Reencuentro y enfermedad

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Por la tarde, Ranpo y Poe fueron a dejar a Kunikida enfrente de Rolling Hills para ver a Sigma.

Al llegar, lo recibieron, tomando sus datos y revisando sus pertenencias, una vez que se sesionaron de que estaba limpio y no llevaba ningún arma, lo dejaron pasar al campus.

Había que recalcar que iba en uniforme escolar, el Rolling Hills y Yokohama's academy no se llevaban nada bien, pues siempre competían por el primer lugar en cada evento de interhigh.

Kunikida saco su teléfono y abrió el chat de Ranpo, donde estaba la información de Sigma, desde su hora de levantarse hasta su horario perfectamente diseñado.

— Dormitorio H, piso cuatro, habitación 25.. — Murmuró mientras se dirigía hacia el área de dormitorios, la cual era inmensa.

— Disculpa, ¿Necesitas ayuda?

Kunikida se dio media vuelta y vio dos alumnos con maletas, cierto, aquí ya habían terminado el semestre, por lo que los que se iban de la academia debían abandonarla antes de que iniciara el siguiente parcial.

— Eh, si. Estoy buscando el dormitorio H. — Respondió el Rubio, mirando a los dos chicos. Le sorprendió ver que uno era ciego.

— Venimos de allá, ¿Quieres que te llevemos? — Preguntó el chico más alto.

— Muchas gracias. Mi nombre es Kunikida Doppo, ¿Ustedes son..? — Preguntó el rubio haciendo contacto visual con más alto.

— Mi nombre es Tetcho Suehiro y el es Jouno Saigiku. — Respondió.

Comenzaron a caminar hacia el dormitorio indicado. Tetcho le había armado plática, pues él se había cambiado al instituto Yokohama's, pues la carrera que quería estudiar no estaba en Rolling Hills.

— ¿A quien buscas? — Preguntó Jouno.

Kunikida lo miró sorprendido, pues pensaba que era ciego y mudo ya que no había hablado en todo el rato que llevaban caminando por el campus.

— Sigma.. — Respondió.

Tetcho abrió los ojos sorprendido y Jouno alzó las cejas. Nadie solía buscarlo a él, mucho menos un visitante.

— Nosotros éramos sus compañeros de cuarto. Es un chico muy amable aunque muy callado, hay rumores de que vino a esta academia porque casi mata a un chico en su anterior colegio. — Explicó Jouno mientras subían por el elevador.

Kunikida se quedó callado, el si había escuchado de eso, pero no le importaba, pues no tenía ninguna relación con Chuuya. El estaba preocupado por Sigma, no por el pelirrojo.

Tetcho, Jouno y Kunikida caminaron hasta el fondo del pasillo, ahí estaba el departamento compartido. El albino abrió la puerta y le deseo suerte a Kunikida.

— Nos volveremos a ver, nos vemos. — Sonrio levemente Jouno, despidiéndose del rubio.

Kunikida miraba la puerta algo nervioso, no, estaba demasiado nervioso. No lo había visto en casi dos años, ¿abría cambiado? Se animó y abrió la puerta con manos temblorosas. Lo primero que vio fue un apartamento moderno y luego, sobre el sofá, estaba el.

Al verlo, abrió los ojos de par en par, su hermosos cabello bicolor estaba completamente igual como lo recordaba, su piel blanca y sus manos delicadas, carajo, su corazón saltó de inmediato.

— ¿Jouno-san? — Sigma se dio vuelta para mirar hacia la puerta.

Sus ojos se encontraron y Kunikida titubeó. Esos hermosos ojos violetas seguían igual de hermoso, su rostro perfecto y esa mirada que le transmitía tranquilidad.

The way you hurt [Soukoku] Part. 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora