Capítulo 8: Al fin.

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{Me morí. Escribo esto desde la ouija🤙🏻}

Entre risas, dulces, algunos artículos de broma y nuevos materiales para las clases, el pequeño recorrido a Hogsmeade llegó a su fin. El sol había caído y los dos estudiantes sabían que se meterían en problemas si no llegaban a sus respectivas casas antes del anochecer.

—Podemos volver a ir mañana, si quieres —Harry había dicho antes de separar caminos con Draco, cargando con las bolsas de dulces que había comprado.

Draco lo miró, sonriendo mientras sostenía algunos pergaminos en sus brazos.

—Claro. ¿Le dirás a tus amigos?

—Bueno, pensaba... —él chasqueó la lengua—, tal vez ir solo nosotros.

Draco abrió y cerró la boca, tratando de disimular un poco la sorpresa y esperando no haber oído erróneamente.

—¿Solos?

—Podemos ir a Las Tres Escobas. Oí que van a agregar nuevas cosas al menú —él dijo, balanceandose levemente sobre sus propios pies tratando de verse casual.

Draco se mordió el interior del labio, intentando que la sonrisa no se le viera tan grande y estúpida.

—Me gustan las cosas nuevas. —el rubio dijo finalmente, apretando los pergaminos entre sus brazos mientras sonreía.

—¡Bien! Bien —Harry trató de ocultar la emoción en su voz tosiendo—. Nos vemos mañana entonces.

—Buenas noches, Potter.

—Buenas noches, Malfoy.

Ambos se sonrieron, agachando sus cabezas y separando sus caminos en los pasillos para irse a sus propias casas, soltando algunos suspiros y chillidos de emoción cuando estuvieron lo suficientemente lejos el uno del otro.

Por otro lado, las versiones adultas de los estudiantes estaban en la habitación que compartian (O pequeña casa, teniendo en cuenta las remodelaciones que el rubio había hecho).

—No había visitado Hogsmeade en años —Malfoy (Drey) dijo mientras se sentaba en el marco de la ventana, tomando la lata de cerveza que Harry le extendía.

—Bueno, no has visitado el mundo mágico en años —el pelinegro comentó mientras se sentaba a su lado, abriendo la lata de cerveza y bebiendo, admirando las vistas al lago que tenían desde la ventana.

Malfoy tarareó, asintiendo con la cabeza y bebiendo también, haciendo una pequeña mueca. La cerveza no era su favorita, pero de vez en cuando no estaba mal.

Un silencio cómodo creció en la sala. La brisa fresca entraba por la ventana, revolviendo suavemente sus cabellos y trayendo consigo el olor a tierra húmeda. Malfoy miró de reojo el rostro de Harry, quien sonreía ligeramente con los ojos cerrados, su cabeza apoyada en el marco de la ventana mientras respiraba profundo.

Malfoy tuvo que forzarse a apartar la mirada, bebiendo de la lata mientras observaba las ondas que el viento formaba en la superficie del lago.

—Draco...

La voz de Harry rompió el silencio, sobresaltando al rubio. Levantó la mirada nuevamente hacia él, dándole un asentimiento para que continuara.

—Sé que jamás estuviste de acuerdo con mi decisión de volverme un Auror...

Malfoy bufó, pero lo dejó continuar sin interrumpirlo.

—Creo que me dejé llevar por lo que otras personas decían de mí, por lo que otras personas creían que era lo mejor o lo mas apropiado para mí —Harry suspiró, recargando su cuerpo en el marco de la ventana—. Tantos años con el título de El niño que vivió, El niño que salvó al mundo mágico. Creí que debía... mantenerlo, de alguna manera. Creí que lo justo era continuar con lo que la gente esperaba de mí.

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⏰ Última actualización: Nov 05 ⏰

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Harry Potter y ¿Por qué hay dos Malfoy? [Drarry]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora