Capítulo 4: Canción para volver a empezar (Hermione siempre tiene razón)

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—¿Están seguros de que él está bien...? —Harry se asomó a la puerta de la biblioteca, con sus amigos igualmente observando la escena.

—Uh... —Hermione se mordió el labio— ¿Eso creo?

Malfoy llevaba una semana en Hogwarts (Este Hogwarts). Sus días se dividian en ir a clases, buscar información sobre su situación en libros, hacer tareas, seguir buscando información y luego, muy abajo en su lista de prioridades, comía y dormía. Normalmente comía lo que el trío le traía del Gran Comedor después de almorzar (Cuando se dieron cuenta de que el chico no se aparecía), o lo que le traían algunos elfos domésticos, y dormía...

Dormía, si así se puede llamar, solo cuando el cansancio le ganaba a su cuerpo y lo hacía desmayarse sobre los libros. Hermione ya le había advertido que si seguía así se acabaría enfermando, incluso la bibliotecaria intervino para darle un sermón, pero fue inútil. Nunca habían conocido a una persona tan obstinada en la vida, y llevaban años siendo amigos del mismísimo Harry-No Tengo Instinto De Supervivencia Básica-Potter.

Y ahora ahí estaba, escondido detrás de enormes montones de libros que, no sabían cómo, crecían cada día más, enterrado en pergaminos y cuadernos llenos de escritos, mordiéndose compulsivamente la uña del dedo pulgar mientras escuchaba la música que sonaba en los auriculares conectados al reproductor de cassettes que nunca soltaba. Su cabello se mantenía recogido en un moño alto y desordenado, sujetado con su propia varita que lo atravesaba, y tenía los ojos rodeados de círculos negros que (increíblemente) cada día parecían mas oscuros debido a la falta de sueño.

—Entonces, Malfoy... —Harry se acercó, casi temeroso de que el rubio un día de estos entratara en un estado psicótico y saltara a morderlo— ¿Estás seguro de que estás bien? ¿No necesitas...? Ya sabes, ¿Dormir?

—Estoy bien, más que bien. Perfectamente bien —Respondió rápidamente, antes de empinarse su cuarta taza de café, de las cuales probablemente bebería diez más a lo largo del día.

—Malfoy, sabemos que esto es importante para tí... —Habló lentamente Hermione, sentándose en la silla frente a él— Pero si no descansas, te vas a poner mal y no vas a poder investigar nada más, ¿Entiendes?

—Si me detengo ahora para dormir, estaría perdiendo tiempo —El rubio apretó los labios, dando un suspiro desganado mientras se apoyaba los puños contra los ojos— Tiene que haber algo en algún lugar, algo que no estoy viendo, ¿Qué estoy omitiendo?

Ron y Harry se miraron entre ellos con cierta preocupación. No eran los mayores amigos de Malfoy, el Malfoy de su propia época, pero este otro Malfoy se veía tan desesperado que no podían evitar sentirse mal por él. Realmente no sabían qué decirle.

—Ni siquiera tú encontraste nada en los libros —Siguió, mirando a Hermione quien suspiraba— No lo entiendo. Si tan solo recordara...

—¿Y que tal si no fue un objeto? ¿Que tal si fue una persona? —Ron se acercó, tomando una silla para tomar asiento a un lado de Hermione— Dijiste que no recordabas como habías, uh... viajado a este tiempo.

—Lo pensé, pero tampoco encontré hechizos ni maldiciones que puedan causar ese efecto. Viajes temporales...

Volvieron a quedarse en silencio, como varias otras ocasiones en las cuales solo debatían posibilidades hasta que llegaban a un punto donde la lógica no existía y solo hablaban por hablar, a ver si algún desvarío acababa teniendo sentido.

—¿Y si fuiste tu mismo? —Harry cruzó los brazos sobre la mesa, recargándose.

—¿Yo mismo...?

—Si, quiero decir —Abrió y cerró la boca un par de veces, intentando buscar las palabras y explicar su idea— ¿Que tal si estabas intentando crear un hechizo nuevo o algo así? O tal vez una poción, y accidentalmente...

Harry Potter y ¿Por qué hay dos Malfoy? [Drarry]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora