escalón, por lo que si hubieran llegado cinco minutos tarde, Chuuya no hubiera vivido.
El único niño que sobrevivió a este caso era un modelo de marcas infantiles famoso. Con esta noticia, el mundo del espectáculo cayó de luto, pues sus padres eran productores de grandes películas que habían ganado varios premios.
Por más que investigaron, Chuuya no tenía más familia, más que su tía, Ozaki Kouyou, una multimillonaria de los Estados Unidos, su primo, Paul Verlaine, hijo de la ya antes mencionada, y Kyoka.
Al mudarse a los Estados Unidos, no pudo ingresar a la escuela como cualquier niño de su edad, pues tenía aún el trauma que le impedía relacionarse con los demás, por lo que fue educado en casa.
Vivía en una enorme finca, era inmensa, tanto que cabían once piscinas olímpicas dentro.
Los años pasaron muy lento y el trauma no se iba.
Aún con una edad tan corta, el se sentía solo, pues su tía siempre estaba ocupada, Verlaine siempre estaba ocupado estudiando y Kyoka también. Su única compañía eran las plantas, que el amaba regar todos los días cuando el sol salía.
Verlaine le ofreció aprender artes marciales para que supiera defenderse, pero Chuuya no quería violencia, simplemente no soportaría que el lastimara alguien físicamente.

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The way you hurt [Soukoku] Part. 2
FanfictionDónde Dazai aunque no ame a Chuuya, no puede soltarlo. Segunda parte. Parte uno en mi perfil. Nombre: The other woman. Tercera parte disponible en mi perfil. Nombre: Caso A5158