Harry Potter y ¿Por qué hay dos Malfoy? [Drarry]

Capítulo 7: De cero.

(Ajajajajsja que babosos, creyeron que Harry y Draco del futuro ya eran novios 🫵🏻🫵🏻)

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Tras la llegada de Harry y la noticia de que aún no iban a poder irse, Drey decidió que era hora de una pequeña mudanza, solo un lugar algo mas espacioso para dos personas (Porque claro que no iba a permitir que alejaran a Harry de él y le dieran una simple habitación en la sala Gryffindor, no señor).

Gracias a la labia natural del pelinegro y la debilidad habitual que el director tenía sobre él, no les fue complicado conseguir una habitación algo mas amplia en uno de los últimos pisos del castillo, que estaba normalmente apartada para profesores pero, bueno, hicieron una pequeña excepción por ellos (Por Harry). Draco se encargó de remodelarla, agrandar la habitación y agregar salas extra, solo para mayor comodidad, por supuesto. Dos personas significaba más espacio ocupado.

Y a Drey le atraía la idea de compartir una casa con Harry, de fingir una normalidad de vida hogareña juntos, compartir los pequeños momentos de cotidianeidad, risas y silencios cómodos, como si fuera algo que habían hecho desde siempre.

No es que fuese a admitir eso en voz alta.

Harry y Drey se encontraban en la cocina durante la mañana, rodeados por el aroma de café recién hecho y tostadas, iluminados por la luz cálida que se filtraba por las ventanas. Alguna canción cuyo nombre no sabía sonaba en una radio sobre la encimera, acompañada por el sonido tintineante de una cuchara golpeando contra las paredes de una taza de porcelana llena de café.

—¿Falta mucho? —Drey se asomó sobre el hombro de Harry, apoyando la barbilla sobre este.

—¿Vas a morir si no bebes café?

—Mm... —el rubio pareció pensarlo, mientras una de sus manos jugaba con el borde de la camiseta de Harry—. Moriré.

Harry soltó una risa, apoyando su cabeza sobre la de Drey que seguía en su hombro, subiendo una mano para acariciarle el cabello.

—Ya casi termino —dijo, mirándolo de reojo con una sonrisa tranquila—. Ve poniendo las tostadas en la mesa.

El rubio se despegó, muy a su pesar, del cuerpo contrario para acatar el pedido. Tomó el plato lleno de tostadas, los dos pocillos con mermelada y terrones de azucar, y se los llevó hasta la mesa.

En el momento en que depositó las cosas sobre la superficie de madera, "Iris" de Goo Goo Dolls empezó a sonar en la radio. Drey se giró, encontrándose con que Harry ya lo estaba mirando. Una sonrisa se extendió sobre el rostro de ambos.

—¿Bailas? —dijo el rubio, extendiendo una mano hacia el moreno, que la tomó sin dudar arrancándole una risotada cuando su cuerpo fue jalado hacia el contrario.

Sus movimientos eran suaves, coordinados como si hubieran bailado juntos miles de veces antes. Harry guiaba con destreza, mientras Drey seguía los pasos con gracia, entrelazando los dedos de las manos y justando sus pechos girando entre las mesas y sillas, con solo los muebles y utensilios como testigos. Las risas llenaron la habitación mezclándose con la melodía de la música y el olor a café.

En un momento, guiado por la energía, Harry soltó las manos de Drey y las envolvió alrededor de su cintura, levantándolo y girándolo entre sus brazos en el aire. El rubio soltó un grito cuando sus dos pies dejaron de sentir el suelo.