Regresar

1.5K 159 313
                                    

Kenji y Dazai bromaban de Camino a Malibú, se habían llevado bien ya que a los dos les encantaban las series Tailandesas, por lo que llevaban horas hablando de eso.

— ¿Qué pasa, Dazai? — Preguntó Chuuya mientras le miraba, pues de la nada se quedó callado y mirando la nada.

— Kenji, ¿Sería mucho pedir que nos llevaras a Los Ángeles? — Preguntó Dazai completamente serio.

— Ah.. pues después de déjale el ganado, supongo que no, si puedo llevarlos. — Respondió el rubio.

Dazai sintió una vibra extraña, ya estaba nervioso por no poder llamar a Nikolai y a Yosano para que se detuvieran, quería pensar que este presentimiento no tenía nada que ver con ellos.

Pov.Dazai

Cuando vivía en San Diego, solía salir todos los días a jugar la bosque antes de la comida. Tenía cinco años, pero como era un lugar tranquilo, solía irme solo.

Un día mientras jugaba al inspector de bosques, escuché el llanto de un niño, por lo que me decidí buscar aquel sonido, era un niño, pero la curiosidad era mayor al miedo.

— ¿Por qué lloras? — Le pregunté.

Si, ese fue mi primer encuentro con Sigma.

— E-Estoy perdido.. — Contestó un Sigma de cinco años.

Aún recuerdo a Sigma de pequeño, era muy tierno. Recuerdo que amaba su cabello y sus ojos, pues el color favorito de mi madre era el violeta.

Solo conviví con él unos días, pues había ido de vacaciones con sus abuelos, quienes vivían en el campo. Creí que no volvería a verlo, pero el destino nos junto de nuevo, por lo que sostengo que nos quiere juntos.

Dos días después de que el se fuera, mi madre falleció en mis brazos, me estaba convirtiendo en un asesino a la edad de cinco años, es algo de lo que jamás estaré orgulloso.

En nuestra primera parada en Nueva York, papá robó a Elise de unos millonarios en un restaurante, yo tenía ocho y ella seis, me hizo sacarla del aula de juegos y llevarla afuera, ahí la "adoptó"

Cuando llegamos a la frontera, no pudimos sacar a Elise de Estados Unidos, por lo que decidimos regresar, pero antes de eso encontramos a una familia migrante, ahí encontramos a Atsushi.

Yo maté a la madre de Atsushi para salvar a mi padre, pues la mujer había gritado cerca de una zona militar, si no hacía que se callara, nos habrían atrapado ahí mismo.

Aunque hubiera preferido que pasara eso.

Día y noche soñaba con volver a encontrarme con mi amigo de dos semanas, pues sentía que mi madre se había ido con el, si, suena estúpido, pero tenía ocho años, yo solo quería ver de nuevo a mi madre.

La sensación de volverlo a ver cuando cumplí los doce años fue indescriptible, había entrado recientemente a la academia y aún la ceremonia de ingreso lo vi, el me vio, cruzamos miradas y nos dimos cuenta de lo mucho que nos habíamos extrañado.

Sigo creyendo que somos una misma alma pero en dos cuerpos distintos, pues ese mismo día hablamos como si fuéramos mejores amigos de toda la vida.

Recuerdo que cuando estaba con el, olvidaba que estaba con Chuuya y tenía que contestarle los mensajes al regresar a casa.

A todas las citas que íbamos, debía tomarme fotos como si estuviera solo para tener plática con Chuuya, pues debía seguir asegurándome de que me amaba.

The way you hurt [Soukoku] Part. 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora